tag:blogger.com,1999:blog-73869381928144337782024-03-08T10:15:21.523-08:00Cosas de viejucínEl "viejucín" soy yo. Es mi primer blog personal.En él iré escribiendo divagues o reflexiones- según se quieran entender-. Al fin y al cabo, ¿qué le hace una mancha más al tigre?Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.comBlogger340125tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-58510979720874423262024-02-22T09:35:00.000-08:002024-03-08T10:14:48.150-08:00ACTIVIDADES DE VERANO 2024<p><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: 20pt; line-height: 115%;">Actividad 1) Carnaval<o:p></o:p></span></b></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="line-height: 115%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; font-size: 20pt; text-align: center;"><span style="line-height: 115%;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEKjGMpfz5-8h2twpofJ4bX9Z1aWTCvXg_an1gQ8FbxzCIJsaSldexK6hybTaLTDWvV-H_pyApxuTqMSDDg2oWqzaBh70EVg5eG993dGZD0Rxwe9rwCIct4eyee8zwP_5pll30omwhKnly0ckfbkUMN7FfFwpcGnaZikRq29PEnkxIrXAvnqXGNs10TpLL/s1206/Carnaval%20Teatro%20de%20Verano%202024.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="827" data-original-width="1206" height="219" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEKjGMpfz5-8h2twpofJ4bX9Z1aWTCvXg_an1gQ8FbxzCIJsaSldexK6hybTaLTDWvV-H_pyApxuTqMSDDg2oWqzaBh70EVg5eG993dGZD0Rxwe9rwCIct4eyee8zwP_5pll30omwhKnly0ckfbkUMN7FfFwpcGnaZikRq29PEnkxIrXAvnqXGNs10TpLL/w320-h219/Carnaval%20Teatro%20de%20Verano%202024.jpg" width="320" /></a></span></div><span style="line-height: 115%;"><span style="font-size: x-small;"> Foto en el teatro de verano, Propaganda de Antel</span><br /><span style="font-size: 20pt;"> </span></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"> <span style="font-family: verdana; font-size: large;">Desde hace
muchos años soy abonada del Teatro de Verano Ramón Collazo. Y paso el carnaval
mirando los grupos que compiten.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Este año, me dediqué más a observar a las murgas, que
siempre han llevado la batuta en cuanto a la crítica política y social. Por
supuesto que los temas principales rondan todos los aconteceres donde hubo
errores de todo tipo. Y los comentarios son muy mordaces. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Me entretienen, pero al mismo tiempo, me hartan. “Más
de lo mismo” termina pudriéndome a más no poder. Sin embargo, miro con interés
cuando la crítica está bien dirigida y se puede aceptar sin reparos. Dos
murgas- hasta el momento vistas- son las que se llevan las palmas: una es “La
Gran Muñeca” con una impecable actuación de Aldo Martínez que es un verdadero
artista y hace todo bien. También me gustó mucho “Nos obligan a salir”, otra
murga con críticas mordaces, pero llenas de sentido. Las dos Jimes se llevan
todas las palmas. Sin lugar a dudas. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">De todas maneras en el Teatro de Verano hay dos
aspectos que me siguen perturbando: Uno, es el sonido altísimo que le dan a los
conjuntos; lo soluciono con tapones para
los oídos, que atenúan el rigor del
impacto. Y el otro, es la tirada de papelitos, que, desde un sitio de
privilegio son precipitados con máquinas mortíferas, en momentos adecuados,
cuando estamos absortos mirando el espectáculo. Como las tiradas son sin previo
aviso, pueden asustar a cualquiera.
Además, los niños los recogen del piso,
con la consabida mugre que eso ocasiona. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Actividad 2) Lectura<o:p></o:p></span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="line-height: 115%;"></span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><span style="line-height: 115%;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi04PDbEt9kkImZkekh_ViGdN4Sc6WkWuXJMrLg-NzEWeNWyUG1F1okM7BhpvJmq_EnwTU-PRi0jl9QwE8yefD2ALImoyYlf16eHRVfMRE5fxilAeQ406bCHIIJGgpun7xPQRNJ_jA2VUWsIniPSz2rIHU9TL41C6LXgw49V_MWNVGu6oqMtPLIpLS5NhwM/s2972/C%20laudia%20Pi%C3%B1eiro%20Escribir%20un%20silencio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2972" data-original-width="2696" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi04PDbEt9kkImZkekh_ViGdN4Sc6WkWuXJMrLg-NzEWeNWyUG1F1okM7BhpvJmq_EnwTU-PRi0jl9QwE8yefD2ALImoyYlf16eHRVfMRE5fxilAeQ406bCHIIJGgpun7xPQRNJ_jA2VUWsIniPSz2rIHU9TL41C6LXgw49V_MWNVGu6oqMtPLIpLS5NhwM/w290-h320/C%20laudia%20Pi%C3%B1eiro%20Escribir%20un%20silencio.jpg" width="290" /></a></span></b></div><b><span style="line-height: 115%;"><span style="font-size: x-small;"> "Escribir un silencio". El libro en cuestión</span><br /></span></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Otra actividad que tiene lo suyo es la lectura. Hace
poco me regalaron un libro de Claudia Piñeiro: <b>“Escribir un silencio”;</b> es una interesante recopilación de textos
que publicó separados en otros medios. Uno de ellos me llamó mucho la atención
porque lo he sufrido en persona. Hace años, iba a un gimnasio a practicar
taichí. Me llevó muchos años aprender figuras y series sencillas, y, durante
mucho tiempo, fui feliz. Ahora, debido a una artrosis galopante que me tiene la
rodilla derecha a mal traer, no lo puedo practicar más porque cuando se ve desde
afuera parece una coreografía, pero, en
la realidad, es un arte marcial. Algunos
movimientos, pueden ser defensivos y su agresividad puede lastimar al oponente.
<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Dentro de los múltiples deportes que se ofrecen para
practicar, está “el spinning”, en los gimnasios de Uruguay, que se
lleva a cabo en unas bicicletas fijas, con un instructor que da las
indicaciones adecuadas y los participantes se empeñan en seguirlos. Con una
música de fondo, bastante alta también, se “suben cuestas”-hay que pedalear con
más fuerza- y sirve para ejercitar la musculatura de las piernas. Tengo amigas
que lo practican y salen muy remachadas
pero con la convicción de haber hecho lo debido para bajar de peso y mantener
las piernas y el resto del esqueleto, en
buen estado. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Precisamente, en el libro de Claudia Piñeiro, encontré
un texto referido a este asunto. Ella lo tituló: <b>“La secta de la bicicleta <i>indoor</i></b><i>”.</i> Está escrito con su maestría
increíble, despliega toda su sagacidad para contar sus experiencias en este
mundo que abordó-como yo- ya crecidita. El afán –el mismo que el mío- es “hacer
ejercicio”. Se sabe que es una necesidad y nos anotamos, casi siempre, sin pensar si es adecuado o no a nuestros
físicos. El texto de Claudia Piñeiro me
llevó a reflexionar sobre las actividades del verano, que no siempre se adecuan
a nuestros físicos o a nuestras edades, pero que tratamos de llevar a cabo para
sentirnos más o menos bien.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Si lo logramos o no, no depende absolutamente de
nosotros, sino de las múltiples circunstancias de la existencia.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">
</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¡Mucha suerte!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-8298901954362580622023-12-20T11:00:00.000-08:002023-12-20T11:13:50.724-08:00<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b>VEJECES</b></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><br /></b></div><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">A raíz de las circunstancias de estas festicholas que se
avecinan, se me han ocurrido algunas ideas que voy a resumir con la finalidad
de compartirlas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">No son gran cosa, pero son, ya que en este país de acuerdo al
último censo que se hizo, somos más viejos que otra cosa. Queda algún
jovencito, pero no muchos, y, es conveniente precisar en qué nos diferenciamos
más.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">En mi caso, me vino un ataque de vejez imparable. Ya no sé ni
dónde vivo. Estoy más perdida que piojo en peluca.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">Todo es digital. Nadie hace caso de nadie. Las cuentas, las
transferencias, los pagos, todo, absolutamente todo se realiza (o debe
realizar) “on line”. Si sabés mejor, y
si no sabés tenés que tener algún chico que te asesore porque vos sola, no
salís ni en broma.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXuCdQFY7-4hdHcm3EPYFhzlAc38-toss3XlSvmhugYlWen5wTU_wUCBXeGe2_uPVAnG6wqJWTZZOc47pSweKpK_ky_c97X35k2Hn4Xl7TDZ8bDFTReM8BVf_VQg-rwTOH17J43nqw9qPrW1duZ7v51a0L3mQUAUr0frPXD7abO2FIBqBZHJMlBbm8bxcy/s842/Bombero%20australiano%20con%20gatito%20miau.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="842" data-original-width="700" height="354" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXuCdQFY7-4hdHcm3EPYFhzlAc38-toss3XlSvmhugYlWen5wTU_wUCBXeGe2_uPVAnG6wqJWTZZOc47pSweKpK_ky_c97X35k2Hn4Xl7TDZ8bDFTReM8BVf_VQg-rwTOH17J43nqw9qPrW1duZ7v51a0L3mQUAUr0frPXD7abO2FIBqBZHJMlBbm8bxcy/w294-h354/Bombero%20australiano%20con%20gatito%20miau.jpeg" width="294" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Bomberito tomado de la web de Australia</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>Les pongo un ejemplo típico. Quise hacer una transferencia a
la cuenta de una amiga, pero ¡Oh! Sorpresa, no pude porque me pedía la “llave
digital”. ¿Qué es eso? Pues una manera que tiene el banco de asegurarse de que
vos sos vos y no un falsificador de ningún tipo. Por lo cual, no pude hacerlo
hasta que fui al banco para obtenerla. Me la habilitaron en el celular. Es
decir que si no tengo el celular o lo llego a perder, no puede operar para nada. A su vez, la tal
llave digital tiene un “pin”, ¿qué es un pin? Es un número secreto que también
tenés que anotar en tu memoria, porque si te olvidás, ¡marchaste!<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">Así ando por el mundo, perdida a más no poder, sin ilusión de
que alguien me lleve el apunte; ni siquiera un bomberito australiano que se ve
tan bien en la foto con sus músculos abdominales bien marcados y una sonrisa de
oreja a oreja. ¿Muy joven para mí? ¡Claro! ¡No me voy anotar con un vejestorio
como yo! ¡Panzón y gordo a más no poder! Quiero al australianito hermoso que
aparece con un tierno gatito en sus brazos. ¡Consíganme uno así! <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"> </span></p> <p></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-49089432518007563332023-10-18T16:47:00.002-07:002023-10-18T16:47:42.747-07:00PATRIMONIANDO POR SAN RAMÓN <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP1SR3s-h0EEWuLM-qRbVKXC1SlAADQw75_HuH5VHiKKD5v_l4KyeXlrfJfSlE8AYd4BoBM-oTIEV4jBAMlVDQmaHWCnLvyxuEMFtVRCUZW2SzWmg9oTq707RQhxIAhJlDlUsgZ8wfbn3AImfbOret_HwEGlvzZnkF_z5cYBfWI8trqAYyeKDpJbc0DgIw/s2880/Patrimoniando%20por%20San%20Ram%C3%B3n%20y%20Santa%20Luc%C3%ADa%207%20de%20octubre%20del%202023.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2880" data-original-width="2880" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP1SR3s-h0EEWuLM-qRbVKXC1SlAADQw75_HuH5VHiKKD5v_l4KyeXlrfJfSlE8AYd4BoBM-oTIEV4jBAMlVDQmaHWCnLvyxuEMFtVRCUZW2SzWmg9oTq707RQhxIAhJlDlUsgZ8wfbn3AImfbOret_HwEGlvzZnkF_z5cYBfWI8trqAYyeKDpJbc0DgIw/s320/Patrimoniando%20por%20San%20Ram%C3%B3n%20y%20Santa%20Luc%C3%ADa%207%20de%20octubre%20del%202023.jpg" width="320" /></a></div><br /><p></p><h1 style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana;">El sábado 7 de octubre del 2023, fue uno de
los días del patrimonio.<br /></span></span><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana;">Había logrado comunicarme telefónicamente, con la profesora Miriam Lanfranconi, historiadora del lugar, que gentilmente me había dado datos sustanciales, por eso; esta vez, </span></span><span style="font-family: verdana;">decidí conocer </span><span style="font-family: verdana;"> </span><span style="font-family: verdana;">una localidad que no conocía: </span><b style="font-family: verdana;">San Ramón.</b><br /><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana;">Como llegué temprano, di una vuelta por los
alrededores para ver si había algún bolichito donde almorzar. Nada. Apenas un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">minimarke</i>t, donde un lugareño nos miraba
extrañado. Como no tuve ninguna suerte, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fui a dar una vuelta por Santa Lucía, una
localidad que conocía desde mi <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>infancia.
Mi madre solía llevarme para contrarrestar mi palidez original. Lo lograba casi
siempre porque la alergia que siempre me acompañó, me aquejaba por medio de
unas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hormiguitas del pasto, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que me comían y me dejaban colorada como una
desgraciada. Así obtenía <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mi cuota solar.<br /></span></span><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana;">En una cantina de Santa Lucía, que había
abierto el día anterior, comimos unas milanesas con papas fritas. Por suerte,
tenían buena calidad y sabor.<br /> </span></span><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En
las primeras horas de la tarde, los establecimientos fundados por Juan Pedro
Tapié,en San Ramón,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>estaban —felizmente—abiertos al público.
Visité la Escuela Industrial. Muy bien mantenida, con una biblioteca con muchos
recuerdos, incluidos varios catálogos del ¨London París”. A los más jóvenes les
comento que mediante esos catálogos, la gente del interior tenía acceso a los
modelos que vendía “el London”. Todos de primera calidad, y de buen diseño.<br /></span></span><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana;">Lamentablemente, no había nadie presente.
Por lo menos en esas horas, fuimos los únicos visitantes. Los fundadores de
esta magnitud no son importantes para celebrarlos en internet. No tienen mayor
difusión aunque hayan sido importantes para el desarrollo del país.<br /> </span></span><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana;">Una verdadera pena que los monumentos históricos—como
esta escuela industrial— no se difundan más y se hagan virales. Sería muy
interesante que los jóvenes (y no tan jóvenes, porque los hay mayores que
tampoco se separan de los móviles y parecen atados a ellos) dejaran de lado los
celulares y se ocuparan de lo que fue de gran importancia para el desarrollo
del país.<br /> </span></span><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana;">Volví con una sensación extraña, por un
lado tristeza por la falta de difusión de estos lugares entrañables y por otro
lado, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la agradable sensación del deber
cumplido y la muy grata sensación de haber conocido un lugar más del país.<br /> </span></span><span lang="ES-UY"><o:p><span style="font-family: verdana;"> </span></o:p></span></span></h1>
Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-54577359472972949132023-08-13T10:49:00.002-07:002023-08-13T10:49:33.482-07:00LEO GRANDE <p> <b><span lang="ES-UY">H</span></b><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;">ace tiempo que no escribo nada sobre películas ni series.
Durante la pandemia vi de todo. Me costó encontrar algo que me sedujera.
Finalmente, di con la película “Buena suerte, Leo Grande”, que me
mantuvo prendida a la pantalla.</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;">No cometo ningún delito si cuento que el
argumento es conocido: mujer veterana, que nunca tuvo orgasmos —pese a haber
sido casada durante montaña de años—, requiere la atención de un trabajador
sexual—joven y buen mozo— para darse el gusto.</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;">Este argumento, suscitó una cantidad de
comentarios, —algunos muy malévolos— en las redes sociales. </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;">No sé la edad de los comentaristas, yo los
imagino jóvenes y seguros de sí mismos y de sus conocimientos sexuales.</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;">Yo conocí mujeres—no sé si aún las hay— que
padecían porque no llegaban nunca a la cumbre del placer. Muchas eran casadas,
pero con tal grado de timidez que nunca se habían atrevido a plantearles estas
“limitaciones” a los maridos. </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;">En realidad, les llamo “limitaciones”
porque no sé cómo denominar a una falta absoluta
de confianza en la intimidad con la pareja. </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;">Se sabe que cada mujer es una caja de sorpresas. Con un marido complaciente, tendría que lograr la satisfacción tanto como él.</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;"> La
confianza se logra con el tiempo, con la
práctica y con la dedicación que hay que darle al propio cuerpo y al ajeno. </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;">Mi abuela de crianza, me dio una vez una clase magistral: me enseñó su camisón de
recién casada; amarillento por la edad, con un agujero en el medio. Por ese
agujero—me explicaba la nona— el marido ponía su aparato. Además de esa
explicación práctica; indicaba que las mujeres teníamos una sensibilidad
distinta: comenzábamos por atraer al hombre por acá (señalaba el bajo vientre);
después había que conquistarle acá (indicaba el estómago) y por último se llegaba
acá (apuntaba, con la mano completa, al
corazón). Esos eran los “caminos”. </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;">No me acuerdo qué edad tenía yo, pero no
eran muchos mis años y tampoco mis conocimientos
sexuales como para saber si era así o no. Nunca discutí con mis nonas. Todas
eran sabias y me decían lo que les parecía que me iba a servir para la vida. </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;">Al ver las tribulaciones de la Sra.
