Numa Moraes, María Cristina Vares y Carlos Alemán |
Hace poco cuando comenté el
espectáculo de Caetano Veloso, manifesté que siempre escucho con agrado a Numa Moraes y dije que era nuestro Caetano. Y
lo es. Sinceramente. El espectáculo del 4 de octubre del 2013 en la Sala Zitarrosa fue magnífico.
Con una extraordinaria
solvencia presentó las canciones de su último cedé, pero también cantó otras
delicias del Norte, que-lamentablemente para mi consternación no incluyó-. Me
refiero a las alegres canciones con acompañamiento del acordeón de Walter
Roldán que fue uno de los músicos que tocó en la segunda parte del espectáculo.
También fue excelente la participación del músico Mario Paz y los bailarines
María Cristina Vares y Carlos Alemán, que al final, bajaron a los pasillos y sacaron a bailar a personas que participaron en forma alborozada. No. A mí
no me tocó- lamentablemente- porque le hubiera
“pegado” con mucho gusto a una mazurca o a una
polquita.
Los bailarines en el pasillo de la Zitarrosa |
La selección del cedé
incluye temas de Numa Moraes y Washington Benavidez como es de suponer, pero la
que le da el nombre es de Alfredo Zitarrosa: “Así nomás”. Revivió inolvidables
canciones de Atahualpa Yupanqui, Carlos Enrique de Mello, Aníbal Sampayo,
Osiris Rodríguez Castillos, Marcos
Velásquez, Juan Cunha, El Sabalero, y del
propio Walter Roldán, pero además interpretó textos de destacados talleristas.
Con su simpatía habitual
accedió a hacer varios bises a pedido del público que se fue contento con ganas
de repetir la experiencia.
Otra instancia de baile y canto con cambio de vestuario |
Es de esperar que Don Numa “no
se amilane”-como se dice en el Norte- y “baje” a Montevideo más seguido a
deleitarnos con sus canciones.
Estos emprendimientos de promoción
de nuestros artistas nacionales me alegran el alma, porque son merecedores de
todo el éxito del mundo gracias a la
calidad de sus estupendos espectáculos.
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