Esta clase jamás emplea la expresión "baño social"-según Tessa- le dicen "toilette" |
El miércoles 25 de abril, asistí a la presentación del libro “Manual ilustrado de la gente bien” de la periodista y bloguera Tessa García en el Carrasco Lawn Tennis Club. Sus lectores fuimos convocados con una frase sumamente tentadora: “Vengan todos que hay champagne”. Como podrán suponer, la concurrencia fue masiva y variopinta. Había gente bien-de la que ella describe en el libro- y de la otra, la prueba es que fui yo, tratando de adaptarme de la mejor manera posible a la situación. Pude apreciar que la mayoría de los concurrentes eran conocidos entre sí; me pasaban por arriba para saludarse con sonoras voces y me miraban-lógicamente- como sapo de otro pozo. Aguanté estoicamente los pisotones, pero no me cambié de lugar. Llegar temprano brinda el privilegio de la ubicación adecuada. Eso me lo enseñó la madrina que me terminó de criar y los veinte años que trabajé en el UAS. Gracias a esa precaución, me senté en un buen lugar, y después me quedé allí como atada, porque moverme significaba hacer efectivo el dicho: “el que fue a Sevilla perdió su silla”. Desde mi envidiada posición en tercera fila, observé señoras paquetas, con bufandones, sombreros, guantes, en fin, con sus mejores atuendos, y, por supuesto como era de esperar, ninguna de vaqueros- salvo yo que soy una despistada total-. Ellos también lucían atuendos acordes a la ocasión con sus mejores entretejidos capilares del color más similar al pelo propio. Pero qué querés que te diga; si observás durante una hora-porque eso fue lo que se demoró en empezar- lo notás. En edades había de todo también: jóvenes, medianos y “seniors”. Los sexalentes-increíblemente- eran los más movedizos, los que más se cambiaban de lugar, los que más me molestaban, los que más me atropellaban y me tomaban de los hombros-no por amor sino para no caerse- los que más me pisaban, no sé si por la angustia de no haber logrado mi preciosa ubicación o por la falta de reflejos característica de la edad. Aguanté estoicamente. Cuando llegó Tessa, Mónica Bottero, directora de la revista Galería y de la editorial “PalabraSanta”, dijo unas palabras de introducción y la presentación estuvo a cargo de: Verónica García Mancilla y Antonio Mercader. La primera –lo pude comprobar en sus propias palabras y lo corroboré después de leer el libro de Tessa- exhibió las clásicas características de los bienudos, y Mercader hizo gala con hidalguía de la habilidad del político de años, simpático y de palabra fácil. No es ningún guiso.
Todos los que hayan pasado por el blog de Tessa http://laoriental.com.uy saben que posee un estilo humorístico incisivo. Mordaz. A veces no se sabe si reír o llorar. Nadie se salva. Como muestra podrían leer “Buscando trabajo en un cóctel” o “Carta para la Colchonería Divino”. Y, sobre todo, también se van a divertir con los comentarios de lectores que se toman los textos al pie de la letra y no perciben ningún “mensaje críptico”. El libro está estupendamente ilustrado por Florencia Parada. El estilo de Tessa en el libro no es tan cáustico como en el blog, pero luce su misma inteligente manera de decir lo que quiere. Desconozco la modalidad que adoptaron con Florencia para ponerse de acuerdo, pero la labor de coordinación es excelente.
Para mí fue una experiencia muy agradable leer este libro. Me trajo a la memoria a más de una conocida. Se me presentó-como si la estuviera viendo- una compañera de trabajo con sus gestos, con sus actitudes, con su don de gentes, con sus expresiones. Si íbamos a pasar por una misma puerta, gentilmente me cedía el paso, con gesto y frase: “Tú primero”, y si yo insistía para que pasara ella, me contestaba: “¡De ninguna manera, mi madre me mataría si supiera que yo pasé antes que una persona mayor!” y me dejaba compungidísima, -por lo de “persona mayor”-, pero sin argumento. Empecinada y cordialmente me quería “ubicar” en alguna de las familias “Segovia” que su padre había conocido en Treinta y Tres. Tuve que desilusionarla; mi padre en su infancia fue uno de los tantos negritos que desde tierna edad, trabajaban en los arrozales. Además, era un hijo natural que llevaba un único apellido: el materno. Yo nunca me atreví a preguntarle si sabía quién había sido el padre. De “esas cosas” cincuenta años atrás, no se hablaba. Nunca tuvo ninguna estancia, ni mis parientes tampoco. Fueron todos pobres por unanimidad. En su cabecita de niña bien “no entraba” la idea de que yo no tuviera pedigrí, pero como tenía clase, eso no impidió que fuéramos compañeras de trabajo durante más de seis años y nos lleváramos de maravillas. La distinción también se nota en esas actitudes.
Es de esa gente refinada, pero sencilla y parca al mismo tiempo, cuyos hábitos, léxico y hasta comidas con recetas secretas trasmitidas de generación en generación, nos cuenta Tessa.
