Woody Allen por Alan Bielawski ( tomada de Internet) |
Ya saben que soy
fan de Woody, así que no pongo ninguna excusa: hoy, seis de enero, día de los
Reyes Magos, me fui a ver “Wonder Wheel”- su “Rueda de la maravilla”.
No es nada
difícil ubicar estos:
Leitmotivs:
·
Música. Un ejemplo: You belong to me Jo Stafford
·
Una época del pasado que le
atrae
·
Personajes soñadores e
infelices o insatisfechos
·
·
Lugar de ensueño: Bora Bora
La vida está
concebida como un amargo laberinto.Ninguna
de las protagonistas vive con el hombre de sus sueños. El príncipe azul aparece
en la figura de un atractivo salvavidas (una función que no creo que esté
puesta porque sí, sino al servicio de la trama); que no tardará en ser motivo
de disputa entre las dos mujeres: la esposa y la hija del operador de la Wonder Wheel.
Todos los
personajes tienen sueños insastifechos: Ginny, habría deseado ser una afamada
actriz dramática; en cambio le tocó ser una camarera que trabaja por necesidad. Por celos, se puede convertir en un ser siniestro. Su hijo (de su primera pareja,) es un pirómano incorregible. Angustiado,
solitario, cinéfilo. Vaya a saber qué caos interno tiene ese muchachito que no
deja de prender fuegos en todos lados, y se queda absorto en su contemplación.
El salvavidas,
desea ser un escrito reconocido (como su amado Eugene O’Neill), y de hecho lo
lee y lo recomienda, pero trabaja en la playa, procurando salvar la vida de las
personas que se arriesgan.
La hija del
operador de la rueda; que aparece en Coney Island, buscó la felicidad tratando
de huir de la mediocridad, eligió a su
marido por amor, pero es un gánster que la hará buscar para matarla
por haber revelado secretos de la banda a las autoridades policiales.
Humpty, el marido
de Ginny, tampoco es feliz. Es un hombre violento, alcohólico, que lucha por
salir a flote,- se han ayudado mutuamente con la mujer-que también tiene
problemas con la bebida, pero aún así no está satisfecho. Vive únicamente para
una actividad: ir a pescar. Invita a su
mujer, pero ella manifiesta una y otra
vez que no le gusta.
El ambiente de
Coney Island, es dominado por la “rueda de la maravilla”, o “la rueda de la
fortuna”. (Porque hace lo que quiere y
como quiere).
El destino, como
en casi todas las películas de Allen, es absolutamente imprevisible. El ser
humano, sueña, trabaja, plantea,
filosofa, planifica, elabora, pero el destino da un zarpazo y manda todo a
cualquier lugar jamás pensado ni concebido.
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