viernes, 16 de febrero de 2018

CHOLULAS

La historieta de Cholula que fue más famosa ( Imagen sacada de Internet) 


 Es increíble cómo se han extendido las salutaciones por cualquier concepto.  Por ejemplo: San Valentín. Según tengo entendido de mi pasado monjil, fue un santo que se dedicó a casar parejas, -en contra del emperador romano- y esa insubordinación le bastó para perder la vida. El 14  de febrero, es su día.  En un principio era “el día de los enamorados”- como distinción por su vocación de casamentero religioso-, pero, hoy en  día, me enteré que también se extendió para celebrar, además del amor, la amistad, aunque para mí, sigue siendo el santo de los enamorados; porque así lo tengo desde siempre. Por lo tanto, cuando me dicen “feliz día de San Valentín”, contesto que gracias, pero que no tengo pareja para celebrarlo. Habitualmente me quedan mirando como sapo de otro pozo. ¿No tenés amigos? Me preguntan incrédulos. Sí. Amigos tengo, pero no es lo mismo que tener una pareja para compartir vivencias, bombones, flores (que no me gustan) libros (que sí) y adornos con corazoncitos (más o menos)- desde un  punto de vista estrictamente comercial-.  Se ve que la vejez va  haciendo mella en mi conducta.
Y en este terreno de los cambios, -que también se van dando en el lenguaje-  estuve explicando hace poco  el  origen de “Cholula”- palabra que todos los rioplatenses usamos sin saber exactamente a qué alude-. En la realidad, tuvo de comienzo a una persona real: la argentina Adela Montes, que iba a las puertas de las radios para esperar a los "astros" y pedirles un autógrafo.  Luego dio  paso a una exitosa  historieta  que sirvió para que se ampliara  su significado-. Al principio fue: “Cholula, loca por los cracks” que pasó un par de años sin mucha pena ni gloria, pero después la tomó una revista de mayor tiraje, y se llamó: “Cholula, loca por los astros”. Ahí sí,  trascendió durante bastante tiempo. El personaje, era una mujer que perseguía a los famosos, para obtener un autógrafo, un saludo o, si era posible, un beso. Tan de moda estuvo el término que hasta Joaquín Sabina lo utilizó en su canción “Aves de paso”.


Actualmente, designa a una mujer que persigue- esa característica ha sido su sello de fábrica- a cualquier famoso, pero, en vista de los adelantos tecnológicos, ahora, además del autógrafo, del saludo o del beso, quieren (queremos)  una foto con el susodicho. La mayoría accede. Cargan con la fama como con un fardo,  no siempre querido, pero sentido como necesario.
Yo tampoco  escapo a la calificación de “Cholula”; he conseguido fotos con algunos de mis  ídolos. En más de una ocasión, saltando por encima de mi timidez.
Tengo, por ejemplo, fotos con tres escritores: Eduardo Galeano, Fernando Butazzoni, y  Leonardo Padura. Dos uruguayos y un cubano. Aunque no está del todo mal, tampoco está del todo bien. Es increíble que haya enseñado literatura un montonazo de años y que   tenga únicamente tres fotos con profesionales de las letras. Quizás se deba a que mi timidez, ha opacado a mi cholulez que  estalló ya de veterana porque antes no me atrevía a acercarme a nadie para pedirle una firma o una foto. Ahora, ya con años, parece que me cuesta menos. De todos modos, siempre doy algún rodeo.
En el teatro de verano, “asalté” -con éxito- a tres componentes de agrupaciones: un integrante de  la murga La Clave, un integrante de los humoristas Cyranos, y otro de la murga Curtidores de Hongos.
Con Pablo Bonilla de Cyranos 2018 

Hace unos días mi hermana menor cumplió años. Como hacemos habitualmente, salimos a cenar. Esta vez elegí TONA, el restaurante del Chef Hugo Soca- que en Uruguay pegó mucho con un exitoso programa de televisión: “De la tierra al plato”-. Es tan famoso como el español Karlos Arguiñano, que también tiene su propio recetario y  programa de televisión. Cuando habíamos terminado de cenar, y nos desplazábamos para lechucear la decoración,  lo vimos sentado en una especie de living, conversando, con su “uniforme” de Chef- un delantal amplio y largo- De inmediato, le dije a uno de los mozos si sería posible pedirle una foto con nosotras-ambas cholulas- y argumenté, y de verdad era cierto,  que  había sido  el cumpleaños de la menor-. Él nos oyó y de inmediato vino y nos atendió con muchísima amabilidad.
Nosotras, muy felices. Y ahí quedó la foto.

