sábado, 14 de junio de 2014

FIEBRE CELESTE

La bandera uruguaya con una pelota-sol 

En el artículo anterior tuve varios comentarios, tanto en el blog como en facebook. Los agradezco mucho, pero les recuerdo que el blog está programado para que los comentarios me lleguen por mail y luego que los autorizo se publican. Antes, me gusta leerlos, los que  me conocen bien  saben que aunque sean contrarios a lo que declaro, los publico de todos modos porque creo que es cierto que: “cada cual va  con su cadacuala”.
Con respecto al tema de la “memoria”, es de público conocimiento que lo que se recuerda-cuando se recuerda- pasa por nuestros tamices subjetivos más recónditos, y son diferentes de persona a persona. Me he encontrado con antiguas compañeras de escuela y de liceo, y cada vez que recordamos alguna travesura o algún hecho que fue común para todas, las versiones difieren siempre y, en algunos casos, totalmente. ¿Qué pasó con nuestra memoria? Pasó por esos “tamices” de los cuales hablo. Otra manera de enfocar la cosa es pensar en “cómo nos fue en la feria”. Si vendimos bien o si nos quedaron enormes “clavos” sin salida. Yo, puedo decir que “tengo todo el pescado vendido”. Me costó pero lo vendí. Otros no, porque quedaron  con mercadería sin vender-es decir que no les fue bien en la venta de feria-. “Vender todo el pescado”- para mí- significó trabajar y estudiar, para trabajar-ya recibida- en una posición mejor. No lo hice sola, tuve a mi lado a un compañero inigualable, que trabajó y estudió a la par y  que me apuntaló cada vez que parecía que me iba al diablo. Tengo todavía guardados como reliquias unos dibujos –muy artesanales porque el dibujo no era lo suyo- con los que  me alentaba a seguir adelante cuando me sentía caer. Cada vez que escucho la canción de Jaime Roos “Esquelas”, me acuerdo de las que tengo guardadas como imborrables recuerdos.

Pongo otro ejemplo: tengo amigos argentinos que fueron partidarios del peronismo. Otros no. Los que sí lo fueron, son los que recuerdan que  a su abuelita, Eva Perón le regaló una máquina de coser con la que sacó adelante a un familión. Los otros-en cambio- recuerdan  que  su abuelita fue despojada de  joyas familiares que sirvieron para sustentar a los “descamisados”- así llamados porque no tenían nada-. Entonces, es lógico, que los que fueron favorecidos sean eternos agradecidos y los otros no.
En nuestro caso, jamás dependimos de ninguna ayuda política, ni de derecha ni de izquierda. Mi esposo, bancario,  fue gremialista. Yo no. No soy apolítica, pero nunca milité en ningún partido, aunque eso no significa que no haya seguido con total interés los avatares del país. Temblando de miedo, en la época de la dictadura, donde me allanaban a cada rato buscando a mi compañero, y con la vuelta a la democracia siguiendo con atención el acontecer. Como estudié bastante- y lo sigo haciendo- soy escéptica en cuanto al ejercicio del poder. Es dulce, engolosina, nadie lo ejerce totalmente bien y nadie lo quiere perder. Ya tenemos a  Lacalle Pou con su vicepresidente: Larrañaga- que parecía que se iba pero no- No necesité ser el politólogo Daniel Chasquetti para saber que  en  unos pocos días se iba a dar ese acuerdo. Aún faltan otros pero van a llegar en breve. Ahora desplazamos el interés por la política porque  tenemos la atención fija en el Mundial.
Uno de los tantos ejemplos de publicidad mundialista 


 El malambo del Mundial empezó con todo. El país entero se detuvo para ver la ceremonia inaugural y, y por supuesto el primer partido de Uruguay.
Todo está celeste, ya lo dije en la crónica anterior, pero ahora, además de estar TODO celeste, hasta postres de color celeste- hasta los ómnibus, taxis y autos con  banderas de Uruguay por todos lados -, hay  una publicidad  muy agresiva. Nadie quiere quedarse sin hacer su agosto- o su junio que es lo mismo- por esa razón llaman por teléfono, invitan por el celular, entregan vales para participar en la rifa de una camioneta y…. se van sumando las enormísimas demandas de datos que se desparraman por todos lados para lograr ventas. No es ninguna mentira. Si usted se salvó de ser llamado a las nueve de la mañana con una promoción celeste, considérese afortunado. A mí me tocan las ofertas más increíbles: televisión “cable celeste”- para ver todos los partidos pagando una bicoca-según los ofertantes- Nadie se ha preguntado ni remotamente si mi interés número uno es el fútbol y nada más que el fútbol y por ese razón  voy a detener  todas mis actividades durante este mes para ver todos los partidos. Obviamente no. Mi interés fundamental NO está en el Mundial. Desde el punto de vista patriótico me gustaría ver otras manifestaciones. Por ejemplo, sería interesante que los más jóvenes supieran qué se conmemora el 18 de mayo, el 19 de junio y  el 25 de agosto-por poner tres ejemplos importantes-. Observo con atención la “fiebre celeste” que se ha desatado con tanto frenesí. Comentamos los partidos, cómo son los jugadores de tal o cual país, cómo son sus banderas, sus uniformes, los árbitros, las canchas. En cada uno de nosotros- que seguimos siendo algo más de 3 millones de habitantes-, hay un técnico de fútbol –y por supuesto un político-con muchas ganas de mostrarle a todo el mundo el montón de conocimientos que tiene. Mientras estamos en eso, no nos preocupamos por otros problemas que están esperando soluciones.
 En el  Mundial del 50, apenas tenía cuatro años. Sé que fue de  un regocijo incontenible, y  tengo la idea de haber sido “trasladada” a 18 de Julio con una banderita-en ese entonces eran de papel- de Uruguay, sobre los hombros de Fredy-la pareja de mi madre- convertido en  un energúmeno que me decía: “-¡Gritá Uruguay, Viejucín, gritá Uruguay! “ Y yo gritaba y agitaba la banderita sin entender mucho lo que pasaba. Lo supe muchos años después.
Si quiere seducir use -también- ropa interior sexy y celeste

Ahora, en este Mundial 2014, con sesenta y ocho años de edad,  tengo a Forlán en un estante de mi biblioteca- en la figura de un muñequito-- y miro el partido-mudo- mientras tecleo estas reflexiones. Disfrute su fiebre celeste como más le guste, con su bandera, su  camiseta o su peluca. Pero, por favor, no deje de pensar.

 
Fiebre mundialista de banderas 

2 comentarios:

  1. Viejucin:Me encantan tus escritos...Compartimos muchos pensamientos..Y sobre todo tenemos un gran defecto..PENSAR...Soy futbolera y mas si es un mundial....Tengo mi fixture a mano y lo voy completando dia a dia...Pero uno de mis defectos ,ya explicado,no me hace apartar de mis convicciones por el OTRO...En Argentina se habla mucho de la GRIETA ideologica..que es real...Pero en este momento la mayoria tira por la albiceleste y como dice nuestro Serrat..el prohombre y el villano se dan la mano...Ojala que este mundial sea limpio y que ayude a pensar los 365 dias del año!Gracias por la nota y la reflexion tan atinada!cariños

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  2. Creo que cada uno tenemos una historia personal con los Mundiales, mas interesados, menos interesados, pero siempre atravesados cada cuatro años por esos 11 jugadores que corren tras una pelota.
    Y pienso lo mismo, que el Mundial, no nos tape el bosque, ni el árbol, ni el pastito.
    Que cada uno lo viva como quiera, pero sin olvidarse de pensar, que por otro lado nos están contando otro cuento. Saludos Alfa .

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