domingo, 16 de agosto de 2015

DE NOVELA

Dos novelas de imprescindible lectura 
A partir del 7 de agosto de 2015, se comenzó a celebrar en el Centro Cultural de España la llamada “Semana negra” con invitados extranjeros y nacionales. Variados. Tanto, que entre los extranjeros va a concurrir un ex delincuente devenido escritor: Daniel Rojo, apodado obviamente, “El Rojo”.
Hay autores que diferencian la novela policial de la novela negra y para ello se apoyan en la idea de que la “novela negra” es producto de la crisis. En fin.  Demos un vistazo  a algunos personajes de la novela negra. Es evidente que para que sea “negra” tiene que tratar de  delitos y, que para “descubrir” culpables es absolutamente ineludible la figura del investigador privado, detective, o policía. No hay duda de que son necesarios. No todos los autores encaran la creación de personajes de la misma manera, pero, creo que  Philip Marlowe  todavía sigue en el tapete como un modelo clásico. En general, en casi todos estos investigadores privados,  se puede constatar una manifiesta afición  por la bebida- si es bourbon mejor-  una buena dosis de cinismo, y una especie de inocencia que los lleva a cometer errores.

Encontramos novelas  que no admiten una casilla única. “El peso del corazón” de Rosa Montero, es una de ellas.  Nos volvemos a encontrar  con un personaje que Rosa quiere mucho: la célebre Bruna Husky de  “Lágrimas en la lluvia”.   Cuando hice el primer comentario lo titulé “La muy humana Bruna Husky”. (Si no lo leyeron y lo quieren leer está en este blog publicado el 11 de noviembre del 2012). Bruna es una detective. No voy a repetir acá lo que ya comenté, simplemente voy a recalcar que este personaje tecnohumano, androide, o replicante- de todas esas maneras es llamado- sigue en esta otra novela teniendo “esa humanidad” que se vio en el relato anterior. Por ejemplo: continúa siendo sumamente sexual.  Tiene muy  buen sexo con el sobón  o táctil que le mandan de “terapia”. Y  se lo come con fruición y sin ningún aderezo, pero el mayor  motivo de sus desvelos es el Inspector Paul Lizard,- que huele a bosque o a cedro-. Es “humana” por todos lados: experimenta  sensaciones gustativas, olfativas, tiene sentido estético-artístico- y, además, sentimientos. Por eso, después del sexo,   necesita ternura. No quiere que el tipo se levante, se lave y se vaya. Lo quiere tener a su lado, acariciándola y mimándola:

“De pronto, a Bruna le urgió obtener una prueba de que ella le importaba algo a él. Necesitaba un beso, un susurro, una caricia. Una mirada. Pero el corpachón del hombre sólo trasmitía ensimismamiento, indiferencia, frialdad.” (…)

(…) “Algo más, algo más. La androide necesitaba desesperadamente algo más que esta humedad pringosa, este vacío. Por el gran Morlay, necesitaba sentimientos. Que Lizard no se fuera. Que la abrazara. Que la quisiera.” (pág. 107)       

Los deseos de Bruna son los de cualquier mujer que se precie: que el sexo sea bueno, sí, claro,   pero que después se afiance en la ternura.
 Bruna concebida como una tecno-humana detective es alta, esbelta y de combate. Participa de investigaciones, a veces, con cierta torpeza o inocencia, que también exhiben-en otras novelas- muchos de sus colegas hombres.   
Otra característica que mantiene Bruna en esta segunda novela es el sentido de la finitud: las tecnohumanas monterianas  viven diez años. Nacen con 25 y mueren indefectiblemente a los 35. Ella cuenta día a día cuánto le queda de vida.
Yo me imaginé una Bruna Husky tipo "Mujer Maravilla" -que es de combate, a nadie le caben dudas, - pero lógicamente con su cabeza pelada y el tatuaje que le recorre el cuerpo desde la cabeza a los pies y le da toda la vuelta. Ataviada con un vestido ceñido  y sin bragas-tal cual la describe Rosa Montero, su creadora-. (Imagen de Internet) 


 Consulté en el Club de Libros Rosa Montero sobre el género de la novela “El peso del corazón”:

 ¡Hola gente! Acá en Montevideo, empezó hoy la llamada "Semana Negra"- en el CCE    (Centro Cultural de España). Nos visitan varios escritores extranjeros y nacionales que han escrito ese tipo de relatos. Yo me pregunto y les pregunto: 
"El peso del corazón" ¿Es una "novela negra" o es una novela de "ciencia ficción"? Salamandra Madrid ¿Tú qué dices? Bruna Husky es una detective, siempre anda envuelta en "casos", hay asesinatos, sexo, dobles y demás. ¿?


    Así me contestó Salamandra Madrid- seudónimo que usa Rosa Montero en su página-:    

Salamandra Madrid Jajaja, es ambas cosas; es una novela de ciencia ficción y también un thriller, y además es una novela política y una novela existencial y una novela de amor y.... Varias cosas a la vez. Un besote preciosa

Es indudable que las novelas que escribe Rosa son “multifocales”, y por lo tanto difíciles de encasillar.
Por eso, en la contratapa dice esto:

"El peso del corazón es un thriller, una novela de aventuras política y ecológica, de fantasía y ciencia ficción, un relato mítico, un cuento para adultos, una reflexión sobre la creación literaria, una metáfora sobre el peso de la vida y la oscuridad de la muerte…¡Y una historia de amor! "

Lo cierto es  que muchas  novelas actuales son así: variopintas y con personajes vulnerables.