Robinson, que no es el verdadero nombre, sino el que usa para vincularse con el
trabajador sexual, (Emma
Thompson—magnífica actriz—) pensé en
algunas amigas con esas características,
que nunca lo comentaron. Nunca pensaron que sería importante en sus
vidas, tuvieron hijos, los criaron. Crecieron y se fueron. Pero ellas, no lograron
nunca ninguna satisfacción sexual. </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;">Señalo<b>
tres</b> aspectos relevantes y efectivos:</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;"> </span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span lang="ES-UY">1)<span style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]--><b><span lang="ES-UY">El trabajador sexual está
muy bien preparado para todo</span></b><span lang="ES-UY">. Detalles: Cuida su
físico, (es su instrumento laboral más preciado).Las cosas que le piden son rarísimas
y loquísimas. No importa; él, accede porque 1) le gusta 2) vive de eso. </span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;"> </span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span lang="ES-UY">2)<span style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]--><b><span lang="ES-UY">Sentido del humor</span></b><span lang="ES-UY">. Leo Grande, le hace una eficaz demostración de baile para
darle aliento. La danza, como es sabido, saca contracciones, y, es una de las formas
más genuinas del goce corporal. En la disciplina que se llama biodanza, se
hacen ejercicios en pareja y en grupo. La
danza juega un papel preponderante. Efectivamente, puede ser divertidísimo porque
el baile—fuente de placer e inspiración—, quita inhibiciones y colabora
increíblemente, en procesos de curación.</span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;"> </span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span lang="ES-UY">3)<span style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]--><b><span lang="ES-UY">Conversación. </span></b><span lang="ES-UY"> Se manifiestan deseos de
saber qué hace el otro, de qué vive,
cuáles son sus sueños, sus planes de
futuro, y de qué manera encara la existencia. Ella—que no por casualidad fue
una profesora de Secundaria— pregunta
porque siente un interés personal que nunca fue usado debidamente con nadie, ni
con el marido, ni con los hijos, ni con los alumnos, ni con las amistades
cercanas. </span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;"> </span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;">El filme tiene escenas
rescatables, por ejemplo: </span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: large;">La danza de Leo, que hace bailar y
disfrutar del momento a la pacata Sra. Robinson. </span></span></p>
<span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La segunda, cuando la Sra. Robinson se encuentra
en el hotel con una ex alumna que le
increpa su severidad. </span></span><div><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Prácticamente le dice que fue ella quién la
inhibió para toda la vida. Algo para tener en cuenta: ser docente no implica
castigar con palabras hirientes a los adolescentes, que precisamente “adolecen”
por la edad y por el desconocimiento de sí mismos y de su propio cuerpo en
transformación. Esa escena, concluye con<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>una anagnórisis, que no la cuento porque si van a ver la película
ya<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la apreciarán. </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Insisto: vayan a verla. Se encontrarán con
un filme diferente, con un tema controversial—es cierto—pero tratado en forma
de comedia, de todas maneras, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>llega a
recónditas profundidades.</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"></span></span></div>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-83145273864403446312023-07-23T13:35:00.003-07:002023-07-24T08:05:39.697-07:00PUNTOS DE VISTA <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhIzB6qvjK2Jgq9NJmvfyvwZUDnyI07ztIKTH6wL1QrIg9_FZz0hTiOwZyp8XwB_gO60p0zgVIbypS9pBUsx2hPJawUuRopWH8XtyMfuKlxV4FJqHe_QHC_20Ww8MqV6o9SI8RU_fUygy-wbm44Xy7xm_LWtfoZGBCm8AfA1NyYLrbntJ75cdovHg0wWDWw" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="657" data-original-width="900" height="234" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhIzB6qvjK2Jgq9NJmvfyvwZUDnyI07ztIKTH6wL1QrIg9_FZz0hTiOwZyp8XwB_gO60p0zgVIbypS9pBUsx2hPJawUuRopWH8XtyMfuKlxV4FJqHe_QHC_20Ww8MqV6o9SI8RU_fUygy-wbm44Xy7xm_LWtfoZGBCm8AfA1NyYLrbntJ75cdovHg0wWDWw" width="320" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-UY">Discutí hace poco sobre este tema: los
puntos de vista. Hay algunos que son inadmisibles, </span>, y otros, que van cambiando según
pasan los años y las circunstancias.</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Hoy, fui al Shopping Punta Carretas con la
finalidad de hacer un par de mandados. Con ninguno de los dos tuve suerte.</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En el primer caso, me tocó una vendedora de
mal genio que pretendía que yo me corriera para darle paso a otra que había
hecho una compra después que yo. Mientras tanto, yo buscaba mi bolsa
portátil—ya se sabe que las cobran y, como mi adquisición, era ínfima, no
quería pagar más nada que el producto—. Pues, la joven, de muy mal talante,
retiró mi compra del mostrador, me mandó para un rincón donde penosamente, pude
extraer mi bolsita auxiliar para guardar lo comprado. </span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En el otro caso, se trata de un libro, que
tuve, que leí y que quiero releer para hacer un trabajo de un taller. Se llama
“Lágrimas en la lluvia” y la autora es Rosa Montero. Me comentaron que está “agotado”—término que
por acá significa: “no lo tengo”— Insistí en que no es un libro viejo
descatalogado ni nada por el estilo. Incluso, se publicó hace poco la trilogía
de Bruna Husky- la tecno/ androide/ replicante/ que es la detective protagonista
de las tres novelas, porque en breve, habrá una serie sobre ella y sus
aventuras. No hubo caso. “—Está agotado, señora— insistió el vendedor con tan
mal talante como la primera tipa que me atendió y me hizo sacar mis
pertenencias del mostrador antes de finalizar la compra.</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En los dos casos que relaté salí triste y
abatida como lechuza en panteón. </span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pero el centro de este relato no son las
compras frustradas de hoy, sino el recuerdo de una profe que para mí fue señera
en mi carrera, porque se preocupó para que yo siguiera escribiendo textos
alusivos a lo que me mandaban. Y lo hacía con gusto. Me prestaba los textos, yo
leía extraía conceptos y después leía mis engendros en el Obelisco de Las
Piedras, muy feliz con la distinción.</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ella se llamaba Julia Añorga.</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ya escribí un texto sobre ella y sobre su
esposo, el pintor José Gurvich—de nacionalidad lituana que vivió en el Cerro—
Pero en cambio, para una amiga, que también fue alumna de ella, la destrató de
tal manera, que terminó odiándola con toda su alma. </span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></span></p><p>
</p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Como ven, los puntos de vista, difieren con
los años, las circunstancias y las situaciones. Para mí fue un ángel. Para
otros, no. </span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">*Foto tomada de internet: la profesora Julia Añorga, con su esposo el pintor lituano José Gurvich-</span></span></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-37123997630468372732023-05-02T12:36:00.000-07:002023-05-02T12:36:35.180-07:00 VIAJAR <p> </p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Durante muchos años en casa se llevó una lista <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que se llamaba- y se sigue llamando-
“Venga<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y atrévase a soñar”. El título
estaba inspirado en un programa de entretenimientos que conducía Berugo
Carámbula. Allí anotábamos las propuestas más inverosímiles de un futuro que
nos parecía inaccesible: no teníamos auto, no teníamos casa, no teníamos plata,
no teníamos nada de nada; pero sí teníamos muchísimas ilusiones. No sabíamos
cómo, pero ahí estaban muy campantes haciéndonos soñar. Probablemente estaban
auspiciadas en nuestra extrema juventud que nos daba alas para muchos sueños
disparatados.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">De noche, vencidos por el cansancio de extensas jornadas de
trabajo, soñábamos en voz alta. Iremos a tal o cual lado, tendremos tal o cual
casa, nos compraremos tal o cual auto. Y así seguíamos hasta que el
sueño-rodeado de tantas ilusiones- nos adormecía y nos llevaba felizmente
lejos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Yo hice-antes de salir a ningún lado- muchos viajes de estilo
literario ambientados por los libros que leía. Todos magníficos libros que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>entregaban conocimientos por medio de la
lectura atenta, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sin salir de la casa.
Viajar de verdad, pertenecía a las ensoñaciones que teníamos con diversos
panoramas soñados. Así desfilaron por nuestras mentes, varios lugares de
América y de Europa, con sus correspondientes lugares y destinos. No se trataba
de algunos de los viajes que después hicimos auspiciados por agencias de viajes
que trasladaban pasajeros como ganado, con guías locales cuyo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>espíritu
era compartir nada; con gestos hoscos- más siendo latinos, despreciados, por
ser confundidos con porteños y sin ninguna consideración por la diferencia de
pertenecer a un país pequeño, vecino de Argentina, pero con una impronta
propia- no porteña, obviamente-. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Supimos tempranamente que eso no era lo que queríamos.
Necesitábamos “atención<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>personalizada”,
que la invocaban pero no la daban jamás porque eran guías sin ningún tipo de
vocación. Habían agarrado ese laburo porque no había otro que les permitiera
ganarse un sueldito para solventar la vida en una ciudad cara y sin
posibilidades de progresar en nada.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Nadie les dijo- como hizo Martin Luther King a los suyos- que
había que ser “bueno”, sin importar el tipo de trabajo, Si era un barrendero,
tenía que ser el mejor de los mejores, porque esa actitud le permitiría en el
futuro, enfrentar mejores trabajos con mejores sueldos y, con posibilidades de
progreso. Copié el texto de King, al cual le corregiría algo de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la estructura, pero, como lo quiero citar tal
cual, así lo transcribo, porque igual se entiende: <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-UY" style="color: #262626; line-height: 107%;">„Si un hombre es llamado a
ser barrendero, debería barrer las calles incluso como Miguel Ángel pintaba, o
como Beethoven componía música o como Shakespeare escribía poesía. Debería
barrer las calles tan bien que todos los ejércitos del cielo y la tierra puedan
detenerse y decir: aquí vivió un gran barrendero que hizo bien su trabajo. “<br />
<br />
Fuente: </span><span lang="ES-UY"><a href="https://citas.in/frases/68288-martin-luther-king-si-un-hombre-es-llamado-a-ser-barrendero-deberia/"><span style="line-height: 107%;">https://citas.in/frases/68288-martin-luther-king-si-un-hombre-es-llamado-a-ser-barrendero-deberia/</span></a></span><span lang="ES-UY" style="color: #262626; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="color: #262626; line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="color: #262626; line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por eso, considero que los viajes tienen que ser como el que
hizo Ovejero (China para hipocondríacos) <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>o Saramago (Viaje a Portugal): cada uno
disfrutando las diferencias, investigando, si se daba el caso, y sobre todo
disfrutando de todo con mirada de asombro. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-3395100440619284962023-03-12T18:11:00.002-07:002023-03-12T18:14:51.958-07:00<p> </p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">BALANCE
CARNAVALERO<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvh9gGjmEO5xAAIzv4ZXkxgqD37ml21R7tN2hYwk6ZtY74LyUfy2xfkpcBAxKL1RsZE3tsdVMhwpfEHrSsE1432v3WwgGcoDb0N3N664AQEgI38U8rUXPIm9801SpsiBZjoecVhOw_OebDH0wOyfja-P0NKQlRVgxOvLj_W4innkmrKGhzesQK2w9KrQ/s2492/Alfa%20y%20Rafael%20Bruzzone%20recortada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2007" data-original-width="2492" height="258" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvh9gGjmEO5xAAIzv4ZXkxgqD37ml21R7tN2hYwk6ZtY74LyUfy2xfkpcBAxKL1RsZE3tsdVMhwpfEHrSsE1432v3WwgGcoDb0N3N664AQEgI38U8rUXPIm9801SpsiBZjoecVhOw_OebDH0wOyfja-P0NKQlRVgxOvLj_W4innkmrKGhzesQK2w9KrQ/s320/Alfa%20y%20Rafael%20Bruzzone%20recortada.jpg" width="320" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /></b><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;">P</span></b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">revio al juicio de un jurado
con el cual puedo estar de acuerdo o no, paso a comentar aspectos del carnaval
que pude apreciar este año en el teatro de verano.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Voy, primero, por lo negativo. Los responsables de la IMM y
del departamento cultural están prometiendo una mejora en las instalaciones. Me
parece muy bien, si se cumplen en forma ordenada y con beneficios para el
público asistente. Por el momento, hay dos aspectos que no se contemplan de
ninguna<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>manera:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Verdana; mso-bidi-font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: Verdana;"><span style="mso-list: Ignore;">1)<span style="font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;">El aturdidor sonido altísimo</span></b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">, con grandes desgastes que
producen demoras de más de 50 minutos. En esta liguilla, hubo dos ocasiones en
que se produjo una demora que acalambró a los ya desgraciados que esperábamos
la continuación del espectáculo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Verdana; mso-bidi-font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: Verdana;"><span style="mso-list: Ignore;">2)<span style="font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;">La tirada de papelitos,</span></b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"> a cada rato, de manera
sorpresiva, más que una diversión constituye una manifiesta<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>molestia para los desgraciados de la platea
baja. Esas tiradas, se hacen con unas máquinas que sorpresivamente, irrumpen y
tiran. Uno puede estar comiendo una muzzarella y en unos pocos segundos la
muzza se tiñe de papeles que se pegotean con el queso y no hay con qué darle
después. Es probable que el efecto visual por la tv sea agradable pero para los
asistentes constituyen una verdadera tortura. Por otra parte, no agregan nada
al espectáculo que se está dando. Para nada. Y, además, constituyen un soberano
gasto al pedo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Verdana; mso-bidi-font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: Verdana;"><span style="mso-list: Ignore;">3)<span style="font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">En cuanto a los
espectáculos: si bien es cierto que el gobierno no está haciendo todo lo que
podría o debería hacer, también es cierto que anteriormente tampoco se hizo. De
lo contrario no hubieran perdido el poder político. Si lo perdieron, –y así fue–,
lo que deberían hacer, además de la crítica que debería ser constructiva y no
tan cargada de odio como la que hacen CASI <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>TODOS los conjuntos, habría otro cantar, más <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>acorde y con menos carga de congoja y rencor. Ayer,
uno de los componentes de un conjunto bajó a saludar al presidente del Frente
Amplio; y dijo algo que es verdad: “esto parece un comité de base”. Y sí, eso
es lo que parece, porque apenas se vislumbra alguna autoridad del Frente, el
teatro se pone de pie. No hay nadie que no siga la consigna cargada de odio y
rencor que se percibe por todos lados. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En los aspectos musicales y escenográficos, creo que hay una
excelente calidad llevada a cabo con grandes sacrificios. El que se dedica al
carnaval no es un privilegiado de clase alta que pone lo que le sobra para
sacar a su grupo, sino un ser con una locura especial que lo hace salir aunque
tenga que sacrificarse el resto del año para pucherear. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">No tengo juicio definido en todos los rubros, pero voy a
comentar los que me parecieron los mejores.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">En </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;">NEGROS Y LUBOLOS</span></b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">: Hay dos
comparsas que se llevaron mis aplausos:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;">VALORES</span></b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">: El espectáculo lleva el
nombre de “Entre”. El tema de actualidad, no es común en la categoría. La línea
argumental nos lleva a un reino, donde el príncipe presenta ambigüedad sexual:
nació varón, pero tiene dudas, (y por eso el nombre “entre”) sobre qué es,
realmente: ¿varón o niña? ¿Y si no es ninguno de los dos? ¿Y si se queda, así
en esa ambigüedad, será un “elle”? ¿Cómo saberlo realmente? ¿Hay formas o
maneras de detectarlo? El Rey —de personalidad tradicional— ¿aceptará a un
hijo/hija “elle”? ¿Qué otros cambios deberán producirse para lograr esa
aceptación? Vale la pena ver el espectáculo, aunque no se tenga la cabeza para
aceptarlo así como así. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;">C 1080 </span></b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">Es un espectáculo que respeta los cánones de las
comparsas. Se titula: Madraza. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El
comparsero encarnado por Nacho Cardozo, se lleva todos los aplausos: actúa, baila,
canta, y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>todo lo hace bien. También vale
la pena verlo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">HUMORISTAS<o:p></o:p></span></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El espectáculo que más me gustó es el que ofrecieron “Los
rollin” con un personaje Virgilio que resultaba muy cómico. A cada momento
decía: “!Humoristas!” porque evidentemente, quizás no lo fueron totalmente en
alguna secuencia. A mí me parecieron muy buenos. Pero no fueron los ganadores.
Lamentablemente.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">REVISTAS<o:p></o:p></span></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">De desempeño parejo, se quedó con el primer premio la que
tenía mejor espectáculo desde el punto de vista técnico. No más de eso, porque
todas estaban bien.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Como balance, ya señalé que fue negativo el sonido- demasiado
alto—tuve<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que llevar tapones para los
oídos todas las noches— y, la mugre producida por los famosos “papelitos” a los
que les agregaron unas serpentinas plásticas que tampoco agregaban nada
positivo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Es de esperar que en el futuro, se hagan los espectáculos con
menos agresividad para los pareceres que son diferentes y,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con más tolerancia para los que tienen otra
modalidad. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-33797295368370448212023-02-15T16:15:00.002-08:002023-02-15T16:15:48.962-08:00KILOS DEMÁS <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis5FfjEBv9GHNIXN-1dUZUsp0bfsPaxbnLnujjd57Ll6ZzLExfGwmtyUvgCpAAwweARasqh8CPJfirhXLzYXf7WFjU0-QeK2_vvhmv2MpDVhtKdMSfDqzFNfQqsh_VLTKgiI0ZQuiC_gwa0tns27j1uHhb63yJ-IgjIc6BI9cH52n58OPCub7LfE4wdQ/s2048/Juanita%20y%20yo%20Domingo%20Pascual%20rumbo%20a%20Luciano%20Helados.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="368" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis5FfjEBv9GHNIXN-1dUZUsp0bfsPaxbnLnujjd57Ll6ZzLExfGwmtyUvgCpAAwweARasqh8CPJfirhXLzYXf7WFjU0-QeK2_vvhmv2MpDVhtKdMSfDqzFNfQqsh_VLTKgiI0ZQuiC_gwa0tns27j1uHhb63yJ-IgjIc6BI9cH52n58OPCub7LfE4wdQ/w357-h368/Juanita%20y%20yo%20Domingo%20Pascual%20rumbo%20a%20Luciano%20Helados.jpg" width="357" /></a></div> Con la gorda chica; rumbo a tomar un helado en Luciano<p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><br />E</span></b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">n estos tiempos que corren,
se estableció una verdadera y perversa persecución a las gordas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En siglos anteriores, las redondas campeábamos como las
mejores. Yo recuerdo a mi abuela de crianza, dándome consejos para que
engordara, porque, según ella, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nadie me
iba a invitar a salir y mucho menos a bailar si no ganaba unos cuantos kilos de
peso y me redondeaba convenientemente. Eso no ocurrió en mi juventud, siempre
fui una flaca perchenta, pero, llegados los años maduros, me empecé a redondear
como quería la nona. Ocurrió sin darme cuenta. Ya conté en otro artículo, la
sorpresa que me llevé cuando me vi en el shopping en una televisión que captaba
a los paseantes. Me había convertido en una gorda infame y no me reconocí-azorada
por completo- <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en la gordinflona que
veía. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Fue catastrófico. Lo mismo me pasa
cuando me veo en fotos actuales. No importa que ropa haya elegido para ponerme.
