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El bañito en plena faena de "El Pocho" |
Ya les conté
sobre cómo solucioné el problema con los filtros de las canillas. El duchero ya
fue “otra cosa, mariposa”. Como expresé, los “sieteoficios” ya no abundan y
cuando se da con uno, hay que ver cuántas mañas ha desarrollado para cobrar más
y mejor por cualquier reparación por más ínfima o pequeña que sea.
Los cuentos suelen ser
infinitos. Ya lo decía el Cuque en el comienzo de una de sus crónicas
memorables “Esperando al Chocho”:
“No
recuerdo en cuál de sus películas o entrevistas, Woody Allen emparejaba la
dificultad de encontrar a Dios con la de ubicar un plomero durante un fin de
semana en la ciudad de New York.”
Para el Cuque, el drama
era “encontrar al Chocho”- ese sieteoficios que hace de todo, y sobre todo,
sabe lo que nosotros no sabemos.
Para mí el drama fue
“localizar” un plomero-que ya no se llaman más así. Ahora son “sanitarios”- más
técnicos- . Que los hay los hay. Pero hay que encontrarlos, traerlos,
mostrarles lo que queremos o precisamos y ¡convencerlos!
El Pocho vino. Ya saben
–porque ya les conté- la estratagema que empleé-
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Se armó flor de escombro |
No señor, no hay porqué sacar el bidé ni el inodoro,
los caños de esos artefactos ya fueron cambiados convenientemente cuando se
recicló el baño. Lo único que tiene problema es el duchero. No sale agua fría,
y la caliente sale en cuenta gotas. Ah pero hay que romper pared. Sí hay que
romper pared. ¿Tiene más azulejos? Sí tengo, porque cuando se hizo el recicle del baño, se compraron de más por si las moscas. ¿Está
segura de que le hicieron los caños? Sí. Estoy segura. Así sucesivamente.
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"La picada"-de la pared |
Otro que me habían recomendado en Acerenza, ni
siquiera vino a ver el trabajo. Habló conmigo
un par de veces, le expliqué, -lo mismo, por supuesto- y me quedó de
mandar al hijo- que según él sabía más que él mismo- Pero resulta que el hijo
se la debe haber pensado bien pensada y no quiso venir. “Porque por lo bajo, ya
que había que “romper pared”, indudablemente me iba a cobrar cinco o siete mil
pesos”. (Saltó del 5 al 7 así no más. Sin ver nada de nada, de "oído" total.)
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Un poco menos de escombro, pero hay polvo por todos lados |
Le agradecí y seguí parlamentando con el
primero. Una vez me falló. El operario se había lastimado. A la semana
siguiente acordamos nueva fecha. Ordené de nuevo todo mi itinerario. Llamé a
una amiga para que me viniera a dar una mano- quedé sin baño mientras se picaba
la pared- y finalmente, el “milagro” se produjo.
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Ya está la famosa "ducha teléfono"- no, no es celular- no |
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Se empiezan a colocar los azulejos nuevos |
Por suerte, ninguna de las
nefastas predicciones se cumplió. Tengo duchero nuevo, una ducha-teléfono- con
buena presión de agua. Había caños de cobre- que no se oxidan porque no pueden-
y el agua volvió a pasar con normalidad por el nuevo artefacto.
¡Bendiciones para el
Chocho, o el Pocho o como se llame!
¡Albricias!
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Y finalmente ¡ trabajo concluido! ¡ A limpiar! ¡ A bañarse! ¡Ya! |