Por lo tanto, recomiendo la lectura de “Manual ilustrado de la gente bien” y su expansión a los libros que oficiaron de fuente y que están mencionados al final en la bibliografía. En la lista de agradecimientos están los nombres de las personas que colaboraron con aliento, apuntes, entrevistas e ideas. Uno es el escritor Enrique Estrázulas y su famoso libro “Pepe Corvina”. Gracias Tessa; me llevaste directamente a releerlo. No. No me quedé a tomar champagne, pero fui, te saludé y leí tu libro. ¿Viste? Para tu próxima publicación te prometo no ir de vaqueros y llevar acompañante para compartir los pisotones y una copa de champagne.
Te deseo el mejor de los éxitos y un futuro insuperable en tu –ya innegable- carrera literaria.
TE FELICITO! SACASTE LAS UÑAS!! MUY MUY BIEN ALFA. DE VERDAD.
ResponderEliminarME GUSTO MUCHISIMO COMO ESCRIBISTE ESTA NOTA.DE IMPETU Y DE CORAZON. YO, QUE SABES NO SOY DE URUAGUAY Y DENTRO DE POCO TAMPOCO DE ESTE MUNDO PERO EN COMPENSACION MUY DISTRAIDO Y VIVA LA PEPA, NO CONOZCO EN ABSOLUTO A ESA SEÑORA. PERO LO QUE TU ESCRIBISTE TIENE UNA PICARDIA FINISIMA... TU SABES QUE LAS GROSERIAS SABEN A VIGOROSAS GROSERIAS EN EL PROPRIO IDIOMA MATERNO. Y COMO PARA MI EL ESPAÑOL NO LO ES, TE DIGO CON ENTUSIASMO: ESA ES MI ALFA CARAJO!LA VERGATARIA !!! Y, NO TEMAS, ES TODO UN CUMPLIDO!!!!!
No, Aldino, no temo. Sé que no eres de Uruguay y que viniendo de ti -indudablemente- debe ser un cumplido aunque en español suene un tanto "estrambótico" ¡Gracias, caro! Y espero que tu permanencia en este mundo sea por muchos y venturosos años. ¿Sabes que la palabra ENTUSIASMO, proviene del griego y quiere decir algo así como "llevar los dioses adentro"? ¡Más gracias por lo tanto!
ResponderEliminarsos una genia Alfa!
ResponderEliminarBuenisimo Alfa! Yo también fui y me resutlo también divertidisimo revivirlo con tu relato! Yo te identifique ... no por los vaqueros sino por que seguramente yo era de las que te pisoteaba por intentar conseguir la firma de la autora y escuche cuando te presentaste! perdón por el pisotón :)! MB
ResponderEliminar¡Me alegra que les haya gustado lo que escribí! Como recurso humorístico me encanta usar la hipérbole. (Tessa sabe mucho de eso...) Por lo tanto, sí; cuando estaba sentada esperando la presentación y cuando llevé y -finalmente llegué hasta Tessa- para que me firmara el libro, recibí pisotones, empujones, abrazos involuntarios, pero... ¡Quizás no fueron de ustedes! ¡Gracias por los comentarios!
EliminarAlfa, me encantó tu crónica llena de humor.. me hubiera encantado hablar contigo el día de la presentación.. la verdad es que todo el evento me terminó pareciendo un poco absurdo, porque quería hablar y agradecerle a todo el mundo y no lo pude hacer con casi nadie porque me pasé dando autógrafos.. tampoco entendí el afán de la gente por mi firma, yo sé que se usa pedirle al autor de un libro que te lo dedique, pero pensé que eso se daba cuando la obra era una cosa literaria importante, y más allá de que no quiero desacreditarme a mí misma pienso que el manual no tiene grandes pretensiones de ningún tipo, mucho menos literarias.. es un texto entretenido quizás.. no sé si se me entiende.. Lo de los pisotones está fuera de mi alcance, gente atropellada y maleducada hay por todos lados..
ResponderEliminarAldo Macor, quizás tú no conozcas a "esta señora", yo sí te conozco a tí a través de tu blog, que me gusta mucho, y también un poco a través de tu hija Leila, una escritora muy reconocida aquí en Uruguay, así que van mis saludos para tí..
gracias Alfa por venir y por tu simpatía.
Tessa: Gracias por tu afectuoso comentario.
ResponderEliminarLa presentación de tu libro tuvo mucho de "surrealista". ¡Está bien que haya sido así! A mí también me hubiera gustado charlar contigo, pero tus lectores prácticamente te "capturaron/capturamos". Paradojalmente, eso es estupendo. Significa que hay una cantidad ilimitada de seguidores de tu blog, que confiaron plenamente en la calidad de este primer libro que publicas. ¡Enhorabuena! ¡Empezaste con el pie derecho! Aunque tú hayas escrito el manual sin grandes pretensiones, la gente te respondió con una importante adhesión. Me encantó también la cuidada edición del libro. En el Shopping Punta Carretas está en primer plano en la vidriera de las dos librerías, con una "ambientación o decoración" acorde al "mobiliario de la abuela" que tan bien señalaste en el texto. ¡Otro éxito!
Le pasaré a Aldino lo que le escribiste. Se pondrá muy contento. Muchos cariños y hasta pronto