Me convertí <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sin lugar a dudas, en la
encarnación de Pochita Morfoni, y, de yapa, sin adecuada movilidad en las
piernas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Hace años, me había concientizado y me puse a dieta con una
especialista/ acupunturista. Tuve éxito, adelgacé 15 kilos, pero después dejé
el programa de tratamiento, que, por cierto era bastante severo, y volví a
recuperar los kilos perdidos y aún más.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Hoy, revisando fotos viejas, me puse melancólica. Se me dio
por pensar que le erré al <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tiempo de
vida, porque en el siglo diecinueve, habría sido cotizadísima, como lo fue
Emilia Pardo Bazán, o, sin ir más lejos, Carlota Ferreira, que cuando la vemos
ahora, pensamos que habría sido muy bueno que perdiera unos cuantos kilos para
que, por lo menos, le bajara la papada enorme que tenía. Esa gorda sin remedio,
sin embargo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con esa <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>papada kilométrica que vemos ahora, en el
retrato que le hizo Blanes padre, tuvo en jaque, a Blanes padre, a Blanes hijo,
y al mismo Horacio Quiroga que se había enamorado de la madre y de la hija. Además
de otros tantos que deambularon <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>locos de
amor por la rellena. Por eso, reitero: le erré a la época. Debí nacer en ese
tiempo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pero, como no fue así, me tengo que conformar con lo que
tengo actualmente y, quizás algún día vuelva la moda para las gordas sin
remedio como yo. Entonces, y solo entonces, todos los kilos demás que tengo, se
volverán providenciales. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-20950513158159362872023-01-05T14:46:00.005-08:002023-01-30T10:41:15.536-08:00<h1 style="clear: both; text-align: center;">TOCANDO A REBATO</h1><h1 style="clear: both; text-align: center;"><br /></h1><h1 style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcA7mGggL4jgd_Gwu8ii90D4Z1XfGViUoSpvCGs1Zktfcch3GlV30KvW4WpWBaPvgKD1DON3aKKv3T7yptJafb0N6wQrN9AoC8WR0v4GJushnoSRopL4eiHZqta9MgZgdj-poGgNFdSvZj-v5z0HpvIHS71JQJKHRfxAZ7gG0D6nVAgk-fCjimdMxCvw/s1152/Iglesia_Punta_Carretas-2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1152" data-original-width="742" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcA7mGggL4jgd_Gwu8ii90D4Z1XfGViUoSpvCGs1Zktfcch3GlV30KvW4WpWBaPvgKD1DON3aKKv3T7yptJafb0N6wQrN9AoC8WR0v4GJushnoSRopL4eiHZqta9MgZgdj-poGgNFdSvZj-v5z0HpvIHS71JQJKHRfxAZ7gG0D6nVAgk-fCjimdMxCvw/s320/Iglesia_Punta_Carretas-2.jpg" width="206" /></a></h1> Imagen tomada de internet<br /><p><br /></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Desde hace un tiempo, -no pude percibir cuándo porque el
verano largó hace poco y yo tengo doble vidrios en ventanales para evitar el
ruidaje del barrio que, fue tranqui y que ahora es un caos de ruidos de toda
clase.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">A todos esos ruidos se sumaron las campanazos de la Iglesia Punta Carretas, que, con un sistema electrónico, toca TODAS LAS SANTÍSIMAS HORAS A REBATO. </span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Intenté llevar una denuncia al Centro Comunal No 5, donde me
informaron que no se ocupan de esos ruidos, sino de los “urbanos”. Yo me
pregunto ¿Qué creen que son estos campanazos a rebato durante todo el día?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿ Quién autorizó tanto bochinche?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Con seguridad, que quiere atraer feligreses, con respecto a
mí, ni por broma de que yo me ponga de acuerdo con más ruido del que ya tiene el
barrio.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Enfrente, me instalaron dos boliches de comida. Quiérase o
no, se sienten los ruidos en verano, se les dio permiso para poner las mesas
afuera,-o sea los famosos “deck” <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y se
quedan hasta las mil y quinientas horas de charlas y más charlas. El agravante
del alcohol por supuesto que se siente; más de una vez me despiertan las peleas
y los gritos de los supuestos comensales. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">A eso le sumamos durante el día el ruido provocado por los toques a rebato
que no tienen ninguna razón de ser.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Mandé un mensaje a la Curia; no sé si me darán pelota o no,
pero fue lo único que me dijeron que podía hacer. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Entre las defensas o argumentos a mi favor de la población
van algunos: <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">*No somos población de riesgo—salvo por la pandemia—<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">*No todos somos católicos, apostólicos y romanos, y por esa
razón en un país que se considera laico no deberíamos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tener que soportar tanto ruidaje de una única
religión. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">*Estamos en un siglo avanzado en cuanto a comunicaciones; no
hay ningún motivo para llamar a la población con toques a rebato<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">* Es un verdadero atropello, permitido por <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>autoridades—sean los que sean que estén en el
poder— que no se responsabilizan por el ruido de estas instituciones.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Lamentable, deplorable, fantásticamente repudiable.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Que Dios los perdone, y que a mí me otorgue el bien de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>vivir en paz. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Realmente es lo único que quiero. Si Dios quiere. </span><o:p></o:p></span></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-30166363882853765402022-11-22T10:07:00.009-08:002023-02-17T15:28:24.944-08:00<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguV6Bx_xm5qKxHbJnRJhVn0loBvBCRtzoYhTO7GFzSfVZkfEGRAr-fy2dedyBw52YwqpHJ3efP2hEpjJK11qPvierR119Mk8R1341g4U1XtLYsP-uh1Y3_FKIqZUJHo8Q8Us8WOqzXJ4VIMcekA4sd9OLWKs8Zbk08ng33zPJ2RfuJXOSJWRf1lAxthw/s640/Graf%20Spee%20imagen.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="422" data-original-width="640" height="211" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguV6Bx_xm5qKxHbJnRJhVn0loBvBCRtzoYhTO7GFzSfVZkfEGRAr-fy2dedyBw52YwqpHJ3efP2hEpjJK11qPvierR119Mk8R1341g4U1XtLYsP-uh1Y3_FKIqZUJHo8Q8Us8WOqzXJ4VIMcekA4sd9OLWKs8Zbk08ng33zPJ2RfuJXOSJWRf1lAxthw/s320/Graf%20Spee%20imagen.jpg" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Graff Spee Imagen de internet</div><br /> <div> <span style="font-family: Broadway; text-align: center;">“LAS CLARABOYAS DEL CORDÓN”</span><div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Broadway;"><br /></span></div><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-UY" style="font-family: Broadway;"><o:p></o:p></span></p><p></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Tuvimos en el pasado casas con claraboyas. Pasaron
de moda y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se convirtieron en “chalets”,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>construcciones llamativas y simpáticas. </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Yo recuerdo, de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mi infancia, las “claraboyas del Cordón”- el
barrio donde habité en mi niñez- Ellas eran <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las dueñas de los techos porque la mayoría de
las habitaciones se iluminaban y ventilaban por ellas. A veces, llegaban a
compartirse cuando una vivienda era habitada por dos diferentes familias. La
que gobernaba el aire y la luz era una manijita —convenientemente colocada en
una pared— que subía y bajaba según las circunstancias. </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Las recuerdo particularmente, porque
enfrente del edificio antiguo— de apartamentos con banderolas— donde yo vivía en
el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>barrio Cordón, había varias casas así
que fueron demolidas para la construcción del Palacio Gastón Güelfi— el también
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>llamado Palacio Peñarol. </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En una de esas casas, vivía una amiguita. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Yo solía cruzar la calle Cerro Largo para
jugar y “tomar la leche”—expresión que se usaba para la merienda—</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">También por el mismo estilo estaba la casa
de mi profesora de piano donde iba todas las tardes a luchar con algo que nunca
pude entender ni<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>practicar: el solfeo.
De todos modos, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con grandísimo esfuerzo,
llegué a sacar los primeros compases de “Doce cascabeles”. Ya no los podría
reproducir, pero sí recuerdo que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sufrí
mucho para poder hacerlos más o menos. Si bien pude cantar/entonar y aprender
algunas letras—sobre todo las que cantaba mi madre— nunca pude aprender música
propiamente dicha. Para mí, eran palabras mayores.</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Recuerdo con nitidez <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las casas con claraboya.</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La
leche era un protocolo, pero la casa con aire y luz era una dicha singular que
nunca pude reproducir en ninguna otra construcción.</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Tuvieron que pasar muchos años para que
supiera que Montevideo había sido una ciudad copiada de las europeas, sobre
todo de las parisinas que habían campeado por la zona, al punto de que una de
las grandes tiendas llegó a llamarse “London—París” para dar lugar al nombre
europeo que dominó buena parte del siglo veinte.</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esa tienda “por departamentos” tenía de
todo. Vendía por catálogo. Desde el interior del país <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se hacían los pedidos solicitando mercaderías.</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Cada casa con claraboya contaba historias,
cada una, la suya. Habitualmente de familias grandes que vivían juntos: padres,
madres, tías, abuelas y servidumbre también. Cada pieza daba al patio iluminada
por la correspondiente claraboya y, por supuesto, también aireada por la misma.
En las tardes de verano, eran muy apreciadas por el frescor que emanaba de las
alturas. Probablemente desaparecieron porque ya las familias no viven <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>más en la misma casa que los progenitores y se
van a temprana edad a vivir solos. Los muchachos, emigran, en muchos casos,
ayudados por sus mayores a pequeños apartamentos que son como cajas de zapatos,
y los padres se van quedando solos. A menudo con la sensación de “nido vacío”
que se da en esas circunstancias. Las grandes casas con claraboya son cosa del
pasado, como también lo es la vida comunitaria familiar. Nos tratamos todos, pero
la pandemia y también internet han sustituido las sanas costumbres de las
reuniones familiares al atardecer, en torno al mate y a la costura. </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Yo siempre fui una bestia completa en
costura y bordado, pero de todas maneras, siguiendo las costumbres familiares, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>solía sentarme con mi costurero y un montón de
medias que zurcía y acomodaba lo mejor posible. No se tiraba nada de nada. Todo
volvía a servir. De una sábana grande, cuando se rompía mucho, se hacía una
chica, y de la chica también se hacían los trapos de cocina que, prolijos y
lavados multitud de veces, seguían sirviendo a la perfección.</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Y por qué me acordé de estas casas con
claraboyas y de la vida que albergaban? Porque conforman el <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pasado de los antiguos barrios. </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Además escuché hace poco un precioso tango
que rescata imágenes de esta naturaleza. La letra es del poeta uruguayo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Andrés Tulipano, La canta, maravillosamente
bien el cantante Ricardo Olivera, acompañado por Alvaro Hagopian y su trío. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Glorias que nos quedan. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se llama “Al Sur del Sur, Montevideo”. Pasado
y presente. El Graf Spee con Internet, el sol en las claraboyas del Cordón, el
percal y el sonido del celular,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el Prado
y la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sombreada calle 19 de abril. Parte
de una vida que fue y perdura en la poesía. </span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-UY"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-UY"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-UY"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p></div></div>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-50626657644298789352022-10-18T09:19:00.004-07:002022-10-27T12:49:22.913-07:00<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0Rbkn__TV5ZJUIb6MdqkF99VOtk64gGjcn4gp1JiY3vvRPi0ck2oj4xIHeoqpi6NvvOYohpl6Ltcc3qPiAQapD_FR8jyHy6cJ1HER0naHqOx_KGmOt84zw5FzpmUyr0DGxoAL7hwMPiYnxIxBefJ0995qENU2q8A-DyTQESTal59E3CNEutjB96DPug/s718/Isobel%20Rubbo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="513" data-original-width="718" height="229" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0Rbkn__TV5ZJUIb6MdqkF99VOtk64gGjcn4gp1JiY3vvRPi0ck2oj4xIHeoqpi6NvvOYohpl6Ltcc3qPiAQapD_FR8jyHy6cJ1HER0naHqOx_KGmOt84zw5FzpmUyr0DGxoAL7hwMPiYnxIxBefJ0995qENU2q8A-DyTQESTal59E3CNEutjB96DPug/s320/Isobel%20Rubbo.jpg" width="320" /></a></div><span style="font-family: verdana;"><p style="font-size: xx-large; text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: x-large;">ISOBEL RUBBO</span></p><span style="font-size: large;">En la década de l960 comencé mis estudios liceales
en el Liceo Manuel Rosé de Las Piedras.</span></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En La Paz, donde yo vivía, no había ninguna</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> institución de
Secundaria, por eso, fui a Las Piedras.</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> No sufrí porque tuve un maestro, que
además de</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> maestro era profesor de Geografía. Desde su punto</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> de vista, había que
preparar a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">los de sexto</i> para que</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> ingresáramos sin tantos traumas al sistema de</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> secundaria. Por eso razón,
dividió las clases según los</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> días y las horas. Sabíamos que lunes miércoles y</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> viernes teníamos materias básicas, y los martes y</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> jueves otras accesorias como
francés— que no era</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> escolar, y teatro, que tampoco lo era—. Llevábamos</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> diariamente, un cuaderno de bitácora, donde</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> anotábamos lo que hacíamos. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ese sistema, “preliceal”, fue suficiente para evitarme</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>dolores y sobresaltos. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Fui cursando los años, con</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> notas suficientes
de promoción. Incluso Matemáticas</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">, cuyo profesor era sumamente imperativo y
temible.</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> Le decíamos “puente roto” porque nadie lo podía</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> pasar. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al punto de que una vez, una compañera que</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> convocó para pasar al frente, se desmayó del julepe. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Llegó así el cuarto año, con una profesora de</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> Literatura que
era un completo encanto. Con ella,</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> aprendí a recitar a Dante en italiano—idioma
que</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> conocía por mis abuelas de crianza y que<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>entendía</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> y memorizaba bien—. La profe, era rubia, joven,</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>usaba el pelo largo y lacio por los hombros, y</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> tenía</span></span><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> u</span><span style="font-family: verdana; font-size: large;">na voz muy dulce y bien entonada. Nunca fue</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: verdana;"> agria. </span><span style="font-family: verdana;"> </span><span style="font-family: verdana;">No gritaba jamás, porque su misma dulzura</span></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> calmaba a las fieras. No había nadie, ni siquiera los</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: verdana;"> más </span><span style="font-family: verdana;"> </span><span style="font-family: verdana;">traviesos que no la atendieran en clase. Las</span></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: x-large;"> </span><span style="font-size: large;"><span style="font-family: verdana;">bestias
se calmaban cuando ella empezaba. En</span><span style="font-family: verdana;">
</span><span style="font-family: verdana;">pocos</span></span><span style="font-family: verdana; font-size: x-large;"> </span><span style="font-family: verdana; font-size: large;">minutos todos atendíamos completamente</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: verdana;"> embobados, </span><span style="font-family: verdana;"> </span><span style="font-family: verdana;">a sabiendas de que lo mejor que nos había
pasado ese año, </span><span style="font-family: verdana;"> </span><span style="font-family: verdana;">era ella.</span></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: x-large;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">A fin de año, se acordó de que yo, era una candidata</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> firme
para las letras y me dio anotada en una hoja de</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> block sus datos, </span></span><span style="font-family: verdana; font-size: large;">para guiarme en los estudios en el IPA.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esa nota, la conservé siempre. Me sirvió, en la época</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> de la
dictadura para tener un contacto alentador, ya</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> que una carrera de cuatro años,
en esa época, con el</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> IPA cerrado, me llevó ocho, con sus correspondientes</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> altibajos. Unos pocos sí, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y, otros (muchos)
no.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ya casada y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>radicada en Montevideo, supe</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> nuevamente de
ella por un profesor de Historia que</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> tuve en el antiguo “Preparatorios” (quinto
y sexto</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> año, en la actualidad). Lo que supe no fue nada</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> grato. Esos golpes que
da la existencia cuando una</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> menos se los espera. De todas maneras, contra </span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> viento
y marea, siguieron nuestras existencias</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> andando por esos caminos que nos traza
Dios o el</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> destino. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El estudio de Letras— para el cual ella me había dicho</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> que estaba
predestinada— fue llevado a cabo</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> luchando denodadamente contra viento y marea.