La novela de Hiber Conteris, “El rastro de la serpiente”, tiene también características múltiples, aunque se afiance más firmemente en el género de la novela negra:

El rastro de la serpiente” se inscribe dentro del género novela negra ya frecuentado por su autor en El 10% de su vida, El séptimo año: la búsqueda de Ground Zero y en algunos cuentos. En esta ocasión, Conteris sitúa el escenario de su nueva novela en el estado de Ohio, Estados Unidos, donde dos antropólogos (uno mexicano, el otro rioplatense) en medio de un ambicioso proyecto que  intenta vincular las culturas indígenas y prehistóricas de ese estado con las culturas del valle de México, se ven involucrados en la desaparición de una seductora mujer, periodista y crítica de arte, cuya búsqueda está en manos del implacable comisario del condado donde se produjo el hecho. El lector se verá atrapado en una trama que mezcla la intriga policial con la exploración de las culturas selváticas de la región (el famoso monumento conocido como “el túmulo de la serpiente”) mediante un sostenido suspenso y una estructura narrativa que imita el ritual de los antiguos sacrificios de esas culturas.” (contratapa)

La novela se abre con un epígrafe que llama la atención:

"Hay tres cosas difíciles de conocer y una cuarta imposible: el rastro de una serpiente sobre la piedra, el del pájaro en el aire, el del navío en el agua, y el del hombre en la mujer". (Proverbio atribuido a Salomón)

En la cuarta premisa, se enfatiza la imposibilidad de conocer qué rastro deja el hombre en la mujer.  Sin embargo,  yo creo que si la relación  ha sido intensa,  y ha permanecido a través de los años, con seguridad que ha calado en la profundidad del alma. El "rastro"  no  será visto, pero sí intensamente sentido. Es más que probable que quede  aunque sea  imperceptible a simple vista,   en los dos. 

Los antropólogos de esta novela no son detectives, pero sí investigadores. Los personajes tienen nombres significativos,- y no es porque a mí se me haya ocurrido que los tengan sino porque algunos  están explícitamente explicados-:

Eilan Cester

"Su abuelo era galés, había druidas y nigromantes entre sus lejanos progenitores, había ciertamente un futbolista internacional, y sus padres habían consentido en ese absurdo nombre, Eilan, que nadie acertaba a comprender de dónde provenía o a qué santo invocaba, hasta que Cester explicaba que en gaélico, eilan, significaba isla y el onomástico le había sido impuesto por el centrofóbal o el abuelo, no lo sabía muy bien, en recuerdo de un arrecife de basalto frente a la nativa población de Fishguard, en el reino de Wales, desde donde sus antepasados se lanzaban a la pesca del arenque, la langosta, bogavantes y cuanto crustáceo cayera en la red o en el esparavel". “(p.37)

Soan

“Soan, Soan… - murmuró- (Cester) sabía que ese nombre me decía alguna cosa.
¿Qué le dice a usted? Para mí siempre fue un misterio.
Es el nombre genérico de la tradición de los instrumentos tajaderas de la India.
Repita eso.
Las tajaderas. ¿Sabe de qué se trata?
Algo que sirve para tajar, supongo.
Eso mismo. Se aplica a cierto tipo de cuchillas en forma de hoz o media luna. En la India hay toda una tradición muy antigua de esos instrumentos." (p.74)

Soan tiene además un cuerpo atractivo-  y se destaca en ella, más de una vez- su parecido con  la actriz Ali McGrawn  de Love Story:

“Se había entubado en un vestido enterizo de blouclé gris perla que resaltaba cada una de las anfractuosidades de su cuerpo y acentuaba los negros reflejos de ónice de la melena Ali McGraw y la intensa sugestión de los ojos basálticos.”  (p. 60)

Ali  McGraw con su gato. De la época de Love Story  Imagen tomada de Internet 


Patricio Adena

El  antropólogo mexicano, lleva un nombre connotativo-“patricio” significa de noble estirpe-  y su apellido remite a una cultura amerindia.

Just Priesthood

El comisario-sabueso, el sheriff  que quiere  resolver el enigma. Su nombre  Justo- no necesita explicación y su apellido significa: sacerdocio. (Averigüen porqué.) 

Sybil McPrey

La sirena, la nadadora,  o la mujer tiburón. Sybil significa profetisa, y el apellido remite a “presa”.

Hay-además de la trama policial con desaparición, investigación, sospechas y muerte, otra trama subyacente que se enlaza con   lo religioso desconocido. Hay referencias al misterio de los Hopewell –que no dejaron nada escrito- y también a la Iglesia Nativa Americana y sus ceremonias con el peyote.
El peyote fue tenazmente perseguido y prohibido por las autoridades estadounidenses y también  con la misma tenacidad, los indios se empecinaron en seguir usándolo. Finalmente, fue autorizado para  sus ceremonias religiosas-no sin cierta animadversión -
También está presente en esta novela esa persecutoria obsesiva, que se enreda con la trama principal.

Artículo tomado de Internet 

Hay también- no podía faltar- una historia de amor que se entrelaza y desvanece  entre el fragor de los acontecimientos. El centro primordial es Soan- “la que taja”, Patricio- “el de noble estirpe” y Eilan, “la isla” –aunque hay un cuarto más, no lo tomo en cuenta, porque lo esencial ocurre entre estos tres- Y les dejo que descubran con quién –supuestamente- se quedará “la que taja”.

“El rastro de la serpiente” entra más holgadamente en la categoría “novela negra” que “El peso del corazón”.  Y no les cuento nada más. Lean las novelas. Ambas se dejan leer con gusto.






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