martes, 2 de febrero de 2016

FRASES MACHISTAS

No son  originales mías. Las encontré en uno de  los artículos que aparecen en Internet; y tomé  algunas  “prestadas” para comentarlas.
En estos días donde tantos acontecimientos negativos se manifiestan en contra  de las mujeres, puede ser beneficioso revisar algunas cosas que se dicen.  Muchas veces somos las propias mujeres las que nos arrojamos tierra, y ellos se aprovechan de una especie de consentimiento tácito que les vamos dando sin darnos cuenta exacta de lo que hacemos. Creo que el haber leído la obra de Simone de Beauvoir, “El Segundo Sexo”, a una edad muy temprana, me libró de muchos preconceptos  que quisieron inculcarme algunas personas mayores. Nunca mi madre, que era una mujer sumamente moderna para la época. Así también lo pagó, porque nada tuvo que fuera gratis, ni  tampoco pudo combatir más porque murió trágicamente muy joven. De todas maneras, ahora, en pleno siglo XXI aún ocurren actos vandálicos contra muchas. Es hora de revisar-por lo menos- algunas de las cosas que se dicen y se aceptan sin pensar que ahí comienzan todos los problemas. ¿Analizamos algunas? Da para reflexionar.

1)  No puedo vivir sin él.

·         Habitualmente es lo que dice una mujer “abandonada”, cuando se da cuenta de que su “peor es nada” “ha rumbeado” –y no precisamente “pa’ la colonia”. A todas nos pasó alguna vez.  Yo no recuerdo si estuve penando “19 días y quinientas noches” –como la canción de Sabina-, pero sé que al poco tiempo apareció en esa  noche oscura, una estrella que me iluminó hasta hace poco. Tampoco sé si dije “no puedo vivir sin él”- pero sí lo recuerdo como un   hecho  doloroso, porque era muy joven, y llena de ilusiones que  se deshicieron en mil pedazos. El dolor del abandono, siguió siempre ahí.  Intacto e incomprensible. Pero pude vivir sin él. Cómo no.  Sin lugar a dudas.

2)  ¿Cómo espera que la respeten si se viste así?

Yo  empecé a salir con muchachos, en el siglo pasado, -horror de los horrores- cuando se impuso la minifalda. No era la prenda predilecta de mi padre-que era un hombre chapado a la antigua y absolutamente tradicional-. Tuvimos unos cuantos encontronazos hasta que se resignó a dejarme vestir como quisiera porque yo había conseguido un empleo y ganaba lo suficiente como para vestirme y pagar-además- algún gasto de la casa. Así empecé a coserme mis propias prendas- todas cortas por arriba de la rodilla- Nunca pude ser exagerada, como podían serlo las petizas que no despegaban demasiado del piso, porque mi metro setenta de altura se imponía en todos lados, pero usé la famosa minifalda todo lo que quise. Aclaro que tenía poco más de quince años, pesaba treinta kilos menos, y  nunca pensé que la vestimenta me llevaría “a la perdición” o a “terminar en la calle”-como se encargaban de decir las viejas del pueblo-. El respeto es una condición que hay que saber fomentar  y desplegar pero no  va “anexado” a la vestimenta. No se puede pretender que una jovencita se vista de vejestorio cuando está en “edad de merecer”. Es ridículo. Y el amigovio, o “dragón”-como se decía en mi época- o el aspirante a algo, tiene que tener bien puestos los elementos para salir con la chica en cuestión sin agarrarla de los pelos.

Diferentes formas de "ver" ¿No? -imagen tomada de Internet- 

3)  Hay que hacerse desear

Parece un chiste sobre la eyaculación precoz- de esta época- imagínense lo que sería hace cuarenta años-
((Imagen tomada de Internet)

·         Era una antigua consigna que enseñaban las abuelas. Sin embargo, lo cierto es que en  una pareja, únicamente sus integrantes son  los que deben decidir qué, cuándo, dónde, cómo y porqué. “Hacerse desear” era una antigua estrategia de las novias del siglo XIX que debían permanecer vírgenes a toda costa aunque se murieran de ganas de acercarse más al mozo. “El ser amado” a  su vez, podía “desfogarse” a su gusto con “mujeres de la vida”- dejando a su dulce noviecita sumida en la más espantosa de las  angustias, porque así debía ser. Como resultado, generalmente, cuando se llegaba al matrimonio, no se sabía el “cómo”- porque no tenían preparación anterior- y había grandes fracasos  y frustraciones-la eyaculación precoz masculina era la más común-  que podrían haberse omitido con el conocimiento previo.