Allí</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> estuvo ella y sus alentadores consejos:<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Hay que seguir,
aunque sea en una institución privada. No hay que dejar más nada. Algún día
terminará y será la coronación de tanto sacrificio”.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La volví a encontrar—siempre activa y risueña—en la</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> APLU
(Asociación de Profesores de Literatura del</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> Uruguay). Nos pusimos al día, en mi
caso, ya jubilada</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> con más de sesenta años de edad, y una cantidad de</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> años de
experiencia como profesora. Nunca supe la</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> edad que tenía, porque siempre lució
juvenil y</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> entusiasta, pese a las desgracias, que en algún</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> momento tuvo que
enfrentar con todas sus fuerzas.</span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> Se llamaba Isobel Rubbo. Y tuvo una intensa
luz, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que</span></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> me marcó senderos, y me alentó
a no bajar la</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> guardia jamás.</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y lo hice, gracias a ella.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Que su inmensa luz <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>siga brillando por siempre. </span><o:p></o:p></span></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-77243328943771343982022-04-28T13:43:00.006-07:002022-04-28T15:11:13.111-07:00 MEMORIAS<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl9XJGnWNycrO7M8SdOjHFSORxf6mxuVgjMvJgySpu7nKngmrXC9Bk-bW-oWft2wKmcA5SiKRlmQ1vNr_lSESmrwdR4Cd5YRI-QLI5D1lleR3hR7CpTYQ40ZcjoNXmrzP5CSLakaZSO-FcdeL4NSUIbmDDYhEtOs2ef7WgWkdrdGfV6M3EGF8FlT-pGg/s385/troles%20(1).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="289" data-original-width="385" height="335" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl9XJGnWNycrO7M8SdOjHFSORxf6mxuVgjMvJgySpu7nKngmrXC9Bk-bW-oWft2wKmcA5SiKRlmQ1vNr_lSESmrwdR4Cd5YRI-QLI5D1lleR3hR7CpTYQ40ZcjoNXmrzP5CSLakaZSO-FcdeL4NSUIbmDDYhEtOs2ef7WgWkdrdGfV6M3EGF8FlT-pGg/w447-h335/troles%20(1).jpg" width="447" /></a></div>Los antiguos troles. Viejos amigos de mi juventud. Era tan pobre que tenía que esperarlos sí o sí para ir al Instituto de Filosfofía, Ciencias y Letras, donde estudiaba. Una carrera de cuatro años, me llevó ocho, ya que distintas personas me pusieron todos los escollos habidos y por haber para impedirme llegar a la meta. Pero llegué. Como Joan Didion. Llegué. <br /> <p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esta semana terminé la
lectura de un libro de Joan Didion que en español fue titulado: <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">LO
QUE QUIERO DECIR<o:p></o:p></span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Es una recopilación de
textos ya publicados que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>contribuyeron a
su prestigio como escritora. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Uno de los que más me llamó
la atención, por su expresión clara y contundente, se refiere a un hecho puntual
de su vida y se llama:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Cuando
te descarta la Universidad que preferías<o:p></o:p></span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Lo tomó a partir de la carta
en la cual el Director de Admisiones Rixford K. Snyder- escrachado con nombre y
apellido-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>le comunicó que no la aceptaban. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Es un gran disgusto de su juventud que, ya
alejada de la vorágine del momento, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>analiza con más profundidad y criterio.
Incluso se pregunta si hubiera sido más feliz en Standford o <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>si la vida le fue ofreciendo otras variantes
que le dieron lo mismo o mejor.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Su artículo me hizo
reflexionar indiscutiblemente sobre mis propias experiencias: mi accidentada
carrera universitaria, en plena época de dictadura, me llevó ocho años, en
lugar de los cuatro tradicionales. Como no tenía plata, ni familia solvente, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>trabajé
-siempre– para vivir. Iba a estudiar al <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Instituto
de Filosofía Ciencias y Letras, </b>con muchísimas dificultades, porque como no
tenía auto, ni nadie que me acercara hasta el Instituto, usaba el riguroso “4”-
un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">trole </i>que llegaba a veces sí, y a
veces, no, porque se quedaba a mitad de camino y el “guarda” tenía que bajarse
a colocarle los cables en los rieles. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los inconvenientes fueron copiosos
y de todo tipo. No tuve que dar examen de ingreso o aceptación porque el
Instituto era privado y lo pagaba como podía. Sin embargo, entre los copiosos
hubo por los menos cuatro, que estuvieron <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por dejarme afuera sin título de nada. Sigo
agradeciendo a personas competentes, y serviciales que no me abandonaron y que
me hicieron recapacitar haciéndome sostener aunque fuera de un hilito
imperceptible para terminar la Licenciatura.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Menciono cuatro que fueron
muy destacados, pero para no aburrir, me voy a referir únicamente al primero. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Verdana; mso-bidi-font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: Verdana;"><span style="mso-list: Ignore;">1)<span style="font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">Secretaria que no
me dejaba llegar unos minutos tarde/Impertinencia en la contestación.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Verdana; mso-bidi-font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: Verdana;"><span style="mso-list: Ignore;">2)<span style="font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">Examen práctico
donde<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la docente no aceptaba mi
propuesta.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Verdana; mso-bidi-font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: Verdana;"><span style="mso-list: Ignore;">3)<span style="font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">“ <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Bochazo</b>” en una tesina sobre Felisberto
Hernández- que en su momento no era eliminatoria, sino complementaria de los
escritos del año-, y, donde fui evaluada por un tribunal de la dictadura ( no,
por el profesor del año, que había sido destituido por “ser de izquierda”, ni
por el docente que me guió después de su destitución, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ni por un tribunal competente que supiera cuál
había sido el proyecto directriz que había guiado mi trabajo.) <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Verdana; mso-bidi-font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: Verdana;"><span style="mso-list: Ignore;">4)<span style="font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">Despido de un
trabajo cuyo ingreso era imprescindible. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Voy al primer <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">inconveniente</b>-por llamarlo con
suavidad-<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Como ya mencioné
una carrera de cuatro años me llevó ocho. Tuve que partir los años en dos, por
lo tanto, rendía más o menos cuatro materias por año, y las otras, las dejaba
para el siguiente.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El año en
cuestión era tercero. Me faltaban, por lo tanto, un año y poco para concluir
los cursos presenciales. Estoy refiriéndome a la década del 70 del siglo
pasado. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Todos</b> los cursos eran
absolutamente presenciales, no hubo ninguna pandemia que pusiera en marcha
cursos a distancia, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ni soñábamos con
cursos por zoom ni nada por el estilo porque ni siquiera teníamos internet. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Estaba cursando
“Psicología evolutiva” en la primera hora. No recuerdo exactamente si tenía que
llegar a las 5 o a las 5.30. Lo cierto es que con el transporte precario que
tenía, nunca llegaba a tiempo para el comienzo. Una secretaria, me paró antes
de entrar a clase y me preguntó porqué llegaba tarde. Le dije que mi horario de
trabajo no me permitía llegar en hora, y que tenía permiso de la docente para
hacerlo. No hubo caso, me exigió que llegara en hora o dejara de estudiar. Así
nomás. Tuve que dejar la asistencia a la materia, y eso, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>me atrasó un año.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">De la misma
manera que Joan Didion recuerda rencorosamente al jefe de Admisiones que le
impidió entrar a Standorf, mientras otras colegas suyas habían entrado sin
dificultades, yo recuerdo a esta secretaria- <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que estuvo al borde de dejarme sin carrera. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Muchas fueron las
pruebas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que, como las ordalías de Dios
amenazaban con quemarme los pies y el alma, pero seguí. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Después que
obtuve el título, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pude dejar todos los
trabajitos precarios, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para dedicarme a
la docencia. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Joan Didion: ¡No
sabés cómo te comprendo!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-79952687947250518632022-03-28T10:08:00.001-07:002022-03-28T10:10:58.759-07:00 "LA CHIMBA DE LA RADIO" <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">"LA CHIMBA"<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0w-G1-BLe18DNyh7tEr8UrNuw7H29r4gxCxhZ7FHHSaGkMpaCVDcKgCNoyof_kKg0MYjQhR9DxsPP7hznJcLYm9lnkE8vQ_idEg7SVHwP4dEtgRZHYgiOLsx_PfGJiu3jjMMBdN9kYU-EevMUBoz6H_vGh6N4r1a1reAcbEPBaW11ansWoBqE1yXCjg/s1003/Chelita%20Linares%20La%20Chimba%20en%20foto%20de%20su%20juventud.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1003" data-original-width="758" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0w-G1-BLe18DNyh7tEr8UrNuw7H29r4gxCxhZ7FHHSaGkMpaCVDcKgCNoyof_kKg0MYjQhR9DxsPP7hznJcLYm9lnkE8vQ_idEg7SVHwP4dEtgRZHYgiOLsx_PfGJiu3jjMMBdN9kYU-EevMUBoz6H_vGh6N4r1a1reAcbEPBaW11ansWoBqE1yXCjg/s320/Chelita%20Linares%20La%20Chimba%20en%20foto%20de%20su%20juventud.jpg" width="242" /></a>CHELITA LINARES</div><br /> <p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;">A </span></b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;">Chelita, la</span><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"> conocí en la
farmacia York (Cerro Largo y Minas), del barrio de mi infancia, El Cordón, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que siempre quedó indeleble en mi memoria.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">___________________________________________</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"> <span style="font-size: medium;">Su figura, su encanto, y sus caramelos,
poblaban mi imaginación tanto como su personaje <i>La Chimba</i> de Radio Carve.
Todos los días, pasaban un episodio donde ella campeaba con una gracia inigualable.
En realidad, el programa se llamaba—según lo que pude averiguar—<i>Doña Nora, Paulina y los chicos</i>— pero
para mí siempre fue <i>La Chimba</i>, porque
siempre se impuso ella, con su don de gentes. Se decía—jocosamente— que en todas las casas
había una Chimba. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: medium;">Cuando murió mi madre, y
perdí su amor, el barrio, la escuela, los juguetes, las clases privadas, el entorno, y todo lo que significó mi
infancia, me llevé conmigo a <i>La Chimba.</i>
En la casa paterna, también se seguía.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: medium;">Hurgando en internet,
encontré más datos, y, con el afán de seguir rescatándola del olvido, aquí van
algunos, aunque para mí seguirá siendo—siempre— <i>La
Chimba </i> <i>de la radio</i>. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: medium;">Su verdadero nombre fue:
Roma Margot Ruggiano Fortunatto* ( Hay dos grafías para este apellido:
Fortunatto y Fortunallo se debe verificar cuál corresponde). Hija de Margarita Fortunatto
Spinelli y Vicente Ruggiano.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: medium;">Fue la estrella indiscutible
de CX16 Radio Carve y de Tienda El Polvorín.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: medium;">Nació en Montevideo, el 27
de julio de 1923<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: medium;">Su debut en radio fue el 1º
de julio de 1943 en la fonoplatea de CX32 Radio Águila (instalada en la casa de
Galicia) hoy, Radiomundo. Para los que no saben lo que era una “fonoplatea”,
les comento que eran lugares similares a los teatros, pero, como aún la televisión no tenía
la difusión que cobró en las décadas posteriores, las radios— dueñas
indiscutidas del éter—, presentaban sus espectáculos. A mi madre le gustaban
mucho. Eran los entretenimientos del momento, y me llevaba siempre que sus
actividades como partera se lo permitían. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: medium;">Cuando yo conocí a Chelita,
allá por la década de 1950, en la
farmacia York, yo ya sabía que era <i>La
Chimba de la radio, </i>y la contemplaba con una secreta admiración que nunca le manifesté. Vaya ahora este recuerdo afectuoso, para la
mujer que supo dar alegría en sus
episodios radiales.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: medium;"> Cuando murió mi madre, mi padre me vino a buscar y marché con unos pocos petates para la ciudad
de La Paz, Canelones, donde él tenía –instalada en el garaje- una colchonería. En
esa casa, había dos radios, una en la cocina diaria, y otra en un cuartito—al costado de mi dormitorio—. Esa
radio, era la que yo utilizaba para escuchar <i>La cinta de oro— </i>popular programa de la radio Centenario que se
pasaba varias veces al día, y por supuesto, a <i>La Chimba—</i> mucho más popular que <i>La cinta de oro—<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: medium;">Mi memoria no retuvo todos
los avatares del programa, pero sí el hecho de que terminaba siempre con un
portazo de <i>La Chimba, </i>que por sí o
por no, se enojaba y se iba de esa manera. Tenía un novio:<i> el Tola</i>, había también otros personajes, pero ella era la dueña
indiscutible del episodio.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: medium;">Bromista, alegre,
disparatada, y llena de bemoles, campeaba como dueña indiscutible.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: medium;">Este mes de marzo, es el mes
de la mujer. Me pareció del caso, resucitarla y traerla a colación como una de
las mujeres uruguayas que dieron todo de sí, y que hoy en día se las recuerda—a
veces—poniendo su nombre a alguna callecita o pasaje olvidado en el nomenclátor
de la ciudad. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: medium;">Allá marché yo a buscar ese
pasaje al cual le pusieron su nombre, pero, lamentablemente no lo encontré. Sí
encontré a Frida Kahlo, a Enrique Almada y algunos más, pero, no a la
incomparable Chelita Linares, que merecería mucho más que el nombre en una
callecita o pasaje olvidado donde nadie sabrá ni siquiera quién fue.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEEtcNDguCK_6_-saOxic9aGetYZSwWNyNkP-mtBAlkMzq49vOeGnB_WPGjoeT1oiTCkYBahvOzQ1vLgyDUED6N4ZCiQmiVKVH0uMqLokExOVEBOJ64Pk9-x-yQ3AuJ-PH6rI3L1_0811nyrnOJ5YzLqQv5M9EuYQ4Jks6PIUY5gEWl8ef6CUSyvFEPQ/s2560/Pe%C3%B1arol%20sigue%20la%20farmacia%20York%20del%20barrio.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="2560" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEEtcNDguCK_6_-saOxic9aGetYZSwWNyNkP-mtBAlkMzq49vOeGnB_WPGjoeT1oiTCkYBahvOzQ1vLgyDUED6N4ZCiQmiVKVH0uMqLokExOVEBOJ64Pk9-x-yQ3AuJ-PH6rI3L1_0811nyrnOJ5YzLqQv5M9EuYQ4Jks6PIUY5gEWl8ef6CUSyvFEPQ/w320-h240/Pe%C3%B1arol%20sigue%20la%20farmacia%20York%20del%20barrio.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="font-size: medium;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: medium;">Gracias a todas las que de
una manera u otra, luchan por el reconocimiento de estas mujeres que marcaron
la historia del país.</span></span><b style="text-align: center;"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: medium;"> </span></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span lang="ES-UY"><span style="font-size: medium;"> </span></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b><span lang="ES-UY"><br /></span></b></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b><span lang="ES-UY"><br /></span></b></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>Farmacia York- Cerro Largo y Minas-</b></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b><span lang="ES-UY"><br /></span></b></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b><span lang="ES-UY"><br /></span></b></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b><span lang="ES-UY">CHELITA LINARES INFORMACIÓN ENCONTRADA</span></b><span lang="ES-UY">:</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: medium;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: medium;">Info de un blog:</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: medium;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><a href="http://creauruguay.blogspot.com/2015/04/chelita-linares-una-actriz-humoristica.html"><span style="font-size: medium;">http://creauruguay.blogspot.com/2015/04/chelita-linares-una-actriz-humoristica.html</span></a></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: medium;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: medium;">Chelita dialoga con Chola Ortiz</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: medium;"><a href="https://www.historiadelamusicapopularuruguaya.com/archivos/hmpu1017casino.pdf">https://www.historiadelamusicapopularuruguaya.com/archivos/hmpu1017casino.pdf</a><u><span style="color: #0563c1; mso-themecolor: hyperlink;"><o:p></o:p></span></u></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: medium;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: medium;">Fui a buscar la
calle especialmente para sacarle una foto a la placa. El lugar es por donde el
diablo perdió el poncho (De San Martín para allá); no encontré el nombre. Lamentablemente. Sí
encontré la calle Frida Kahlo, la calle Diego Rivera, la calle Enrique Almada
(son más bien pasajes).</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: medium;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><a href="https://www.gub.uy/junta-departamental-montevideo/comunicacion/comunicados/nomenclator-8"><span style="font-size: medium;">https://www.gub.uy/junta-departamental-montevideo/comunicacion/comunicados/nomenclator-8</span></a></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: medium;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="background: white; font-family: "Segoe UI", "sans-serif";"><span style="font-size: medium;">“La JDM designó con el nombre de Chelita Linares
el Pasaje Peatonal 3, paralelo al sureste de la calle Julián Murguía y al
noroeste del pasaje Frida Kahlo. Linares fue una estrella de la radiofonía
uruguaya cuya actuación en el número titulado “Doña Nora, Paulina y los
chicos”, libretado por Wimpi, donde interpretaba a “La Chimba”, fue la más
escuchada en su horario en siete de los diecisiete en que duró la audición. “<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="background: white; font-family: "Segoe UI", "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="background: white; font-family: "Segoe UI", "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="background: white; font-family: "Segoe UI", "sans-serif";"><span style="font-size: medium;">Datos sobre el libretista de <i>La Chimba</i> y otros personajes que fue conocido con el seudónimo de
Wimpi. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: medium;"><span lang="ES-UY"><a href="https://studylib.es/doc/6805570/garca--arthur-n"><span style="background: white; font-family: "Segoe UI","sans-serif";">https://studylib.es/doc/6805570/garca--arthur-n</span></a></span><span lang="ES-UY" style="background: white; font-family: "Segoe UI", "sans-serif";"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="background: white; font-family: "Segoe UI", "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="background: white; font-family: "Segoe UI", "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="background: white; font-family: "Segoe UI", "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="background: white; font-family: "Segoe UI", "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY" style="background: white; font-family: "Segoe UI", "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-UY"><span style="font-size: medium;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;"> </span></span></b></p><p></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-82429566623929061992022-03-08T16:20:00.004-08:002022-03-08T16:25:26.631-08:00¡ADIÓS, CARNAVAL!<p><br /></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span lang="ES-UY" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">5 de marzo
del 2022<o:p></o:p></span></b></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span lang="ES-UY" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"> </span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span lang="ES-UY" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"> </span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj9UZfdbbWVGtPkInSg9kPGhISNM-cnPTVQkqPd-0YdK-0v_kzVSg5NQP3GCNnIsMIaUkmsia3bWquC6zDIWTZIp_KMUvOpSV25vjyHaHNwtkrXIPWDJaaqAwkprJ4zh5hg8iqTjhNFjcv0xVTQHv8wnqskl5zEC2etRIn33exc7QmngZDpVcr7URKXkw" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="240" data-original-width="320" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj9UZfdbbWVGtPkInSg9kPGhISNM-cnPTVQkqPd-0YdK-0v_kzVSg5NQP3GCNnIsMIaUkmsia3bWquC6zDIWTZIp_KMUvOpSV25vjyHaHNwtkrXIPWDJaaqAwkprJ4zh5hg8iqTjhNFjcv0xVTQHv8wnqskl5zEC2etRIn33exc7QmngZDpVcr7URKXkw" width="320" /></a> La farmacia York del barrio</b></div><b><br /></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Como ya saben, una de mis aficiones
es el carnaval, probablemente, por influencia materna, porque solían hacerme
disfraces para los bailes infantiles o el tablado.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">— ¿De qué estás disfrazada? Me
preguntaban. Y yo contestaba: de “bailarina rusa” o de “bailarina de ballet”,
que son los atuendos que más recuerdo.
