El Samsung Galaxy ace 4 de mis desvelos- imagen tomada de Internet- |
¿Usted tiene celular? ¿Es de Antel? ¿Cómo le fue con el
contrato?
Por el contrato del año pasado, accedí a un celular SAMSUNG
con un teclado minúsculo que me costó mucho digitar. Yo no nací con esta tecnología,
trato de adaptarme de puro guapa que soy nomás. Pero me cuesta. El celular se
me “trancaba” una vez sí y otra también. No lo podía atender, así que opté por
usarlo mudo. No atendía llamadas, porque se trancaba- y tampoco mensajes de
voz- por la misma razón- Muchas veces,-aunque lo expliqué hasta el cansancio-
tuve que reiterar que recepciono: mensajes escritos y whatsapp. Más de una vez,
alguna boluda me preguntó: ¿Y se puede
saber para que usás el celular?- con tono de para qué mierda lo tenés- y tuve
que contestarle airadamente, porque a las buenas no entendía.
Ayer, me cambiaron el celular. Vino un mensajero que no
sabía de la misa la mitad. Con el casco puesto, me dijo que entrara a la página
de ANTEL y leyera las instrucciones. ¿Alguna vez entraron a la página de ANTEL?
Es más caótica que la de la Intendencia. Y con eso está todo dicho. Cuando fui
a accionar mi viejo celular, me lo habían cancelado. Pero ¡oh sorpresa! El
nuevo no tenía servicio. Esta mañana empecé la peregrinación. Primero al
Shopping Punta Carretas: al TELE SHOP de ANTEL- no pudieron bajar los datos.
Más tarde opté por ir a la Sucursal de ANTEL Punta Carretas. Allí-después de la
consiguiente espera- me atendió una especie de técnico de hablar vertiginoso.
Se dice que los muy inteligentes hablan así. Yo me pregunto: ¿por qué no les
dan mejores destinos que la atención de público? Yo no le entendí casi nada. En
su barboteo pude vislumbrar que no me podía ni siquiera “tocar” los datos.
Estaba prohibido. Lo tenía que hacer yo. ¿Cómo? Entrando a la web de SAMSUNG y
aprendiendo a hacerlo. Bien. Evidentemente, en lugar de mejorar el servicio
malo que me habían dado lo re-cagué (vamos a emplear el re- que es tan juvenil-)
aún más.
Volví a mi casa, seguí pensando y me acordé que en el paseo
al cliente hay un “POWER SHOP”- ahora es todo así-. Fui. Me atendió uno que
hablaba con coherencia. Cuatrocientos pesos por la farra. No me dio boleta. Embolsó nomás los 400. Con
la emoción no le reclamé nada. Volví a
mi casa con el celular semiandando, porque no tiene ni facebook, ni mail, ni un
carajo. De a poco, le fui bajando alguna aplicación.
Hágame caso. Si usted no es técnico. NO cambie de celular. Y
si es posible, no lo cambie por uno de ANTEL salvo, que le aseguren que le
hacen TODO. Usted contrata un SERVICIO; NO UNA COMPLICACIÓN. ¿TA?
¡BUENA SUERTE!
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