Niño leyendo a Benedetti |
Hubo múltiples actividades.
Elegí dos para comentar. La primera es la maratón de lectura de textos de Mario
Benedetti, que se llevó a cabo el 5 de octubre del 2013 de 16 a 18 horas en la
Intendencia Municipal de Montevideo.
Cada persona inscripta había seleccionado un
texto de la vasta obra del autor. Se leyó de todo un poco: poemas, cuentos,
finales de algunos cuentos famosos y crónicas humorísticas. Hubo lectores de
todas las edades. Desde niños escolares hasta una señora de 92 años que leyó con
una gracia increíble “Niñoquepiensa”. No todo el mundo sabe que Benedetti escribió unas graciosas crónicas humorísticas en el semanario "Marcha" con el seudónimo de Damocles. (Sí. Damocles, el de la espada.....) La crónica costumbrista- humorística-tanto la de Mario Benedetti como la de otros grandes autores uruguayos-, no ha sido suficientemente estudiada ni recopilada ni valorada aún. Es una literatura que espera nuestra adhesión para ser-nuevamente- sacada a luz. Esta ocasión fue muy oportuna.
El evento que fue organizado por la Fundación Mario
Benedetti, auspiciado por Antel y apoyado por Editorial Planeta, tuvo un éxito
rotundo. El tiempo no fue suficiente para que intervinieran más lectores, pero-por
suerte- la Fundación tiene el propósito
de volver a repetir esta experiencia tan
fructífera.
El segundo evento que elegí
para comentar es la presentación del libro “Cuentos del pago”, del maestro José María Obaldía.
Presentación del libro |
Lamentablemente para el
público, el presentador del libro, Sub Director del Departamento de lengua y
literatura de la Academia Nacional de Letras Juan Justino Da Rosa, se tomó
tanto tiempo para su exposición- más de
media hora- que no le dejó tiempo
suficiente al maestro- autor del libro y a quien queríamos escuchar con enorme
gusto para deleitarnos con el gracejo de un narrador oral fuera de serie-. Da
Rosa hasta cometió el error de contar las minucias de los dos cuentos que
integran el libro- lo cual molestó indudablemente a muchos de los concurrentes,
porque si hay algo que no se debe hacer en una presentación es precisamente eso:
contar los detalles. ¡Por favor! ¡Queremos descubrirlos cuando los leamos!
Da Rosa en su extensa exposición |
Obviamente al público le interesaba escuchar al maestro
Obaldía, y obtener su firma/dedicatoria para llevarse esa
alegría a casa. La extensa exposición de
Da Rosa, anuló el placer de escuchar durante más tiempo a un excelente narrador oral y le quitó tiempo a él para dedicar y firmar
sus libros.
¡ Al fín escuchando al maestro Obaldía! |
Algunos maestros me
comentaron que en otra presentación de un libro, se había armado “jaleo” por el uso
excesivo de tiempo, porque las presentaciones tienen su límite puntual y no se puede invadir el horario de otro.
Sería interesante que las
editoriales y los organizadores pautaran los minutos de
exposición de los presentadores para que
no se cometan más estos excesos.
Que conste que no fui la
única que se sintió molesta. Ojalá que lo tengan en cuenta para corregir en futuras
exposiciones.
El libro- con dos cuentos
estupendos-, vale la pena leerlo.
¡Cómprenlo y léanlo porque yo no les voy a contar NADA DE NADA!
¡Cómprenlo y léanlo porque yo no les voy a contar NADA DE NADA!
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