Curiosamente, otra de mis aficiones—mientras pude— fue bailar. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Bailar me produjo siempre una
enormísima alegría. Puedo decir que el
baile me transportaba al éxtasis. Ni más
ni menos. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Cuando era soltera solía concurrir a los bailes del
pueblo, o del pueblo vecino. Nunca “planché”—, porque según mi padre, “era vistosa”—algo
así como de “buen ver”—. Y yo, marché con ese juicio paterno el resto de mi
vida. Es decir que por ser
“vistosa”, siempre era invitada a bailar
y no paraba hasta que me decían que había que irse—. Ahora, aunque ya no puedo
bailar como antes, y aunque el rock y el
twist se convirtieron en absoluto
pasado, a veces, intento dar algunos
pasos de bolero lento. La verdad, es que
después de casada, bailé muy poco. Casi nada. A mi esposo no le gustaba,
únicamente lo hizo en la época de conquista, para acercarse a mí, pero después
pasó a la historia, con enormísimo pesar de mi parte. Ahora necesitaría un buen bailarín,
`preferentemente joven, —porque de lo contrario, no bailaría— alto, delgado, sin tatuajes, con buen olor,
gusto, y tacto. ¡Casi nada! ¿No? ¡Por
eso bailo sola! <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En cuanto al carnaval,—como ya lo
dije— a mi madre y a mi tía les gustaba disfrazarme y llevarme a los bailes
infantiles de la época. Hace unos años fui al Palacio Peñarol en una visita
patrimonial y vi que aún permanecía la “farmacia York” de la esquina de Cerro
Largo y Minas. Allí concurría, más de una vez disfrazada, donde me atendía “La Chimba”- Chelita Linares- siempre con su
estupenda amabilidad.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> Hace años, empecé a ir en calidad de abonada,
al teatro de verano Ramón Collazo — como todas las actividades culturales
populares—tuvo un importante receso de dos años debido a la pandemia. Cuando se
empezó con el concurso, se nos exigió certificado de vacunación contra el virus.
El tapabocas, que era un elemento que únicamente veíamos usar a los chinos, se convirtió
en parte del atuendo diario. Hay quienes—incluso— lo combinan con lo que llevan
puesto. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por otra parte, se sumó el mal estado del clima, que nos tuvo
a mal traer con las suspensiones. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ya comenzó la <b><i>liguilla</i></b>—la selección de
los que el jurado consideró los mejores—.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> No me agradó en absoluto que me dejaran afuera
a los honguitos que tenían un espectáculo tan digno como otros. En el resto,
más o menos, coincidí. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">De todos modos, hubo tres elementos
que me molestaron muchísimo:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">1) El sonido ensordecedor, excesivo,
duro, altísimo, a tal punto, que muchas
veces impide entender la letra.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">2) Además, a cada rato, arrojan papeles. No son los papelitos antiguos, sino
unos papeles más grandes que tiran con una especie de “bomba”, causando
muchísima mugre, y mucho desconcierto, —
no se sabe ni la procedencia ni el motivo de tanto papeleada al santo pedo —. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">3)Por último: las letras de casi
todos los conjuntos se poblaron de palabrotas —además— noté varios “ <b><i>hubieron”
</i></b>y <b><i>“primer comparsa”</i></b>. Tanto en las letras de algunos conjuntos
como en los comentarios de los comunicadores. Una enormísima pena. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Tiro un pronóstico?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Primer premio murga:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La clave / la Cayetana/ la Gran
Muñeca, o la Trasnochada. (Y en ese orden).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Primer premio comparsa:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Yambo Kenia o C1080<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Primer premio humoristas:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">No sé. No me hicieron reír mucho.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Primer premio revistas:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Tampoco sé. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esperemos con fe los resultados,
mientras tanto, sigamos puteando por el sonido desmedido—yo llevo tapones—el
papeleo al santo botón, el vocabulario soez y la falta de sintaxis adecuada. No queda otra. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¡Adiós, carnaval! <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-10807222812009769222022-01-20T14:12:00.000-08:002022-01-20T14:12:51.917-08:00DESPUÉS DE LAS FESTICHOLAS <p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"></span></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEixgh0Lw4yHD6DXm8behHwZCPa_CdBYpMI109Y-as0Sjx8osZRoNWtFSPX2FVxBV4bDtHoT-43TM7XhW58TTw4bri1Djh_-4d1Zw-agkbljTQkWJZmkIhJDP4S6yZcNkfXPPlLr5deUCYwtQJHJJjHL8VMwGunXfkUiTFTJ5rVclEzuPgYpznGbhcV7Ng=s442" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="295" data-original-width="442" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEixgh0Lw4yHD6DXm8behHwZCPa_CdBYpMI109Y-as0Sjx8osZRoNWtFSPX2FVxBV4bDtHoT-43TM7XhW58TTw4bri1Djh_-4d1Zw-agkbljTQkWJZmkIhJDP4S6yZcNkfXPPlLr5deUCYwtQJHJJjHL8VMwGunXfkUiTFTJ5rVclEzuPgYpznGbhcV7Ng=w320-h214" width="320" /></a></b></span></div><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> Ataviada como corresponde </b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><br /></span></b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><br />Q</span></b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;">ueda un letargo
decepcionante que, unido al intenso calor, forma un vaho pegajoso difícil de
soportar.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pero acá estoy, volviendo a teclear
para colgar algo en mi blog, al que hace tiempo tengo abandonado. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Unida a la sensación de verano
apestado, rodeada por el Covid que no cede para nada, decido ver-de mañana-
algún programa de televisión que sea potable. Craso error. No hay nada. Son
cada vez más pavos, bromean entre ellos, jujujujajaja, pero no traen ninguna
nota de interés, ni siquiera la de los argentinos que nos visitan para hacerse
algún manguito con el teatro. Nada de nada.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Resignada, termino buscando un
alguito en Netflix. No me queda otra. Pero como tengo que escribir vuelvo
a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pensar: ¿con qué largo? ¿Con las pelis
que vi? ¿Con los libros que leí? Me decido por los libros.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Me prestaron un libro a fin de año
que leí con mucho interés. Se llama: “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lo mucho que te amé</i></b>”, del argentino
Eduardo Sacheri, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y, como todo lo que
leo, no verifiqué nada del autor, ni de su origen, ni de su formación, porque
todo lo que hubiera hecho, habría contaminado la lectura. Así que nada. Lo leí,
me gustó mucho, y, por eso, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>busqué otros
títulos del mismo autor. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Es argentino, moderno, escribe
“suelto”- no se ata a consignas, por lo menos, yo no las noté- Busqué en
librerías y encontré este título: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Papeles
en el viento.</b><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Yo no soy futbolera; apenas puedo
decir que heredé el cuadro de fútbol de mi viejo, que, cuando era chica, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>me llevaba a la cancha a ver al cuadro de sus
amores. De esa manera, me acostumbré a ver a mi padre disfrutando de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una de sus pasiones, y, de paso, yo ligaba
alguna banderita de papel con los colores y las estrellas correspondientes.
Debo haber sido muy chica, porque recuerdo que los hinchas se reían cuando yo
decía algo así como “¡Viva peñañol!”, provocando las risotadas de mi viejo
treintaitrecino, y las de sus amigos. No me acuerdo de mucho más que de los
colores y las estrellas. Por algún lado, tengo la bandera, la vincha, la
camiseta, y, en el perchero delantero está el gorro de arlequín. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo usé alguna vez, cuando en el colegio, se
hacía la famosa “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">spirit week</i></b>” y nos tocaba usar vestimentas futboleras. Allá
marchaba yo, dispuesta a las chanzas que un buen amigo, pintor, y profesor de arte,
dejaba plasmadas en el consiguiente anuario, con una frase que no correspondía:
“¡Viva Nacional!” (Que era su cuadro, no el mío). <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esta novela, por el tema, podría
haber sido futbolera, pero va más allá de eso porque<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>relata las vicisitudes de un grupo de amigos
de barrio, que se meten a sacar adelante un proyecto descabellado. Como todos
los proyectos, cuando no se tiene con qué, hay que agotar los recursos del
ingenio para lograr un propósito muy <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>noble, pero inusual.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y lo hacen con tanta convicción, que
nos lleva- a nosotros los <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lectores
también- a través de ese mundo variopinto donde todo es posible porque la
voluntad lleva adelante, todo lo propuesto, porque no hay nada más fuerte que
un propósito firme. Y este lo es. Muy firme.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Lean el libro, cómprense algún otro,
y después me cuentan.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-75180949214142830932021-10-22T21:39:00.000-07:002021-10-22T21:39:08.546-07:00EL OLVIDO QUE SEREMOS <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVXm0SwpCEhSMi84Zgy4A5IRVE7LBjFLbXPSSrTKUkHqxnvXSnR0McZTqgVP-36jwd1LZ9hmGBzv_KjfWFIVVxovENzMhzkdLn0v59Moeu_iPUpZQXJ-YAb8sPeshBVsf1Sb8m9PNHYQCH/s3307/20211017_190436.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3307" data-original-width="2882" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVXm0SwpCEhSMi84Zgy4A5IRVE7LBjFLbXPSSrTKUkHqxnvXSnR0McZTqgVP-36jwd1LZ9hmGBzv_KjfWFIVVxovENzMhzkdLn0v59Moeu_iPUpZQXJ-YAb8sPeshBVsf1Sb8m9PNHYQCH/s320/20211017_190436.jpg" width="279" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">“El olvido que seremos”-
libro escrito por el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince- me trajo a la
memoria, dolorosamente- la historia de mi vida. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Es un libro sumamente
conmovedor, porque <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el hijo rememora-con
amorosa dedicación- <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al padre asesinado
en Medellín, Colombia, el 25 de agosto de 1987. Yo vi antes la película, que
está en Netflix y, aunque bien realizada me llevó a comprar el libro que le dio
origen. Y no me equivoqué. No es casualidad que el libro sea superior a la
película, porque es imposible realizar un filme con todos los altibajos de la
narración. Sobre todo, en este caso, porque se trata de algo tan doloroso como
rememorar el asesinato—impune hasta el momento— del padre.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Al hijo, le llevó años procesar
ese asesinato y poderlo poner en palabras como una manera de “resucitar” al
muerto. Aunque, —todos lo sabemos— es un hecho imposible de realizar. Si bien,
las palabras pueden reproducir el dolor de los hechos y la memoria de lo
acontecido, no hay manera posible de dar marcha atrás en un asesinato. ¿Quién
fue? ¿Quién fue la misteriosa mujer que vino a buscar a Héctor Abad Gómez (padre)
para hacer un discurso por un asesinado? ¿Cómo se prepararon? ¿De dónde sacaron
las armas? Insistieron con muchos tiros —no para herirlo, sino para
liquidarlo—. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y también mataron a su
alumno dilecto, Leonardo Betancur, —entrando al local— para abatirlo. Hay interrogantes
que no están resueltas. Lo cierto es que el hijo con un destreza narrativa
inusual, nos pasea por la niñez, la juventud, la edad adulta y nos presenta a
ese padre fuera de serie que lo cobijó—único hijo varón entre varias hermanas
mujeres— y que lo educó para el bien— sin lugar a dudas—. Además, nos hace
vivir el paisaje agreste de la finca, y las vicisitudes de la universidad en un
mundo en llamas, siempre preparado para el ataque y para provocar el odio y la
muerte.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Mario Vargas Llosa, dice en
la contratapa:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">“La
más apasionante experiencia de lector de mis últimos años”.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En mí, el libro, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>prendió de una manera absoluta. Quizás porque
pasé por una situación similar; y por eso, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tocó las fibras más sensibles de mi alma. Esas
fibras que yo me he empeñado en ocultar, lo mejor posible, porque sé que a
nadie le va a importar lo que sufrí, y tampoco después de tanto tiempo, podré
encontrar la debida justicia. Sé <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el porqué,
vi el cómo, y no me quedó más <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nada que
resignarme a lo que vino después y salir adelante, sin madre, con<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la familia paterna con la cual jamás había
vivido. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Cuando mi madre murió en
horrorosas circunstancias, yo tenía apenas nueve años y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tuve que crecer de manera vertiginosa de un
día para otro. Supe que nada sería igual. Que mi vida daría un vuelco
irremediable hacia <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>muy oscuras manifestaciones
ignoradas hasta ese entonces. Y fue así. De golpe. Me sirvió de catapulta
dolorosa para darme cuenta de que debería luchar con una fuerza inusitada para
salir adelante por mis propios medios. Yo no provengo de una familia
organizada, como la del escritor. La mía es una familia de “Los míos, los tuyos
y los nuestros”— como la comedia— y nunca pude organizarme —ordenadamente— ni <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con mis hermanas maternas, (ya fallecidas) <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ni <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con
las paternas. (Por eso lo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de: “los míos,
los tuyos y los nuestros”). Para colmo de males, tampoco pude establecer un
árbol genealógico “prolijito”. Para nada. Ni siquiera sé el nombre del padre de
mi padre—que era negro retinto, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pobre,
con un ojo de vidrio—, (como supo señalarme una coterránea de La Paz,
Canelones).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Tengo pensado en algún
momento hacerme un análisis de ADN, para ver qué tal ando con los posibles
antepasados, que no conocí, ni conoceré porque ni siquiera tengo los nombres. Apenas
conozco los de mis abuelos: Inocencio Tabárez y<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>María Rosende (maternos). Los paternos fueron Elivia Segovia y algún
desconocido que fue el padre de mi padre <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>—que para colmo de males— llevó ese único
apellido materno: Segovia. Supe que cuando vino de su Treinta y Tres natal, arrancó
con el apellido “García”—uno de los maridos de mi abuela— pero después no sé
cómo ni cuándo ni porqué, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>optó por el
“Segovia” materno y nada más. Así de simple.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El libro de Héctor Abad
Faciolince, no tiene esos vericuetos. Todos aparecen con historia. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Narra con mucha fluidez<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los cuentos familiares, las peripecias y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las relata con soltura y con muy buen humor,
por cierto. Van como muestras dos ejemplos: <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">“Creo
ver en la mente de mi abuela Victoria, y también en la de mi mamá, una cierta
conciencia atormentada por la contradicción de sus vidas. La abuela y mi mamá
siempre fueron, por temperamento, profundamente liberales, tolerantes,
avanzadas para la época, sin una brizna de mojigatería. Eran alegres, vitales,
partidarias del gozo antes de que nos coman los gusanos, patialegres, coquetas,
pero tenían que ocultar ese espíritu dentro de ciertos moldes externos de
devoción católica y pacatería aparente”. (p.83) <o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Otro episodio ejemplar—narrado con gracia y
gentileza— <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>presenta al padre que entra,
sin previo aviso, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en la habitación
cuando el jovencito está masturbándose: <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">“Perdón,
no sabía que estabas ocupado”. Eso me dijo una tarde calurosa de verano mi
papá. Había llegado a la casa con un libro de regalo, la biografía de Goethe,
que más tarde me entregó (todavía la tengo y todavía no la he leído: ya le
llegará el día), pero al entrar él, yo estaba dedicado a ese ejercicio manual
que para todo adolescente, es un delicioso apremio impostergable. Él siempre
tocaba la puerta antes de entrar en mi cuarto, pero ese día no tocó, venía muy
feliz con el libro en la mano, estaba impaciente por entregármelo, y abrió. Yo
tenía una hamaca colgada en el cuarto y estaba echado, en pleno ajetreo,
mirando una revista para ayudar con los ojos a la mano y a la imaginación. Mi
miró un instante, sonrió y dio la vuelta. Antes de cerrar la puerta, me alcanzó
a decir: “Perdón, no sabía que estabas ocupado”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(p.161)<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El episodio no concluye acá,
vale la pena, leer todo el libro, por eso, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no voy a cita más texto, estos fragmentos o
salpicones<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para dar una idea de la
maestría del escritor. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El libro, hay que leerlo. Es
toda una experiencia que vale la pena. Y la peli, hay que verla, aunque más no
sea para sacar conclusiones sobre las diferencias. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p><br /><p></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-43672327593239423512021-09-01T08:24:00.001-07:002021-09-01T08:24:57.001-07:00CORINTELLEANDO <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfK5qIdmXvD8rk7j4ChLfC4f9dJKGTK8IV_-eMGDU0-VAa9sSopGfncbjwmk6ueesBShFOT7twKjDTsc4rI2hq3NZAq8COJ1oTUejBuz-U1paj52Qtygm5kE1QOFpnGgsgycV-TBUAEG1E/s480/Corin+Tellado+Coraz%25C3%25B3n+ind%25C3%25B3mito.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="339" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfK5qIdmXvD8rk7j4ChLfC4f9dJKGTK8IV_-eMGDU0-VAa9sSopGfncbjwmk6ueesBShFOT7twKjDTsc4rI2hq3NZAq8COJ1oTUejBuz-U1paj52Qtygm5kE1QOFpnGgsgycV-TBUAEG1E/s320/Corin+Tellado+Coraz%25C3%25B3n+ind%25C3%25B3mito.jpg" width="226" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En una época en que se usan tanto los
imperativos como <i>santanderizate, </i>a mí
se me ocurrió que este gerundio inventado podía darme material para escribir.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Leí a Corín Tellado en mi
adolescencia. Alternaba las novelitas rosa con las de vaqueros. No quedaba
ninguna sin alimentar mis fantasías y mis múltiples deseos inverosímiles de
salir con el guapo de la moto rugiente, o el héroe de cine (a la televisión
llegué tarde). La Tellado me sirvió inocentemente para nutrir mis sueños.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Las novelitas eran previsibles, en
ellas todos los jóvenes eran altos, de buen porte, y las chicas hermosísimas. Los
argumentos,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lineales, tenían siempre un
desarrollo sencillo y por supuesto con finales felices. Las fantasías nunca me
aburrieron. Porque sirvieron (y sirven, aún ahora, en el ocaso de mi vida) de
alimento para el alma. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Es más, cuando<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>me enteré que Julio<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cortázar leía novelitas rosa me dio mucho
gusto, porque si un famoso como él, las leía, a mí no me considerarían tan
cursi. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Algunos títulos de las novelas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>servían para prever las historias:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">TE prefiero a ti<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El novio de mi hija<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Angustiosa esclavitud<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Orgullo y ternura<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Es mejor amante que marido<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Por qué te quiero así?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ambición<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Déjame contártelo<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">No quiero ser falso<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Dije que eran previsibles. Y lo eran.