Con Hugo Soca y Juanita  en TONA

Se nota la alegría de las cholulas uruguayas. ¿No?





jueves, 1 de febrero de 2018

VARIEDADES DISCRIMINATORIAS

Otra belleza ídem(Imagen tomada de Internet)

Una belleza con más kilos
(Imagen tomada de Internet)

Si mal no recuerdo estamos en el siglo XXI, sin embargo, estoy viendo cada vez más casos de violencia contra la mujer, aunque las tentativas por erradicarlos aumenten día a día.
Por otra parte, hasta la IMM ha empezado a tomar medidas para  “igualar los géneros”- que en realidad,  quiere decir: “igualar los sexos”, porque el género como se sabe – o se debería saber, por lo menos -  es-primordialmente-  una categoría gramatical. Por esa razón a partir de este año, según lo que he leído, hubo elección de la “figura” del carnaval y no de la “reina”. Se consideró que la “reina” es una categoría que discrimina a todas las personas que no son mujeres, y, que quieren competir para ser seleccionadas. De esta manera y a la luz de este criterio, se presentaron personas de distintos sexos, edades, profesiones, pesos  y personalidades. Santo y muy bueno. De todos modos, eso no elimina la cantidad de atentados a muerte que se perpetran contra el sexo femenino, ni los atropellos para arrebatarles las carteras a punta de pistolas. Los  hombres tampoco se salvan. Hace unos días, al esposo de una amiga- unos tipos  armados a guerra-, le llevaron la moto, el casco, los documentos, la guita, y el celular inteligente. Ta. Todo. En la esquina de 21 de setiembre y Roque Graseras. No fue el único asaltado porque con él, había más personas que también fueron despojadas de sus valores. El Casino del Montevideo Shopping también fue asaltado de manera espectacular: disfrazados de ancianas, y con máscaras.  Son capaces de cualquier cosa por obtener lo que se les ha puesto a tiro. Y bien a tiro. ¿A qué voy con esto? A que se haga lo que se haga, con respecto a la  llamada “inclusión” los atropellos no disminuyen por nada del mundo.
También es una mayúscula tropelía que en las tiendas no haya talles para las grandotas (como yo). Ya escribí sobre el tema y  he leído varias opiniones al respecto. Una de las “en contra” dice que los talles grandes llevan más tela,-lo cual es cierto-  y que si los hacen quedan en los percheros porque nadie los compra. Lo segundo es una flagrante mentira: si les quedan en los percheros es porque los quieren cobrar con “plus”  porque no quieren perder ni un  céntimo. A mí me ha pasado y también lo conté en:

 Sin embargo,-viajé y compré recientemente en España, por ejemplo- donde  hay talles “plus” y se cobran al mismo precio, por la
sencillísima razón de que se divide el costo entre todos los talles que se hicieron desde el Small- donde no cabe nadie- hasta las recontra  XXLL porque hay muchas que sí caben y pueden comprar si se ponen a precios “normales”. Y los llamo “normales” porque los “plus” por precios-acá- son demoledores. Además de que es un notorio y desgraciado índice de discriminación, significa mucha pasta por unos centímetros más de tela.
Es, indudablemente,  una de las tantas formas de soterrada “discriminación”. Si la categoría “reina” discriminaba a todas las otras personas que no son ni lindas, ni delgadas, ni mujeres, esta otra,-la  de la falta de talles “plus”-, discrimina a las panzonas rellenas, a las gordas, a las rechonchas, a las Pochita,  a las que nos salimos de cauce, a  las que nos sentimos como frustradas ballenas cuando entramos en un comercio y la vendedora – delgada, la hija de mil puta, con cara de asco, además,- nos dice—“talle para usted ( y al  mismo tiempo,  nos trata de “usted” para alejarnos aún más de nuestros sueños de vestirnos bien) no hay”—
Hay  un proyecto de ley que hace muchos años está durmiendo en el parlamento. Debería activarse para exigir que las tiendas tuvieran la variedad de talles que corresponde a todas las mujeres uruguayas- que no somos ni chinas, ni vietnamitas, ni coreanas, ni taiwanesas, — y las nombro porque de allí viene mucha ropa ya confeccionada para acá— que son seres muchos más pequeños que nosotros, que descendemos de los barcos donde  vinieron alemanes, holandeses, rusos, austríacos, polacos, italianos, — todos potentes y fornidos—. No hay manera de que escapemos a esa genética. Por eso. A darnos los tallas que  merecemos. ¡Vamos! que también tenemos derecho a bien vestirnos, a ser admiradas, cortejadas, amadas, —así tal cual somos— y a vivir felices.


  “VIEJO BARRIO QUE TE VAS ”   Desde que vivo en Punta Carretas, el barrio se fue transformando en forma lamentable. Hay construccione...