jueves, 9 de agosto de 2018

LA FLOR DE LA EDAD

Aldo y Gabriela foto tomada de Internet 

En realidad, la documental que vi  se llama “La flor de la vida”, aunque  yo la hubiera llamado: “La flor de la edad”. Está basada principalmente en la historia de Aldo y Gabriella, dos octogenarios-  horrorosa palabra que señala la década de los ochenta años de edad-. Vivieron juntos cuarenta y ocho años; después Gabriella lo dejó. Optó por vivir separada de Aldo. La película es  una rotunda queja sobre la vejez y los deterioros que ocasiona. Los momentos felices  aparecen para señalar  el paso del tiempo, pero no se detienen demasiado en lo bueno. Únicamente son pantallazos. Incluso, en el tráiler, Aldo dice algo así como: “mira qué cuerpazo que tenía, ahora ya no tengo nada de eso”. (Sinceramente, Aldito, perdoname, pero  sería como si yo pretendiera tener las medidas  de mis años juveniles, cuando me postulé para Miss Primavera, ahora, que ya pasé los setenta pirulos).
A Aldo Macor lo conocí por su actividad de bloguero: Su blog se llama: “Me ne frego”. Algo como: “No me importa”. También puede ser algo así como “a mi qué”. (Yo te veo encogerte de hombros y todo.)  Aldo tiene múltiples  historias centradas en  su persona y en sus actividades. Él mismo dice-en la película-  que es un ególatra; yo no miento cuando afirmo lo mismo. En realidad,  todas las personas que hemos tratado con artistas, -yo he tratado más con  escritores por mi actividad-  sabemos, sin lugar a dudas, que el artista  es un egoísta supremo: un maravilloso pavo real que muestra constantemente la belleza de su plumaje.  Admíralo siempre. No te atrevas jamás a decirle que ha perdido la belleza de sus plumas, -es decir  las ventajas de sus años mozos- porque nunca estará dispuesto a admitírtelo y te odiará irremediablemente para siempre. Y hasta te dejará de hablar y de escribir. Si por alguna causa, tu sinceridad te lleva a decirle  que prefieres a los hombres jóvenes y con el  aspecto de Keanu Reeves, te mandará de cabeza al   infierno más ardiente. ¡Cómo le vas a decir eso a él, que fue un dios de la belleza!
En la documental Aldo y Gabriella son los protagonistas, pero, como las cineastas convocaron a personas mayores de ochenta,  no son los únicos que aparecen. Una de las figuras  más conocidas es Cristina Morán, nuestra amable  locutora de radio y televisión, protagonista de aquellos “Domingos continuados” que fueron tan exitosos. También a ella le llegó la vejez. Es una de las que dice que envejecer es muy duro, o muy cruel.

Es muy  cierto que envejecer conlleva cambios físicos y espirituales. Hay que aprender a convivir  con ellos y no pretender ser unos pendejos cuando ya somos seres que han pasado los años mozos. Eso no quiere decir que nos apoltronemos y que busquemos que los demás hagan todo por nosotros. De ninguna manera. Simplemente significa que debemos acompasarnos al paso de los años. Yo ya me di cuenta de que no puedo bailar más  twist, rock o salsa, como antes,  pero ¿qué tal un tanguito? Es más que posible que mis  huesos no resistan la dura rutina de la gimnasia aeróbica, pero hay otros ejercicios que se pueden practicar hasta edades provectas sin que nos tengamos que  romper  los ligamentos o algún hueso. Yo practico taichí hace años; sus movimientos lentos y armoniosos favorecen el  bienestar físico y espiritual y también contribuyen a la coordinación mental, porque hacer bien las figuras requiere práctica constante y como es  en grupo, aporta también los beneficios de lo social.
Taichi: Posición de latigazo simple 


En la película se les preguntó a los veteranos si habían dejado algo por hacer. Yo también me lo he preguntado. De acuerdo a como se me dio la existencia, no creo que hubiera podido cambiar nada. En plan de fantasear sí.
Como fantasía o utopía- es decir como irrealizable porque no se me dio-.
¿Qué me hubiera gustado ser?
Redactora. Escritora.
¿Por qué no lo fui? Porque tuve que trabajar para ganarme la vida y aunque lo intenté nunca pude conseguir ningún empleo que se relacionara con las letras. Finalmente, opté por la docencia, aunque no fue mi primera elección. De todos modos, desde el momento en  que asumí que eso era lo que tenía que hacer para dejar de trabajar en  oficinas, me concienticé de que lo tenía que hacer lo mejor que pudiera. Me iba en ello la vida. Sin lugar a dudas. Y lo hice. Sin más cuestionamientos. Ahora, ya veterana y retirada, tengo este blog donde despunto mis ganas de escribir y de expresarme.
Aldo también hizo algo así, aunque siempre buscando sobresalir. Tiene su blog “Me ne frego”, pero por medio de él, por medio de  la pintura, por medio de la escultura, quiere el reconocimiento de su talento. También quiere personas para conversar porque está solo. Sus amigos se fueron muriendo. Dice que le  quedan dos. Yo me pregunto y te pregunto Aldito,  ¿Por qué no cultivas  amistades más jóvenes? Siempre aportan un renovado aire de frescura. Incluso hay países que alientan a  vivir con personas de diferentes edades  porque se sirven los unos a los otros. Los jóvenes consiguen  un lugar para vivir mientras estudian y a su vez, los viejos obtienen compañía.

Ya conté con algunos toques de ficción,  que cuando era muy joven  gané una coronita de lata como Miss Fotografía en un concurso de Miss Primavera donde la reina electa fue  una con aspecto de Marina Vlady, con unas  redondeces muy contundentes que yo estaba muy lejos de tener.
Marina Vlady (foto tomada de Internet)

De todos modos,  el prestigio de  la coronita de lata  me trajo también  un novio alto, buen mozo, de pelo encrespado y de ojos castaños  que era el Adonis de  Las Piedras. No me duró mucho, pero mientras tanto, fui muy feliz. Y eso es lo que cuenta.
La verdad es que a medida que transcurre la vida hay que ingeniárselas para  cosechar pedacitos de felicidad. En fin. Si no  puedo conquistar a Keanu, ( Aldito: vos sabés que me encantaría ¿no?)  al menos tengo que alimentar a toda costa,  la capacidad de soñar.  Y, como decía Rosencof-    (  que ya es un octogenario divino como vos también-): “¡Que nunca falte!”


 
Mauricio Rosencof: "Que nunca falte"
(foto tomada de Internet) 












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