Pero ¿quién no alimenta fantasías en algún momento de la existencia? Yo estudié
literatura, y de ahí también me habitué a las lecturas entre líneas de textos
que en apariencia eran épicos pero que analizando en profundidad, tenían actitudes
líricas en más de una ocasión.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Quién podía prever que en la Ilíada
hubiera instantes de ternura inusitada en un héroe troyano? Y, sin embargo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los hay. En el canto sexto, conocido con el
nombre de “Despedida de Héctor y Andrómaca”, el niño se asusta al ver al padre
vestido de guerrero y con el penacho que lo caracteriza como tal. Por eso, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>llora. El guerrero que también es padre, se
quita el casco para que el niño lo reconozca. Hace lo que cualquier padre haría
en esa ocasión: vuelve a su condición de padre para mimar al hijo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y corintelleando, tengo que afirmar
que: <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">“ El chico de la moto” <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se casó conmigo. La moto, una Suzuki 250 de
potentes niquelados nos paseó por todas las playas y nos duró más de dos años
después de casados. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por lo tanto, sigan
soñando inverosímilmente, porque la vida es una ráfaga que camina a pasos
agigantados y nos deja inermes en poco tiempo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> “Colorín colorado, este cuento se ha acabado”.</span><span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-3880869693492978422021-06-10T14:23:00.003-07:002021-06-10T14:33:55.388-07:00NOSTALGIANDO UNA CASA <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-2YjSmwAUQIghaR0RWP0_qYH125TRbIyGjb_pFb4Qp2KN6eVcJeW5LRzlXLHNfgioGIPW53gDgmnar9enm5IZ8llmkYsQYfoU_vPSe0s7hMhxsRX0zC1kL79VGtiHqpj1smTsBHXdYHwT/s400/La+primera+propiedad+horizontal+pagada+con+sangre+sudor+y+l%25C3%25A1grimas+al+bco+hipotecario+del+UY.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="266" data-original-width="400" height="303" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-2YjSmwAUQIghaR0RWP0_qYH125TRbIyGjb_pFb4Qp2KN6eVcJeW5LRzlXLHNfgioGIPW53gDgmnar9enm5IZ8llmkYsQYfoU_vPSe0s7hMhxsRX0zC1kL79VGtiHqpj1smTsBHXdYHwT/w455-h303/La+primera+propiedad+horizontal+pagada+con+sangre+sudor+y+l%25C3%25A1grimas+al+bco+hipotecario+del+UY.jpg" width="455" /></a></div><br /> <p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 16pt; line-height: 107%;">H</span></b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">ace un tiempo
escribí este texto sobre las casas donde viví. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY"><a href="http://cosasdeviejucin.blogspot.com/search?q=nostalgiando+casas"><span style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">http://cosasdeviejucin.blogspot.com/search?q=nostalgiando+casas</span></a></span><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">E<span style="font-size: large;">sta vez, voy a revivir una
de ellas. Quizás fue la que —al mismo tiempo que nos sacó canas verdes para
poder pagarla—también fuimos muy
felices. Marcó una etapa de la vida: la de los sacrificios y los logros: los
títulos profesionales, por ejemplo, los obtuvimos y festejamos en ese lugar,
con amigos que nos acompañaban en todo. Era la alegría de la primera propiedad
comprada con enormísimos sacrificios. Lo sabíamos, pero éramos jóvenes,
vivíamos en un barrio pacífico, rodeados de buenos vecinos, con un quiosquito
en la esquina instalado en un minúsculo sitio. En las décadas del 70 y 80, los
garajes se convertían en: saloncitos; videoclubes; quiosquitos, donde se
vendían golosinas, cigarros y se “levantaba” la humilde quiniela—que siempre fue
el juego de la gente pobre que llevaba monedas en un pañuelito atado. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-size: large;">Ese primer texto tenía un
acápite de Julio Cortázar que rescato de la misma manera para esta vez:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222;">“Y no sé si les ocurre lo que a mí; yo me quedo con
las casas donde he sido feliz, donde he asistido a la belleza, a la bondad,
donde he vivido plenamente. Guardo la fisonomía de las habitaciones como si
fueran rostros; vuelvo a ellas con la imaginación, subo escaleras, toco puertas
y contemplo cuadros.”</span></i><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222;">(Julio Cortázar. “Casas” de “Cortázar de la A a la Z.
Un álbum biográfico”. P. 65)</span></i><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-size: large;">Y también rescato lo que
escribí sobre esa casa:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Si tengo que elegir entre las casas que más
nostalgias me provoca, creo que sale ganando la primera vivienda
que fue nuestra. En esa época, sentíamos que teníamos toda la vida por delante
y, quizás esa ilusión nos hacía felices. Estaba bien ubicada, a media
cuadra de Millán, y, de a poco, le fuimos dando vida. Lo primero fue la
biblioteca. Me la hizo mi padrino con soportes de Fumaya y estantes que
él pulió y barnizó, adquiridos en un remate. Recuerdo que después
que quedó instalada y que le puse los libros, me quedé un buen rato de noche,
contemplándola como un tesoro recién descubierto. El barniz tenía un olor
agradable que se diseminaba por toda la vivienda. Después cambiamos el antiguo
dormitorio usado, por otro –también usado-, pero más moderno de color
blanco tiza; - una <i>berretez</i> que me encantaba- En uno de mis
cumpleaños llegó – de sorpresa- mi escritorio. Siempre me encantó recibir
sorpresas gratas; mi marido lo sabía muy bien, y lo tenía en
cuenta, así que cuando tenía la más mínima oportunidad, me acercaba
alguna alegría inesperada. El escritorio-nuevo- lo fue. Era de madera, grande,
como el de un ejecutivo, sabía arrimarse de lo más confianzudo a la pared del
ventanal sin ninguna timidez. Hasta su llegada, había utilizado-me corrijo:
habíamos utilizado- la mesa del comedor de cármica, que era multiuso: allí
comíamos, leíamos el diario, escuchábamos la radio, y también estudiábamos. Del
mismo modo, de sorpresa, llegó un televisor PUNKTAL –enorme, blanco y
negro, con caja de madera-. A todo el mundo le sorprendía que hubiéramos pasado
tantos años sin tener uno. No era por snobs, sino porque preferimos pagar
la cuota del Banco Hipotecario- que comía todos los días con nosotros-, antes
que tener el bobero.<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Buscando la comodidad de un garaje propio
vinimos a dar a Punta Carretas.<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"> Pero la casa de mis recuerdos más gratos
sigue siendo la de El Prado. Esa primera que fue nuestra. Donde fui feliz sin
lugar a dudas. También como Cortázar, la recorro con la imaginación, subo
la escalera, le toco las puertas, le miro los
cuadros, y, sobre todo- me vuelvo a recostar, remolona, en el sofá-cama
del comedor, para ser –otra vez -joven y querida con pasión”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="font-size: large;">Agrego a manera de conclusión:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="font-size: large;">Fui a darme la primera dosis de la vacuna a la Casa
Galicia, y aproveché el viaje para pasar por mi antiguo y querido lugar.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="font-size: large;">La casa de mis recuerdos se desmereció con los
años, le agregaron un color rojizo—nosotros preferíamos el color blanco— y está
fortificada, de acuerdo a los nuevos tiempos donde los ladrones pululan por
todos lados. Ya no es la misma. Lamentablemente.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCViX7XIpLSNwY89RmfzFQjMgJIrutS6ohT0ACNwmh3dmnqeIvuEtXnfDtoDMNziZsUpLeDeIH1XGqgR8NI2N1U1QpynATOyQ0QMZ0LghjCNSh6x3pmICW4VoX7CghHbmTnADzoSmu3KIa/s2048/Primera+propiedad+2021.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCViX7XIpLSNwY89RmfzFQjMgJIrutS6ohT0ACNwmh3dmnqeIvuEtXnfDtoDMNziZsUpLeDeIH1XGqgR8NI2N1U1QpynATOyQ0QMZ0LghjCNSh6x3pmICW4VoX7CghHbmTnADzoSmu3KIa/s320/Primera+propiedad+2021.jpg" /></a></span></span></div><span style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="font-size: large;">Sin embargo, pese a que el barrio dejó de
serlo—como todos los barrios— y perdió su condición de vecindad amable, en mis
recuerdos, esa casa, con la chapa de abogado de mi esposo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>quedó blanca, sin
rejas ni cercas de seguridad, ligada —para siempre— a los mejores momentos de
mi existencia. No hay nada que se asemeje a los recuerdos de esos instantes
entrañables, que desaparecieron, pero <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que
perviven en la memoria selectiva como instancias únicas e inolvidables. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-12531999288809320662021-04-22T15:13:00.006-07:002021-04-23T10:21:16.619-07:00ENTRETENIMIENTO EN PANDEMIA: RELECTURA "CHINA PARA HIPOCONDRÍACOS¨" JOSÉ OVEJERO <p> </p><p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 12pt; text-align: right;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 8pt;">Aquí,
a lo lejos, podría inventarme, durante un tiempo, una nueva vida. Porque
viajar, como escribir, es eso: inventar nuevas vidas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para escapar a las limitaciones de la propia.”<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 12pt; text-align: right;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 8pt;">José
Ovejero “China para hipocondríacos” página 16<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 8pt;">(</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiy7wkwt227k-TYWIxsvXpTZtcf8OaC1eASjLUmw7uPWBPKTucz6FM9TJhjgOdKeaqPeBfddd6X8YyCg2xuUC3uceiLTaNJ9eq_pEyG6kXHCiq1oampIaEIQZOiFA10LHhd_Q-YaQUylTCM/s2048/China+para+hipocondr%25C3%25ADacos.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1504" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiy7wkwt227k-TYWIxsvXpTZtcf8OaC1eASjLUmw7uPWBPKTucz6FM9TJhjgOdKeaqPeBfddd6X8YyCg2xuUC3uceiLTaNJ9eq_pEyG6kXHCiq1oampIaEIQZOiFA10LHhd_Q-YaQUylTCM/w294-h400/China+para+hipocondr%25C3%25ADacos.jpg" width="294" /></a><b style="mso-bidi-font-weight: normal; text-align: right;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 8pt;"><o:p> </o:p></span></b></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 12pt; text-align: right;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 8pt;">(</span><b style="text-align: right;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 8pt;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;">S</span></b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">i un año antes me
hubieran hablado de este confinamiento, habría pensado—indudablemente— en un
rapto de locura. Sin embargo, nos hemos ido adaptando a vivir en él, y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a salir únicamente por necesidad. En mi caso,
en febrero, retomé las clases de Tai chi, en forma por demás precavida: bandeja
sanitaria, tomada de fiebre, práctica con tapabocas. Duró muy poco; el gim<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fue cerrado y lo que más hago son los <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mandados barriales, atiendo algún pariente
aquejado por el virus al cual hay que cocinar lo que pide—no siente ni huele la
comida—<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pero tiene que comer lo que le
apetece. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por estas circunstancias,
sin vacunarme aún, he leído —o releído— muchos relatos y novelas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Nunca me prohibieron
las<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lecturas. A los siete años, leí
“Crimen y castigo” de Fiodor Dostoyevski. Una obra que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>—probablemente— no esté recomendada para esa
edad. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Estaba—como muchas otras novelas—
en la biblioteca de mi madre, que, como todos saben era una mujer moderna,
desprejuiciada y sin ataduras de ningún tipo. Lógicamente a esa edad, no pude
hacer disquisiciones filosóficas;<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>me
quedé con el argumento del estudiante pobre que mata a una vieja usurera. Lo
filosófico lo capté después cuando la estudié en el liceo y en el instituto. Pero
¿y qué?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">También leí una novela
bastante subida de tono que se llamaba Annucha. No me acuerdo quién era el
autor. Recuerdo que contaba sobre una primera experiencia sexual de una mujer
que no quería llegar virgen a un matrimonio no deseado. Un tema muy común hoy
en día en las series de entretenimiento para <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">adolescentes y adultos</b> pero que no era nada trivial para la década
de 1950<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">.</b> <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">No pude volver a leerla. Se
la presté a una compañera de liceo y<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>nunca más me la devolvió. Supongo que le gustó porque —para la
época—rayaba en lo pornográfico. Supe entonces, —por esa novela— que la primera
experiencia sexual, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sería dolorosa
aunque me tocara debutar con el ser más cuidadoso y suave del mundo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De niña, la censura<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no me permitía—tampoco— ver determinadas
películas, pero cuando crecí, mi<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>altura
me permitió pasar por una chica de más edad,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>así que a los doce o trece años, ya veía pelis que estaban marcadas para
“mayores de 18”. Lógicamente, cuando he visto alguna ahora, me parece que
podrían haber sido vistas sin problemas. La censura nos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la marcamos nosotros con criterios francamente
deplorables que no nos sirven para educar a otro ser humano que debe leer<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y ver para entender y experimentar con <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>algunas posibilidades de la realidad o de la
irrealidad. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Puse un acápite de José
Ovejero al comienzo de este comentario. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">CHINA
PARA HIPOCONDRÍACOS</b>, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la escribió en
1998—Ovejero nació en 1958, por lo tanto, era un treintañero —. Recomiendo
leerla de punta a punta. Es un relato de viaje que vale la pena conocer. Él,
que no se caracterizó por ser intrépido sino todo lo contrario, se hizo ese
viaje a China para embeberse en <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su
cultura y sus costumbres. Y supo hacerlo de maravillas. Observó todo lo
observable y experimentó el amor. Ese sentimiento tan multifacético y escurridizo
que nos transporta a la alegría o a la pena y nos da sopapos de todo tipo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ahora, que no puedo viajar,
por la edad, por la falta de vacuna, por la pandemia y demás, volví a leer <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ese relato que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>me hechizó. Carga con la etiqueta de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">RELATO
DE VIAJES</b>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En estos momentos en que
podemos viajar únicamente con <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la
imaginación es un paliativo contra la tristeza. Ovejero nos lleva; nos presta
sus ojos para ver, su paladar para gustar, y, su juventud ávida para
experimentar. Como es un magnífico relator<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>nosotros podemos andar —con deleite— por estupendos caminos
inexplorados.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El libro, está ordenado en
capítulos. Es de lectura entretenida, amena, en cada uno de ellos nos asomamos
a las experiencias del narrador que recorre con ojos curiosos los lugares que
visita. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y allá vamos también nosotros,
los lectores, caminando los mismos caminos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El primer capítulo es por demás interesante:
“Las razones del viajero”. Ahí encontramos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la etimología de dos palabras alemanas de
difícil traducción: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Heimweh y Fernwheh. </i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Heimweh</span></i><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> es la añoranza
del hogar. El narrador<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pone como claro <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ejemplo<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>a los niños cuando no están en sus casas y se sienten desolados por la
falta de los lugares conocidos, el territorio de lo cotidiano. Pero también
describe lo que hicieron los esclavos al llegar a los lugares donde los
destinaban: elegían <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los árboles que se
asemejaban a los propios de sus tierras natales.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Fernwheh—</span></i><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">la otra palabra—<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>Es la añoranza de la distancia; un
dolor que se experimenta en la lejanía. No es únicamente<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>extrañar lo cotidiano sino lo conocido que
está lejano en el espacio. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por cierto que los conquistadores también
buscaban similitudes y al llegar, ponían nombres que les recordaban sus hogares
al otro lado del océano. De esa manera no se sentían tan extraños en un mundo
hostil y repleto de múltiples peligros. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Yo experimenté los dos
sentimientos. El de extrañar lo mío: mi casa, mi cama, mis muebles, mis libros,
mis juguetes, y el de extrañar lo que estaba lejano. La abrupta muerte de mi
madre, cuando tenía nueve años, me hizo experimentar un dolor inusual. No pude
dominar la sensación de angustia por muchos años; mi padre era un desconocido.
