Sucursal de correo uruguayo de 26 de Marzo 3391 casi Julio César- Pocitos Nuevo |
El 19 de octubre de este año, con el título “Esquemas” me
referí a las múltiples dificultades que encuentra un usuario común para hacer
algunos trámites sencillos, como desayunar en un Mc Donald-después de las 11 de
la mañana- comprar un medicamento,
enviar por el correo uruguayo un libro a la vecina orilla.
No voy a abundar sobre el particular. Hoy voy a otro. De
mañana, me levanté temprano, desayuné en mi casa- y, ya curada de espanto, me dirigí al Montevideo Shopping. Mi idea era
bien sencilla: mandar una tarjeta postal –clásica, y “a la antigua” a una de
las amigas que tengo en España. Ya también “curada en salud” con el mal trato
que recibí en la otra agencia, decidí que podía ir a la del Montevideo
Shopping, donde si todos los astros estaban alineados a mi favor, podría
recibir una atención más esmerada. Craso
error. No existe más la sucursal de correo uruguayo en el centro comercial. Se
mudó a 26 de marzo 3391 casi Julio César. ¿Motivo? Según lo que me explicaron,
a los centros comerciales no les interesa tener locales ocupados por
instituciones públicas, prefieren alquilarlos- a buen precio-, y dejar a los
pobres usuarios en pampa y la vía. Así que junté coraje, le pregunté a uno de
los guardias más o menos cuántas cuadras tenía que caminar y emprendí la marcha.
No son muchas cuadras, quizás cuatro, quizás cinco, pero, en esa zona, 26 de
marzo es “en subida” y no tiene ni un mínimo arbolito para guarecerse del sol.
Para colmo de males, la artrosis de rodillas me tiene a mal traer por lo cual
caminar se ha convertido en una experiencia bastante dolorosa. Pero no me
quedaba otro remedio, así que lentamente, tarareando “Nuestro balance” de Chico
Novarro, emprendí –lentamente- la caminata.
Felizmente, llegué y
fui bien atendida por una joven,
que hasta me elogió la letra manuscrita- destacando mi “letra de maestra”-
condición adquirida después de muchos,
pero muchos años de planas caligráficas- . En amena charla le hablé de mi blog,
y de las veces que escribo sobre estos problemas barriales.
Yo tenía una preciosa
sucursal del correo uruguayo en el Punta Carretas Shopping- ya todos saben que
vivo a media cuadra- y podía enviar todo lo que se me antojara con un mínimo
esfuerzo. Ya no. No tengo ninguna sucursal a mano. Fui muy bien atendida, pero
no me queda cerca. Tengo que ir en ómnibus o en el auto- si encuentro dónde
estacionarlo- problema que se ha agudizado también en los últimos años, porque
no hay suficientes espacios para dejarlos seguros. En la Sucursal de Pocitos
Nuevo también me encontré con la empleada que me atendía en la sucursal Punta
Carretas. Y le manifesté la verdad: que la extraño enormísimamente,- a ella y a
su amabilidad siempre lista para aconsejarme la mejor manera de realizar un
envío-. Les dije a todos que iba a escribir en mi blog. Prometí enterar al
Consejal del Municipio CH, el señor Andrés Abt- que según tengo entendido se ha
ocupado y se ocupa mucho de lo barrial- para ver si de alguna manera, puede
realizar alguna gestión positiva para que Punta Carretas vuelva a tener su
sucursal de correo. Ojalá que sí. Los vecinos nos la merecemos. No les quepa la
menor duda.
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