Gioconda Belli en todo su esplendor |
Sigo con el tema,
pero voy a tomar otro ángulo: El abandono. Es decir, el momento en que se le
dice “no va más” a una relación. Cada
cual “carga” con algún “no”-alguien
alguna vez nos dejó y fue para nosotros una de las experiencias más negativas, porque generalmente es inesperada-. Veamos cómo recibió un “no va más”, Gioconda Belli. Esa
bellísima mujer con apariencia de Sofía Loren-como decía el poeta Efraín Huerta- también fue dejada
por “Marcos” - en la realidad el comandante Eduardo Contreras abatido en
noviembre de 1976-. Pero cuando la abandona, está-aún- pletórico de vida, tanto,
que hasta tiene otra relación. Cuando
Gioconda le manda una carta reclamándole
que no lo ve casi nunca, que no sabe
cuándo va a llegar, que no soporta su
ausencia, que intuye que algo anda mal, él le da como noticia ese “no
va más”:
“Llegó a los pocos
días. Me sentó sobre sus piernas. Tomó una larga bocanada de aire y me confesó
que había otra persona en su vida, una mujer muy buena que lo quería mucho y
que recién se había reunido con él en México. Su tono parecía sugerirme que su
dedicación a ella, su decisión de dejarme por ella, era casi un acto compasivo
de su parte, como si de las dos yo fuera la más capaz de vivir sin él. “Vos
sabés que siempre te voy a querer” me dijo con una sonrisa apesadumbrada,
pidiéndome con la mirada que lo comprendiera, que siguiera siendo su amiga- la
camaradería sobre todas las cosas.- “vos sos fuerte”, me dijo, “Vos podés
superarlo”. Le seguí el hilo. Lo abracé, puse mi cabeza en su pecho y le
agradecí su confianza. Sí que podría vivir con eso, le dije. Prefería que me
dijera la verdad, a continuar conjeturando y esperándolo en vano. Y claro que
sería su amiga, siempre sería su amiga.” (Página 162)
Sufre por el
alejamiento, pero lo acepta con dignidad, sin rebajarse, sin insistirle, con
toda la calidad humana de la que es capaz. No
muestra su sufrimiento lo oculta,
lo disimula, lo envuelve y no hay-en ningún momento- ningún reproche al-sin
lugar a dudas- mujeriego y enigmático camarada.
El último de pie, a mano derecha , es "Marcos" - Eduardo Contreras- |
“La confesión de
Marcos me sumió en una profunda tristeza. La obsesión de ese amor me duró largo
tiempo. Todavía hoy, evocar su figura trae lágrimas a mis ojos. El aura dorada
e ideal de los héroes lo envuelve en mi memoria y tiende a soterrar su lado más
humano y falible. Creo que nunca pude alcanzar a saber quién era realmente. Se
quedó siempre en su cenote, en las profundidades de un mundo submarino que sólo
él habitaba. Su amor por la revolución lo absorbía todo. Apenas podía uno
meterse por algún resquicio, ocuparle la atención más allá de un instante. Creo que eso nos sucedió a
todas las mujeres que lo amamos. Fuimos varias, como lo descubrí más tarde.”
(Página 163/ 164)
La tristeza no fue
el único sentimiento que le provocó el alejamiento de Marcos, porque supo sacar fuerzas de flaquezas y afrontar, con
enorme dignidad, el episodio negativo para seguir adelante, para manejar de
manera eficiente su poder de seducción, y para volver a enamorarse muchas veces más:
“Por esa época,
probando antiguas estrategias de seducción, intenté recuperar la noción de mi
misma, de mi poder de mujer conmocionado por el abandono de Marcos.
Se despertó en mí
un instinto casi masculino de conquista. Los hombres dejaron de sorprenderme.
Comprobé que bastaban ciertos gestos, cierta tibieza de ojos abiertos, liberar
la sensualidad con la adecuada dosis de atrevimiento o delicadeza para que me
siguieran tal como si fuera el flautista de Hamelin. Aprendí qué costuras
sutiles penetrar para que se tornaran dúctiles y dóciles. Decidí descifrar las
mitologías que atribuían a mi género el caos, el fin de la racionalidad, la
capacidad de provocar guerras y cataclismos universales con el mordisco a una
manzana o el desatar de una sandalia.”
Con buen ánimo
y nuevos bríos Gioconda volvió a vivir otra(s) historia(s) con más de uno
bien dispuesto-incluso los tuvo de a dos-algo bastante difícil de confesar por ser una mujer-.
Comandante Henry Ruiz, "Modesto" Uno de los que supo tener de a dos y que le exigió que se decidiera entre uno u otro |
Los otros supieron apreciar sus múltiples recovecos femeninos. No
sólo los físicos- que aparecen en su poesía-, sino los espirituales. Porque una mujer que se
precie es un ser redondo, complejo, completo, dispuesto para el sexo, pero
también para la ternura, para el
compañerismo, para "compartir las rarezas"- como dice Rosa Montero- para el juego, para el buen humor.
A
Gioconda Belli un brujo de su Nicaragua natal le dijo: “Mal de varón,
sólo con varón se quita.”
El libro autobiográfico de Gioconda Belli: amor y guerra. |
Ella lo tuvo en cuenta con creces, hasta que encontró a su último marido: Carlos, "el puerto de sus tempestades". Y si no me creen, lean el libro. Después me cuentan.
Muy bueno tu artículo. Gioconda aún es una enigma para mi. No la he leído. A ver si reparo esto prontito. Saludos
ResponderEliminarLaura: empezá por "El país bajo mi piel" es una autobiografía muy sugerente porque ahí está la mujer completa, no únicamente la escritora sino la esposa, la madre, la amante, la guerrillera que-pese a provenir de clase alta-, aprendió, incluso, el manejo de armas, y llevar y traer no únicamente correo común.
Eliminar"El país bajo mi piel" ,lo acabo de leer , es excelente. G.B una mujer extraordinaria.
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