Foto de la visita de la Sra. Hillary Clinton a la escuela Nº 264 de Uruguay-foto tomada de Internet- |
La escapada a Buenos Aires me permitió ver el programa “Hacete de Oliva” donde la verborrágica Laura Oliva, hace
empleo de una expresión que parece que se puso de moda.
Se trata de una que
connota una clara reacción negativa debido a circunstancias adversas: “me la baja”. Oliva, con el desparpajo sensacional que la caracteriza también mechó
que para las mujeres podría ser: “me la
seca”.
Y sí. Hay situaciones en que se pueden producir esas
sensaciones de absoluto fracaso. A mí me
pasó con la demora del último viaje que hice en Buquebús. Y también con el
encuentro en la Bibna con el escritor cubano Alejandro Padura. Ya les conté las
dos anécdotas así que no voy a abundar.
Y aunque la expresión se considere de mal gusto es magnífica
y acertada: de la misma manera que el pene no se yergue por voluntad propia, ni
la vagina se humedece así nomás, tampoco se puede lograr que las cosas salgan
como una quiere, así porque sí.
Yo no seguí al detalle el asunto de las elecciones en Estados Unidos.
Leí algunos comentarios, oí otros, más
que nada, sobre Donald Trump. La mayoría
negativos. Entre ellos, el del escritor Leonardo Padura en la BIBNA.
Pese a tanta alharaca el hombre triunfó y fue electo
Presidente de los Estados Unidos.
La candidata republicana tampoco me había impresionado agradablemente. En su
visita a Uruguay, en el año 1998, como primera dama, el colegio UAS engalanó las ventanas de sus clases con las
banderas de Uruguay y de los Estados Unidos, y sacó a los niños-también con
banderitas de los dos países- a la
vereda, para que la vieran pasar, pero ella, ni siquiera se dignó a bajar la
ventanilla de su auto para saludarlos con la mano. Los pequeños quedaron frustrados. Sin embargo, visitó a la escuela pública Nº.
264. Y, por supuesto, se sacó fotos con
las maestras y con los niños. Supongo que protocolarmente, le quedaría mucho
mejor la visita a esa escuela pública y no a un colegio americano privado -que
seguía los programas de los Estados Unidos y todo, pero que no tendría ninguna
repercusión política positiva para su carrera-.
Foto de Hillary Clinton firmando en la escuela Nº 264 en el año 1998 Uruguay |
Así que yo también podría decir -junto con Laura Oliva-: que esa actitud
tan interesada, tan poco propicia, que
tuvo para con un colegio de su país, “me la baja”- (o “me la seca”).
Pero la vida da muchas vueltas, y muchas, son de rosca
completa. Es probable que ahora sea ella
la que esté diciendo:
Donald Trump “me la baja”, (o “me la bajó” o “me la secó” completamente), porque la dejó
fuera de combate en las elecciones presidenciales.
Y ahora:
¡América latina, y mundo en general: ¡Sálvese quien pueda!
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