Muy autoritario con la hija mayor, que no se había criado con él, y que ya
pintaba como rebelde. Los primeros tiempos fueron dolorosos para mí. Después,
cuando empecé a trabajar a los quince años, el primer salario me independizó (aunque
la mitad iba para gastos de la casa y para la ayuda de las menores). <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El gusto por los viajes en
mí, también empezó desde muy chica, como el gusto por la lectura –que también
bien entendida es un viaje—.fue siempre, un afán por conocer otras culturas,
otras formas de vida. Hubo un libro que propició este gusto. Se llama “El Toro
de Minos”. Lo escribió el inglés Leonard Cottrel y narra las vicisitudes<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de Heinrich Schiliemann y Arthur Evans por llegar
a la Troya homérica. Schiliemann hasta novelescamente, fue capaz de —por
encargo— conseguirse <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una mujer griega
joven, amante de lo clásico, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para
convertirla en su esposa y llevarla a descubrir los mundos de la Ilíada. Logró,
después de muchas peripecias, desenterrar joyas y tesoros de tumbas. Además, se
encontraron los famosos escudos en forma de ocho, que se describen en las
narraciones y que cubrían todo el cuerpo del guerrero. Por supuesto que soñé
con viajar a Creta, a Turquía, a Troya y demás, pero<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>me tuve que conformar con los tesoros de los
mayas y los incas—que están en América—. A Perú fui varias veces, siempre con
la misma idea: conocer y experimentar. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">También fueron las razones
del viajero de José Ovejero: conocer, experimentar un destino remoto y
desconocido: China. Agregó a su viaje el incentivo de viajar con Renate— su
novia de entonces— que conocía sus altibajos, sus miedos, sus deseos, sus
ansias, y con la cual podría probar esa convivencia de todos los días en un
equipo de dos. Y así fue. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En inglés existe una palabra
cuyo significado podría ser similar al de las palabras alemanas que nombra
Ovejero: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">homesick.</i> En traducción
literal sería “enfermedad de la casa”. Y eso es lo que se experimenta cuando se
está lejos de lo cotidiano, y no hay ninguna similitud ni idiomática, ni de
comidas, ni de palabras que nos hagan sentir como en casa. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esas sensaciones de
extrañar, se calman únicamente con el regreso a la casa, a los olores
cotidianos, a las imágenes que nos reconfortan. A mí me ha pasado, que al
volver de Buenos Aires—una tierra que no me es ajena—<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>por Buquebús, al ver el cerro de Montevideo, me asalta una
sensación de alegría inusual. Sería capaz de bajarme y subir la colinita para saludar
y decir: "aquí estoy de vuelta, che, brindame un saludito;<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no me quiero ir más a ningún lado". Pero,
pasan unos días y ¡ Zás! Otra vez me asalta la idea de salir a conocer por ahí
otras tierras, otras costumbres, otras comidas, otros prójimos. Ahora, esta
pandemia, me impide salir campo afuera, por lo tanto, lo que me queda es la
relectura de libros como el de Ovejero. Es muy ameno, y puede leerse en forma
ordenada o no. A gusto del consumidor. Eso sí, conviene marcarlo a medida que
se va leyendo. Así se puede volver a él como a un itinerario de viaje. Otro
traslado posible <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en algún momento de la
vida. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></b></p><br /><p></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-10370745287582170472021-04-03T16:01:00.003-07:002021-04-05T11:11:32.939-07:00¡GRACIAS DE CORAZÓN!<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiywuhIDe0izS7TCJb7_bsSF9GO8X9IJEjS0zmUHg6n9_twbljCtnv6oJGh1b285XvY1OkeF739UD1JlilHgck_43BWrt17-3Yb0zQL3DCe7eAbxQUg5aBYsG2nrDb2MaAvHA_bALh_dhaL/s2048/Pilot%25C3%25ADn+amarillito+d%25C3%25ADa+de+salida+con+alegr%25C3%25ADa+como+ense%25C3%25B1a+Marie+Kondo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1946" data-original-width="2048" height="337" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiywuhIDe0izS7TCJb7_bsSF9GO8X9IJEjS0zmUHg6n9_twbljCtnv6oJGh1b285XvY1OkeF739UD1JlilHgck_43BWrt17-3Yb0zQL3DCe7eAbxQUg5aBYsG2nrDb2MaAvHA_bALh_dhaL/w355-h337/Pilot%25C3%25ADn+amarillito+d%25C3%25ADa+de+salida+con+alegr%25C3%25ADa+como+ense%25C3%25B1a+Marie+Kondo.jpg" width="355" /></a></div> Pilotín cargado de memorias <p></p><p><br /></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;">H</span></b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">ace tiempo leí un
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>libro de Marie Kondo sobre el ordenamiento
en <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una casa. Se refiere al orden de las
casas con <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>abundancia en todos los
aspectos. En muchos casos, esa abundancia obedece a un inútil <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>afán acumulativo que no tiene razón de ser si
nos ponemos a pensar en la efectividad. ¿Cuántos vestidos, pantalones o remeras
necesito?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En mi caso, casi siempre uso
los mismos por motivos diversos: son cómodos, son lindos, no me hacen tan
gorda, o porque sí. También me ha pasado que después de comprar algo, no lo uso
porque cuando me miro al espejo veo en mi lugar a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una ballena.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Más durante la pandemia. La
quietud obligada, me hizo ganar más kilos y la sensación ballenácea se
acrecentó.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Me <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cuesta bastante deshacerme de las prendas o
libros que aprecio. Los libros, porque forman parte de mi ser íntegro. Muchos
tienen dedicatorias que exhiben el aprecio de los autores. De esos, no me puedo
desprender. Otros, están dedicados por mi marido, que siempre andaba buscando
lo que yo quería investigar. Menos puedo dejarlos ir.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Sin embargo, hace un tiempo,
alentada por la Kondo, hice una drástica limpieza. Doné la mayoría de los
libros de gramática, los de lingüística, los de semántica. Me quedé con los
diccionarios más relevantes que también envejecen y se van quedando afuera,
porque en la actualidad hay muchos recursos tecnológicos que podemos utilizar
para ver si una palabra existe o si hay un sinónimo que nos evite repetirla. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Con la ropa me pasa algo
similar. Hay algunas prendas que uso desde hace años, por comodidad o por
sencillez y me cuesta desprenderme de ellas. No las abandono por ningún motivo.
<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Tengo un antiguo
pilotín<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que vino en una bolsita plegable
para guardarlo cuando no se usa. Es probable que tenga más de veinte años, —ya
perdí la cuenta—, pero en su momento y aún ahora, es moderno por el detalle de
la bolsita para guardar. Es de nylon resinado y me libró de varias garúas
diluvianas en los viajes. Recuerdo que me <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>acompañó en mi primer viaje a Florianópolis.
En ómnibus. En la época de las excursiones colectivas y divertidas. Se salía de
una plaza céntrica, con un guía acompañante que se encargaba de todo el
tramiterío, de entradas, salidas, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>alojamientos, y cenas programadas. Una enorme
comodidad que evitaba aglomeraciones y también intrincadas esperas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pero en estos últimos meses,
descubrí que mi apreciado pilotín había quedado con manchas de humedad. Es más
que seguro que lo guardé cuando aún no estaba totalmente seco y quedó
convertido en un guiñapo gris. Utilicé todas las fórmulas que aparecen en
youtube. Logré quitarle las manchas de humedad pero—lamentablemente— se le
formaron otras de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>óxido debidas a unos
ganchos de metal que tiene cada tanto. Hoy, como última solución fui a una
tintorería que se llama Better Life. Me sacaron por completo la ilusión de la
recuperación. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por lo tanto, hice lo que
dice Kondo que hay que hacer. Le saqué una foto para recuerdo, le di las
gracias por los servicios prestados. Le prometí que nunca lo olvidaré. Quedará
por siempre en mi corazón, en el <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>recuerdo de años mejores —que supe tenerlos—y
de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>viajes de novela. Gracias, gracias,
gracias.<o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><p></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-13522160294595485632021-03-12T14:02:00.012-08:002021-03-14T10:41:52.966-07:00¡ TATUAJES, NO! <p></p><p style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2pLHmYvPkHEtOyFoVQy5oEB9HkjCluyO3i2QsLPylbIUOpkxJcriuPLEQS5mwAlt_kMJNHd_3L0Qhukn7Bpozrae9UxVbsr1N11HRCUPqCaDXGMMb_7HWqTwll50S8PqLiB5FIDc39LhY/s908/Gordo+tatuado.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="908" data-original-width="572" height="358" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2pLHmYvPkHEtOyFoVQy5oEB9HkjCluyO3i2QsLPylbIUOpkxJcriuPLEQS5mwAlt_kMJNHd_3L0Qhukn7Bpozrae9UxVbsr1N11HRCUPqCaDXGMMb_7HWqTwll50S8PqLiB5FIDc39LhY/w259-h358/Gordo+tatuado.jpg" width="259" /></a></p><br /> Piernas gordas tatuadas. <p></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;">S</span></b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;">oy consciente de
que el mundo evoluciona, cambia, se mueve, y no siempre para bien. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Leí en una novela, una
secuencia donde el protagonista descubría en escarceos eróticos, que la joven
tenía un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">piercing</i> en el clítoris. ¡El
mío me dolió de solo pensarlo! <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En cuanto a los tatuajes,
que se han popularizado tanto, creo que<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>son una anomalía del espíritu. Yo, que soy un vejestorio, vivo luchando
contra las manchas de la edad, los lunares y todas las marcas alusivas al paso
de los años; no toleraría que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ninguna
tinta marcara ningún lugar de mi cuerpo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Se pusieron tan furiosamente de moda que los actores también se tatúan (fíjense en Andrés
Velencoso o en Ibrahim Selikkol -el actor turco- ) hasta objetos representativos de índole mágica. Hay elefantes,
hienas, panteras, tigres, ciervos, rinocerontes, jirafas, camellos, tortugas,
salamandras,mandalas y, por supuesto, el ratón Mickey, el pato Donald y Popeye. Faltaba
más. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Brazos y piernas enteras.
Una tatuadora, dijo en un <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>programa que
había tatuado vulvas y penes. ¿Qué tal? ¿Qué les parece una aventura con un
sujeto de pene tatuado?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;">A</span></b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">ntes, los que se
tatuaban eran los presos y los marineros. Probablemente, en el caso de los
presos, era una manera de afirmar su personalidad, colocándose algún tatuaje
alusivo: cadenas, nombres, martillos, hoces. En el caso de los marineros, los
más comunes eran las anclas y los barcos. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Actualmente, se pusieron tan
de moda, que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los hay de todo tipo y
color, y no hay Cristo que no se haya tatuado las más inverosímiles figuras.
Tanto hombres, como mujeres. Algunas—me refiero a las<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mujeres—, desaliñadas, en shorts y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fuera de peso, llevan <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>todas las piernas tatuadas, sin dejar ningún
espacio libre. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El sujeto que fotografié para
ilustrar este comentario, lucía muy orondo las piernas tatuadas, aunque la
barriga le rebozaba la camiseta y los pantalones. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En fin.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Una muestra más del mundo
que es mundo porque no puede ser otra cosa. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Insisto: ¡Tatuajes, no¡ <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¡Por favor, hagan algo
positivo por la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>humanidad!<o:p></o:p></span></span></p><br /><p></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-24013872586486221332021-03-05T18:13:00.004-08:002021-03-06T04:30:40.324-08:00EL AGENTE TOPO : LA SOLEDAD DE LA VEJENTUD <p> El agente topo y su realizadora Maite Alberdi</p><p> ( Foto tomada de internet)<br /> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAwgH7L9WU8FGkrs_kTG5YI-r78utxDCcblyl1taQ8zDd90YA5HqKT0nrPFsDKenuhbOf8lwFfPGa_aiYJfg_ICGEpW2U8ji-x1MrhNPR_EwPrWG3OE-h1mYLa1SmAlmaijB75HC8YvAVc/s275/El+agente+topo+y+Maite+Alberdi+su+realizadora.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="222" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAwgH7L9WU8FGkrs_kTG5YI-r78utxDCcblyl1taQ8zDd90YA5HqKT0nrPFsDKenuhbOf8lwFfPGa_aiYJfg_ICGEpW2U8ji-x1MrhNPR_EwPrWG3OE-h1mYLa1SmAlmaijB75HC8YvAVc/w334-h222/El+agente+topo+y+Maite+Alberdi+su+realizadora.jpg" width="334" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Hoy </span></b><span lang="ES-UY" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">de tarde, vi la película “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El Agente topo</b>”, una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">docuficción</i> de una cineasta <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>chilena joven y exitosa: Maite Alberdi.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana;">Incursiona<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en el mundo de los ancianos que van a vivir a
un residencial, o casa de salud o cotolengo, como se le quiera llamar. La trama es sencilla: un detective filtra a un topo veterano
(espía)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para que averigüe si allí,
tratan debidamente a los internos. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana;">Alguna vez enfoqué el tema de la vejez
y de la soledad que hay que enfrentar en los tiempos que corren. Antiguamente,
en la época de las grandes casas, todos los miembros de una familia vivían
juntos. Los más veteranos eran los que vivían en sus cuartos, recluidos, pero
rodeados y asistidos por un familión. Esa estructura no existe más, porque las
familias se han ido separando en pequeñas células. Los muchachos, apenas crecen,
se alquilan apartamentos, o se van a vivir en viviendas colectivas con otros
jóvenes. Incluso, las parejas prueban la convivencia alquilando un lugar para
vivir. Muy pocos se quedan con los padres, porque a la familia, se le agrega
otra persona para aprender reglas de convivencia que no siempre se acatan y se
llevan adecuadamente. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana;">La película oscila entre la realidad
y la ficción. Pero no hay duda después de verla de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que la vejentud no es—de ninguna manera— un
divino tesoro. Los que están más o menos sanos, son los que pueden lidiar mejor
con la situación, pero los que están mal, los que tienen fallas de memoria, los
que no pueden caminar, los que sienten la flojera de las piernas y se caen—pese
a los pasamanos que hay en todos los pasillos—mueven, por lo menos, a una
reflexión exhaustiva.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿No se podría encontrar una solución más
adecuada? He visto que en otros países <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>han
montado viviendas colectivas donde los residentes tienen todos los servicios en
casas, no necesariamente compartidas; algunas pueden ser individuales y son
atendidas por personal capacitado para el trato con personas mayores. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana;">En otros casos, hay adultos con buen
ingreso económico, dueños de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una casa
que les quedó <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>enorme después de la
partida de los hijos, y en esos casos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>les vincula con <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>alguna persona joven— generalmente estudiante—
ofreciéndole alojamiento a cambio de compañía y servicio. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana;">Lo que se desprende de todo este tema
es que los ancianos, llegados <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a determinada
edad, o situación de salud, no son más “autoválidos”—como se señala en la
película—y pasan a sentirse desplazados e inservibles. Están las dolencias
propias de la edad y de la genética, pero también están las dolencias afectivas
que son las más difíciles de sobrellevar. En la película—y en la realidad
también— la queja por la falta de visitas familiares es constante. yo imagino lo que debe ser ahora, en plena pandemia, donde no podemos abrazarnos ni besarnos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana;">Recuerdo a mi abuela paterna— a la
que conocí autoválida—. Era mi abuela lavandera, la que me enseñó a lavar a
mano en la pileta de juguete, la que me hacía dos huevos fritos, desafiando la voluntad materna. Terminó su vida en un cotolengo femenino, porque
quedó paralítica<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y nadie podía hacerse
cargo de ella. La íbamos a visitar todos los domingos. Yo, era aún<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>bastante chica, tendría alrededor de diez,
once años. Me quedaba un rato conversando con ella, y después—llevada por mi
educación religiosa— daba una vuelta por la sala y visitaba a las otras
internas. Muchas de ellas agradecían efusivamente mi proximidad. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana;">Lo mejor sería que tuvieran afectuosa
asistencia, un lugar decoroso para vivir y entretenimientos dignos y placenteros.
