BALANCE
CARNAVALERO
Previo al juicio de un jurado
con el cual puedo estar de acuerdo o no, paso a comentar aspectos del carnaval
que pude apreciar este año en el teatro de verano.
Voy, primero, por lo negativo. Los responsables de la IMM y
del departamento cultural están prometiendo una mejora en las instalaciones. Me
parece muy bien, si se cumplen en forma ordenada y con beneficios para el
público asistente. Por el momento, hay dos aspectos que no se contemplan de
ninguna manera:
1) El aturdidor sonido altísimo, con grandes desgastes que
producen demoras de más de 50 minutos. En esta liguilla, hubo dos ocasiones en
que se produjo una demora que acalambró a los ya desgraciados que esperábamos
la continuación del espectáculo.
2) La tirada de papelitos, a cada rato, de manera
sorpresiva, más que una diversión constituye una manifiesta molestia para los desgraciados de la platea
baja. Esas tiradas, se hacen con unas máquinas que sorpresivamente, irrumpen y
tiran. Uno puede estar comiendo una muzzarella y en unos pocos segundos la
muzza se tiñe de papeles que se pegotean con el queso y no hay con qué darle
después. Es probable que el efecto visual por la tv sea agradable pero para los
asistentes constituyen una verdadera tortura. Por otra parte, no agregan nada
al espectáculo que se está dando. Para nada. Y, además, constituyen un soberano
gasto al pedo.
3) En cuanto a los
espectáculos: si bien es cierto que el gobierno no está haciendo todo lo que
podría o debería hacer, también es cierto que anteriormente tampoco se hizo. De
lo contrario no hubieran perdido el poder político. Si lo perdieron, –y así fue–,
lo que deberían hacer, además de la crítica que debería ser constructiva y no
tan cargada de odio como la que hacen CASI TODOS los conjuntos, habría otro cantar, más acorde y con menos carga de congoja y rencor. Ayer,
uno de los componentes de un conjunto bajó a saludar al presidente del Frente
Amplio; y dijo algo que es verdad: “esto parece un comité de base”. Y sí, eso
es lo que parece, porque apenas se vislumbra alguna autoridad del Frente, el
teatro se pone de pie. No hay nadie que no siga la consigna cargada de odio y
rencor que se percibe por todos lados.
En los aspectos musicales y escenográficos, creo que hay una
excelente calidad llevada a cabo con grandes sacrificios. El que se dedica al
carnaval no es un privilegiado de clase alta que pone lo que le sobra para
sacar a su grupo, sino un ser con una locura especial que lo hace salir aunque
tenga que sacrificarse el resto del año para pucherear.
No tengo juicio definido en todos los rubros, pero voy a
comentar los que me parecieron los mejores.
En NEGROS Y LUBOLOS: Hay dos
comparsas que se llevaron mis aplausos:
VALORES: El espectáculo lleva el
nombre de “Entre”. El tema de actualidad, no es común en la categoría. La línea
argumental nos lleva a un reino, donde el príncipe presenta ambigüedad sexual:
nació varón, pero tiene dudas, (y por eso el nombre “entre”) sobre qué es,
realmente: ¿varón o niña? ¿Y si no es ninguno de los dos? ¿Y si se queda, así
en esa ambigüedad, será un “elle”? ¿Cómo saberlo realmente? ¿Hay formas o
maneras de detectarlo? El Rey —de personalidad tradicional— ¿aceptará a un
hijo/hija “elle”? ¿Qué otros cambios deberán producirse para lograr esa
aceptación? Vale la pena ver el espectáculo, aunque no se tenga la cabeza para
aceptarlo así como así.
C 1080 Es un espectáculo que respeta los cánones de las
comparsas. Se titula: Madraza. El
comparsero encarnado por Nacho Cardozo, se lleva todos los aplausos: actúa, baila,
canta, y todo lo hace bien. También vale
la pena verlo.
HUMORISTAS
El espectáculo que más me gustó es el que ofrecieron “Los
rollin” con un personaje Virgilio que resultaba muy cómico. A cada momento
decía: “!Humoristas!” porque evidentemente, quizás no lo fueron totalmente en
alguna secuencia. A mí me parecieron muy buenos. Pero no fueron los ganadores.
Lamentablemente.
REVISTAS
De desempeño parejo, se quedó con el primer premio la que
tenía mejor espectáculo desde el punto de vista técnico. No más de eso, porque
todas estaban bien.
Como balance, ya señalé que fue negativo el sonido- demasiado
alto—tuve que llevar tapones para los
oídos todas las noches— y, la mugre producida por los famosos “papelitos” a los
que les agregaron unas serpentinas plásticas que tampoco agregaban nada
positivo.
Es de esperar que en el futuro, se hagan los espectáculos con
menos agresividad para los pareceres que son diferentes y, con más tolerancia para los que tienen otra
modalidad.