4)  Siempre anda con  uno distinto. Debe ser una puta.

·         Comprobado  hasta en  el lenguaje. Un hombre que frecuenta muchas mujeres a la vez, o las cambia a diario, es un “picaflor”, o un mujeriego”, pero no se dice lo mismo si el caso se  refiere a una mujer, porque no existe  el término “picaflora”,  ni “hombriega” para  la que cambia frecuentemente de compañía.

5)   Si se entera mi marido, me mata.

Este es el calendario de "Pompiers" franceses-para variar, aunque los madrileños son tan hermosos como estos- 


Desde el año pasado que recibo de España- gracias a la diligencia de una amiga española, el calendario de Bomberos de Madrid- La organización Bomberos ayudan, promueve dicha actividad con la finalidad de recaudar fondos con fines benéficos. Cada mes nos trae la figura de un bombero que se parte- como dicen los chicos- No se trata de un “fisicoculturista” sino de un “bombero de verdad” con un físico de puro músculo. Yo  lo puse en mi comedor diario, al lado de mi pequeña cocina. Me gusta comer con esos paisajes. Realmente.  Cada amiga que llega- tenga la edad que tenga y cualquiera sea su estado civil- abre la boca de un desmesurado tamaño, mientras me pregunta  que de dónde “saqué eso”. Si le da el coraje,  saca al almanaque de su clavito, y ojea los meses siguientes, con un interés inusitado y con los ojos desorbitados. Yo la dejo. Pero indefectiblemente, la mayoría, dice eso: “Si se entera mi marido,  me mata”. Es decir, que mirar una foto bien sacada de un mozo escultural está “penado” por el marido que se arrastra  y babea para mirar cuanto culo le pasa cerca. Pero su digna esposa, no puede hacer lo mismo ni remotamente. No tiene derecho a hacerlo. Creo que esta quinta frase es la más machista de todas. Sin lugar a dudas, mientras nos sigamos avergonzando de mirar lo que nos gusta, y nos condenemos al bochorno de la ignominia del sometimiento, no habrá manera posible de tener derechos por más que nos empeñemos en decir ellas y ellos, nosotras y nosotros, uruguayas y uruguayos. ¡A reflexionar, orientales!



2 comentarios:

  1. Todas me son super familiares. Algunas marcar una época de educación familiar y me dan risa hoy por hoy porque por atenernos a ellas nos perdimos el disfrute de habernos largado con el primero que sentimos aquellos fuegos jaja.
    Lo del abandono me encantaría intercambiarlo con Rolón. El tema tiene muchas aristas. Si bien a nadie le gusta el abandono o "que te dejen" en muchos casos la sabiduría de la vida te hace replantear que a veces es para hacer una fiesta que alguien te tenga que abandonar o dejarte. Lo que en mi caso me cuesta la vida es tener que abandonar yo.
    Nunca pueden faltar en las publicaciónes de Lady Alfa los chicos del almanaque!!!!Gracias a tu amiga por el envío de tan preciados bomberos!

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  2. ¡ Gracias por tu comentario Marlene! Muy sabio tu juicio sobre "el abandono"- la verdad que en más de uno caso, se puede decir: "mejor perderlo que encontrarlo". Yo "largué" con todo, con los primeros fuegos como decís vos, y eso, se pagaba con sangre. Es tan difícil abandonar como ser abandonado- si estás "metida"- con el susodicho- pero todo pasa, y de verdad, la vida se va enderezando o torciendo casi nunca a nuestra voluntad, sino que sigue un destino o un derrotero que no podemos modificar. Se da así. Hay que aceptarlo. Y se va aprendiendo así también. Los bomberos de este año siguen siendo bombones, pero en fotos más chicas- perdieron, entonces, "categoría"-, por eso no los publico más. También pusieron "una bombera"- quizás para mostrar que las mujeres también están/estamos en el cuerpo de "matafuegos"- sin lugar a dudas así debe ser.

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