El afecto y el buen trato pueden hacer milagros. Y, sobre todo, habría que
mantenerles los propósitos: siempre se vive mejor, si hay una proyección. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana;">La película está nominada para varios
premios. Veremos si la crítica coincide conmigo o si decide dar un premio a
algún filme más alegre, banal y ligero porque nadie quiere lidiar con temas escabrosos, como este. Es una preocupación constante de la sociedad moderna que ha avanzado tecnológicamente pero nada de nada en los aspectos sentimentales. Basta ver este filme, donde los sentimientos se ponen de manifiesto cada vez que se los convoca, y se producen reacciones positivas de los involucrados cuando reciben muestras de apoyo solidario y cariño.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: verdana;"> </span></o:p></span></p><p></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-29533950702446453112021-02-14T15:31:00.005-08:002021-02-14T15:35:55.252-08:00RAREZAS<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdtYuNOH_iR6WLU4oICuQCoxN67eiacZePObL4uYFWz4YrVq4_tdI63hQBPjVr-2O7Q2F6ghBC8kQ8Xrn99yydvPzcWCRL4tJXoEBwmAeP8bvG9V02yQTEtYCYUq0sooc_7nQPnw4Hb05l/s720/Rarezas.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="456" data-original-width="720" height="254" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdtYuNOH_iR6WLU4oICuQCoxN67eiacZePObL4uYFWz4YrVq4_tdI63hQBPjVr-2O7Q2F6ghBC8kQ8Xrn99yydvPzcWCRL4tJXoEBwmAeP8bvG9V02yQTEtYCYUq0sooc_7nQPnw4Hb05l/w400-h254/Rarezas.jpg" title="Rarezas" width="400" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;">E</span></b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">n el Club de
libros de Rosa Montero leemos y revisamos conceptos que la escritora va
desarrollando tanto en sus libros como en sus charlas. En este año pandémico,
nos hemos acercado más a sus concepciones vitales. No siempre coincido en todo,
pero, sí acompaño varias de sus ideas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esta que puse en el cartel inicial,
es una de mis coincidencias con Rosa.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Una pareja, no es, para nada un ser que nos
diga a todo que sí. Como todos saben, yo estuve casada cuarenta y cuatro años y
siete meses con un hombre que era absolutamente diferente a mí. No coincidíamos
en nada: era de Nacional, yo de Peñarol, era frenteamplista, yo independiente,
no le gustaba el carnaval, ni bailar, a mí sí. Pero, en cambio, coincidíamos en
nuestras rarezas y no únicamente las compartíamos, sino que las festejábamos. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Una rareza compartida, por
ejemplo, era el gusto por armar ilusiones en listas. Cada uno tenía la suya, y,
si bien no eran iguales, coincidíamos alegremente. Por ejemplo, llevábamos una
lista de ilusiones utópicas que llamábamos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Venga
y atrévase a soñar”—</b> como un programa de televisión que conducía Berugo
Carámbula— <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Nos dormíamos haciéndonos
cuentitos. Siempre iban por el lado de cumplir esas estrambóticas ilusiones. Y
en los relatos las cumplíamos a rajatabla. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Muchas de esas “ilusiones”
las pudimos convertir en realidad, otras no. A él la vida no le dio para todo,
pero yo continué con la lista y aún hoy sigo cumpliendo esas rarezas
compartidas durante tantísimo tiempo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Hace un par de años, —como
ya lo comenté anteriormente— fui a ver a André Rieu en su tierra natal:
Maastrich. No fui a Brujas, no hice ningún tour diferente ni nada. Fui a su
recital con una entrada VIP ( comprada a su propia agencia), estuve alojada
durante dos o tres días en un hotel cinco estrellas, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y viajé en un destartalado avión hasta Madrid,
de Madrid a Bruselas, y de Bruselas en un <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>taxi ( que pagué con gusto) hasta el altillo
que había alquilado para pasar unos días más recorriendo Maastrich. Llevaba un
contrato con una agencia local, que me proporcionó un guía de habla inglesa,
con el cual fui <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a todos los lugares que
había marcado en mi destino. No hice nada más. Simplemente, después, como la
agencia de viajes, absolutamente desastrosa, me había puesto en “lista de
espera” me quedé un par de días en Madrid—obligada por las circunstancias— y
visité a algunas amigas madrileñas, porque el resto andaba por las playas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pero sigo creándome
ilusiones y elaboro estrategias de sobrevivencia para mis múltiples rarezas en
esta pandemia atroz que nos ha dejado completamente turulatos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p><br /><p></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-7338433187306261542021-02-11T13:35:00.005-08:002021-02-14T09:59:39.886-08:00A PROPÓSITO DE LAS PLUMAS DE ROSA<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8ZUOdx_Z3qF3y8zovUovPZov5LmmdTSHlc5XZFB-IPYvkvfYKSB7Z2ovxKi3CwDjtsPSbFoTtoG6HW7br9C3xygCyN-TXX9kHGKmoyA0wHnkusc3S4d2yYj_KkP1Wqbpp1T2JkqfBd__O/s658/Plumas+de+ave+para+escribir.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Plumas de ave para escribir" border="0" data-original-height="340" data-original-width="658" height="206" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8ZUOdx_Z3qF3y8zovUovPZov5LmmdTSHlc5XZFB-IPYvkvfYKSB7Z2ovxKi3CwDjtsPSbFoTtoG6HW7br9C3xygCyN-TXX9kHGKmoyA0wHnkusc3S4d2yYj_KkP1Wqbpp1T2JkqfBd__O/w400-h206/Plumas+de+ave+para+escribir.png" width="400" /></a></div><br /> <p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Escuchando a Rosa Montero en
Facebook hablar de las suyas-es aficionada y las tiene de todo tipo- , me
acordé de mis “plumas”.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En realidad, pocas veces usé
esta palabra para referirme a las lapiceras de cargar tinta, o, a las biromes-
tan populares por acá-<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las “plumas” se llamaron así <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>porque las primeras que se usaron fueron de
aves—como la que puse de ilustración, sacada de internet—.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Yo no tuve plumas de verdad,
pero sí <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>unas cuantas lapiceras de
distintos tipos a las que se les adosaba una pluma “cucharita”—así se
denominaban—, pero nunca fui una aficionada porque en mi juventud hice un curso
de secretariado comercial que incluía dactilografía <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y empecé a escribir a máquina. Me aficioné a
la máquina de escribir primero, y a la computadora después.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Sé que hay <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>profesionales de la escritura, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del cine o del teatro, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que escriben a mano. No es mi caso. Yo,
generalmente, escribo a máquina y sin mirar las teclas porque logré hacerlo
bien <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en años de trabajo oficinesco. Aquellos
tediosos ejercicios de asdf/ ñlkj, dieron resultado después <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de hacerlos minuciosamente. No fue fácil para
mí que había aprendido a escribir a máquina con dos dedos, pero, en la vida se
logra<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>casi todo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cuando se le pone constancia.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Cuando era niña, iba a una
escuela de monjas. Eran severas y autoritarias, pero yo no les daba mucha
pelota porque me gustaba mucho charlar con las otras internas. Por razones del
trabajo materno, fui medio pupila durante un tiempo. Significaba ir de mañana
temprano<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con un regreso al atardecer. Me
gustaba más o menos porque me aburrían las “labores”- así se les llamaba a las
clases de costura y bordado, dos disciplinas para las cuales nunca fui dotada
ni nada que se le pareciera. Mis carpetas lucían unos toscos bordados, y mis
costuras eran caminos de hormigas. En cambio, me destaqué siempre en todo lo
que tuviera que ver con letras. Y a eso me dediqué en cuanto pude. Para eso, sí
usaba “plumas”, pero no eran portátiles sino que se llevaban en una cajita y se
colocaba una en la lapicera. En el medio del banco escolar había un agujero que
era para colocar el tintero. (Siniestro aparato que me dejaba el portafolios y
las manos a la miseria). Tuve que aprender a dominarlo. También tuve unos
involcables. Que eran más siniestros que los otros porque, según la inclinación
que tenían, se volcaban o no. A mí se me volcaban casi siempre y, a la tarea
escolar, se le agregaba la doméstica para limpiar los enchastres que se me armaban.
<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Con esas primeras plumas,
aprendí a escribir las tareas escolares y las imaginativas. En el colegio, las
imaginativas eran las redacciones. Nos daban un título o un fragmento de texto
dictado y había que continuarlo de manera coherente. Eso me gustaba y me
divertía. Y las plumas, aún mojadas de más, daban el resultado esperado.
Trabajaba con un secante debajo de la hoja para evitar las posibles manchas.
Esos secantes eran de propaganda y me los regalaba un pediatra muy simpático,
colega de mi mamá. Siempre tenía unos cuantos a mano, porque la tarea tenía que
presentarse impecable. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Escribir y producir un texto
con esas plumas era un trabajo enormísimo. Ahora me doy cuenta de que los
jóvenes actuales podrían-si quisieran- escribir sin tantos problemas como los
que tuve yo en esos comienzos infantiles. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Cuando cambié de la escuela
privada a la pública, además de la novelería encantadora de tener compañeros
varoncitos, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el sistema era el mismo:
tintero al medio y a compartir con el otro ocupante de banco. Por suerte me
tocaron varones prolijos y podíamos trabajar cada uno en lo suyo sin reyertas
ni altercados. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxbYcd1Ne1YBJQRh60bNNF_Xp2DTgOkMUyhv0Npc-iWUYmWZmvFkgmtioPC2xDJaA1RTwtX3kwgY4JEzOOMHWqCveC5G0aoY2iDh-WVc6duXVnLORvQGAM1C6rRYxm00qT528tS1iE3CAN/s2603/Dedicatoria+de+maestra.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1208" data-original-width="2603" height="151" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxbYcd1Ne1YBJQRh60bNNF_Xp2DTgOkMUyhv0Npc-iWUYmWZmvFkgmtioPC2xDJaA1RTwtX3kwgY4JEzOOMHWqCveC5G0aoY2iDh-WVc6duXVnLORvQGAM1C6rRYxm00qT528tS1iE3CAN/w324-h151/Dedicatoria+de+maestra.jpg" width="324" /></a></span></div><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> Dedicatoria de la maestra de quinto año que detectó que mi área era Letras</span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En quinto año escolar empecé
a mirar con interés a los varones de la clase o, a los más grandes que todavía
usaban pantalón corto aunque ya tenían vellos en las piernas. Ahí la escritura-ya
con biromes- <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>me sirvió para contestar
esquelas amorosas, escritas torpemente, con muchas faltas de ortografía. Yo
firmaba “AST” y ese hecho causaba hilaridad. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En esta época de pandemia, usé parte del
tiempo en ordenar papeles y textos. Así recuperé un álbum-creo que fue de sexto
año, cuando ya terminábamos la primaria- con dedicatorias de todo tipo. Hay una
en especial que vino a mi memoria cuando la vi. Está escrita por la
maestra,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pero la firma es de uno de mis
adoradores más acérrimos. Era tan empedernido, que me perseguía a la salida de
la escuela, gritándome improperios de todo tipo. Supe después que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>era el deseo acumulado el que lo hacía actuar
así, porque al poco tiempo, a la hora del recreo nos dábamos unos besos enormes
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>llenos de saliva y migas de bizcochos. Ese
primer <i style="mso-bidi-font-style: normal;">besuqueador</i> se llamaba Héctor.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Pueden ver el texto- con la letra de la maestra y el comienzo de la firma con letra de varón-. Cubro el nombre completo del susodicho porque sé que vive en Estados Unidos, y quizás no le guste verse reflejado en estas líneas. No sé. </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaxAwxTnJCVGh66NXHbxDm1g_BN38zcjtZfh0L3kInmQ-VkhAr_CCnkWEx2Nf85xad9mNKbONOlJ-foHg0iZc1vS9qPL-N5c1qUsTDcsi4r5orEoIPxjuBcy5s29SPUDJvgI2U2hC5CciC/s2048/Dedicatoria+de+H%25C3%25A9ctor.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaxAwxTnJCVGh66NXHbxDm1g_BN38zcjtZfh0L3kInmQ-VkhAr_CCnkWEx2Nf85xad9mNKbONOlJ-foHg0iZc1vS9qPL-N5c1qUsTDcsi4r5orEoIPxjuBcy5s29SPUDJvgI2U2hC5CciC/s320/Dedicatoria+de+H%25C3%25A9ctor.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="font-family: verdana; font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y toda esta elucubración fue
a raíz de las dichosas plumas de Rosa Montero. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7386938192814433778.post-2661233177039722012021-01-18T15:07:00.015-08:002021-01-18T16:02:20.620-08:00 FANTASÍAS <p><span style="font-family: verdana;"> <span style="font-size: large;"><b style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%;">I</span></b><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; text-align: justify;">ndudablemente, en
esta época maldita acosados por una pandemia que no nos permite razonar ni
vivir se nos tienen que ocurrir fantasías—para no sucumbir— acordes con las
situaciones que nos depara la existencia.</span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En mi caso, por razones de
la edad, tengo que ser más cuidadosa que si tuviera veinte o treinta años, y
cumplo, con el protocolo de higiene que se aconseja. Sin embargo, he visto que
los contagios no se dan en una forma que se pueda detectar cómo y dónde. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Evitar las aglomeraciones y
el contacto físico es uno de los requisitos. Así que ya hace casi un año, que
no beso ni abrazo a nadie. Nos conformamos con el ya clásico roce de puños o
codos. Me ha costado. Me agrada mucho tener contacto físico con los seres
queridos. Pero no se puede. Estamos confinados como con las siete plagas de
Egipto. Salimos de una y nos metemos en otra.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Mis fantasías se nutren con
las series que nos convocan con actores jóvenes, saludables, llenos de
vitalidad, musculosos—algunos delgados incluso, lucen músculos apreciables—. Me
he convertido en una vieja tipo Don Fulgencio, aquel legendario personaje de
Divito que “nunca había tenido infancia” y hacía, a una edad provecta, con un
físico regordete y con pelada, actividades totalmente pueriles: desde remontar
cometas, hasta jugar con un trompo. En mi caso, no soy tan infantil pero los
actores son estupendos y se prestan para todo tipo de ensoñación. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">A algunos ya los presenté en
“los hombres de mi vida”. Desde los más veteranos, incluso que ya no viven,
hasta los más jóvenes que surgieron del mundo de la moda publicitaria. Físicos
portentosos, sin un gramo de grasa, para cuyo mantenimiento, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se entrenan a muerte durante horas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Hay tres<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que podemos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ver en las series, y en varias redes <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sociales con total impunidad porque viven
gracias a esa exposición:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>Andrés Velencoso</b><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><br /></b></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Español, joven, salido del
modelaje. Tiene un físico delgado pero portentosamente musculoso. Lo vi en una
serie de Netflix: “Edha”, y, al buscar información aparecieron detalles de su
vida personal, sus parejas, la muerte de su madre y un tatuaje que luce en el
pecho con su nombre. A mí no me gustan para nada los tatuajes pero, en este
caso, si no insiste, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se le podría
perdonar. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgABdVq_ceorweynecXtj8F5LQZRf1FfUo4RD6VQPgja-2sUK4btw8OFw5Ac6H1jeQbl65PdHzOSGCXEGnLAlL4MyQ4u-xU14N5fXjeUrq9krJPPuB9bC-Lf7IT4xBzpq-Ysff_P9PDZ2sJ/s923/Andr%25C3%25A9s+Velencoso+sin+depilar.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="923" data-original-width="749" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgABdVq_ceorweynecXtj8F5LQZRf1FfUo4RD6VQPgja-2sUK4btw8OFw5Ac6H1jeQbl65PdHzOSGCXEGnLAlL4MyQ4u-xU14N5fXjeUrq9krJPPuB9bC-Lf7IT4xBzpq-Ysff_P9PDZ2sJ/s320/Andr%25C3%25A9s+Velencoso+sin+depilar.jpg" /></a></span></div><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>Ibrahim Celikkol</b><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Salido del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mundo del deporte. Turco. También musculoso y
alto, con más físico que Velencoso y con cara de niño bueno. Lo vi en una
interminable serie turca:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Intersection” (en
otros países salió con el nombre de “Vidas cruzadas”). <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxGbqFKx9qgm4Ae-bWavESDwYgodmuQTKWwTs6PwspQhef7Ws9Adbgo7kIJVSZgum-iKFFvfEGtvDSOD3aPafAp8WIY2o_8-hgtButmyXeXNiYK-ILd5-3Stj_fcNoyEFgPV4cCN-IAhlc/s225/Ibrahim+Celikoll++cara.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxGbqFKx9qgm4Ae-bWavESDwYgodmuQTKWwTs6PwspQhef7Ws9Adbgo7kIJVSZgum-iKFFvfEGtvDSOD3aPafAp8WIY2o_8-hgtButmyXeXNiYK-ILd5-3Stj_fcNoyEFgPV4cCN-IAhlc/s0/Ibrahim+Celikoll++cara.jpg" /></a></span></div><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>Tomer Sisley </b><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><br /></b></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Es el que he visto más. La
primera serie que vi con él<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es Mesías.
Interesante y rara. Con personajes de la Biblia. Buen papel de malo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Como me gustó, busqué otras.
Incluso películas. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcXAyrCFiy4ZwgxjRFG3LAQwWXmFCy3lyTslKNLrj1QEEraBV8Bsko2aj9F6zDzoOvrBpxIOSQBwMLBujvfsJPgAMUjL3T9qlIiCvLfK49xcABCcqbM-AW_BYtmTBq0xHf3YBlcZpJHWox/s1000/Tomer+Sisley+en+serie+Baltasar.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="665" data-original-width="1000" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcXAyrCFiy4ZwgxjRFG3LAQwWXmFCy3lyTslKNLrj1QEEraBV8Bsko2aj9F6zDzoOvrBpxIOSQBwMLBujvfsJPgAMUjL3T9qlIiCvLfK49xcABCcqbM-AW_BYtmTBq0xHf3YBlcZpJHWox/s320/Tomer+Sisley+en+serie+Baltasar.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">También es joven. Delgado,
al estilo Velencoso, pero con un buen físico que entrena para hacer él
mismo las escenas de riesgo. Vi la serie “Balthasar”, rarísimo ejemplo de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tenebroso policial con ficción. Encarna la
figura de un médico forense cuya esposa fue asesinada y dialoga con ella y con
los muertos que examina. Con la capitana de la policía ( Bach), hay una
relación extraña porque la mujer es absolutamente opuesta a su carácter jodón. Una
relación de tire y afloje. Muy bien llevada por ambos. No sé cómo lo lograron
porque cuando no hay química y uno tira para un lado, y el otro para el
opuesto, lo más probable es que la constante fricción provoque una ruptura
total. Vi dos temporadas. Si logro localizar la tercera, sin tantos
comerciales, quizás la pueda ver también.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>En Balthasar, hablan un francés nativo y fluido que después de un rato
consigo entender un poco, sacando de mi cerebro el francés au liceé, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aunque no todo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-UY" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Mis amistades de redes
sociales me preguntaron por qué los elijo tan jóvenes, y contesté la verdad:
para vieja, basta conmigo. ¿No verdad?</span><o:p></o:p></span></p>Alfa Segovia http://www.blogger.com/profile/18183601385383739639noreply@blogger.com0