miércoles, 31 de mayo de 2017

FELICIDAD DE JUBILADA

Escondrijo en una bolsa de Francis ¿por qué no?

Cuando se han sorteado muchas peripecias, la felicidad de jubilada es una conquista merecida con creces. Por lo menos, así lo veo yo. Por supuesto, que no todas las personas tienen el mismo criterio sobre el concepto de ese tipo de felicidad. Para mí es "la de las pequeñas cosas": un desayuno apetecible con un café con leche acompañado de  tostadas con  manteca y dulce, escuchando buena música, en un pequeño comedor diario caldeado, adjunto a la cocina, con Teodoro caminando  alrededor, pegando pequeños saltitos juguetones enredándose en mis piernas, esperando su rato de falda matutina, o, si demoro mucho, exigiéndola con potentes maullidos. Ya hace más de un año que vivimos juntos, y, nos hemos ido habituando el uno al otro. No le gusta para nada quedarse solo, pero ahora, ya con más de un año de vida, lo acepta. No obstante, cuando regreso, me recibe con muestras de alegría. Tiene maullidos diferentes según las circunstancias: los de la mañana cuando da los buenos días, cordiales, suaves, casi ronroneos, los de exigencia si demoro mucho en atenderlo: sonoros y perentorios, los de despedida: parecidos a los de la mañana pero menos alegres. Es sumamente pícaro. No puedo dejar nada de comida "suelta" sobre la mesa, ni sobre la mesada porque el sabandija se trepa y la roba. Tiene su propia comida gatuna, pero, su instinto depredador lo lleva al pillaje. Me enojo, lo rezongo, se hace una bolita contra el piso. Entiende. Entiende, pero, vuelve a delinquir. Como una madre preocupada, he consultado a otros amigos que tienen gatos, al veterinario que lo atiende, y todos me dicen lo mismo: " ya va a madurar". Aún así, Teodoro forma parte de mi felicidad doméstica. Ese rato de ocio, de "dolce fare niente" tan necesario para el alma.
Mi apartamento es mi refugio contra los rigores del invierno, como lo describí anteriormente.

No es la "magdalena" de Proust, es mi tostadita matutina,parte de mi pequeña felicidad doméstica 


Fuera de él, también tengo entretenimientos, por ejemplo: participar de alguna actividad en el Club de los Grandes. Formado para personas mayores- o adultos mayores, como se nos llama- brinda gimnasia acorde, talleres de diversas clases, y varios entretenimientos.
Allí empecé con la actividad de Biodanza y seguí con Taichi. Los grupos son espectaculares y los instructores también.

"Dueño" de los tragos en el Club de los Grandes. Todo un espectáculo de exquisitez

 Además,  desde que está Sergio Puglia encargado del restaurante, se puede desayunar almorzar y merendar. Anoche, el espectáculo de Nicolás Ibarburu se acompañó con  unas exquisitas tapas, y diversos tragos. Una delicia completa. Espero que continúe cada vez mejor. Vale la pena. 
Tapas by Puglia con trago de naranja y vodka 

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