domingo, 22 de noviembre de 2015

SUITE FRANCESA

Michelle Williams y Matthias Schoenaerts como Lucillle Angelier y Bruno von Falk (Imagen tomada de Internet) 


Con el  mismo nombre que la novela de Irene Nemirovsky la película Suite Francesa, presenta una visión parcial- como toda película por otra parte-, de la novela que se hizo famosa hace unos años. Irene, de origen judío, nacida en Ucrania, y educada en París,  murió en Auschwitz. Sus novelas son estremecedoras, pero también su propia historia.

La novela es mucho más compleja que la película; además quedó inconclusa,  porque a Irene Nemirovsky  la mataron antes. Si mal no recuerdo, iba a constar de cinco partes, de las cuales pudo escribir dos. A mí no me quedó en la memoria la historia de pasión que pone de relieve la película sino las historias de hipocresía social, los reveses de la fortuna, la codicia de los fugitivos que eran capaces de cualquier cosa por cuidar de sus bienes materiales, como si no se hubieran dado  cuenta de que el peligro mayor era la pérdida de sus vidas, cuyo valor se había eclipsado por completo. Podían violar a las mujeres, ejecutar a los hombres, y dejar sin efectos cualquier ley que no fuera la que ellos quisieran imponer.

"Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio."   Julio Cortázar

La película, en cambio,  se centra más bien en la pasión de una francesa por un soldado alemán en el entorno de la invasión de los vencedores ante el rechazo- o acomodo, porque hay de todo en la viña del Señor- de los franceses.  El marido, el “ausente-presente”, está en el frente de guerra.
El alemán- que viene a vivir en la casa-,  toca el piano, y será ese instrumento el que los acerque al principio. Se trata, por supuesto, de un amor prohibido. Ambos, además de ser casados, tienen como muro de separación concepciones antagónicas provocadas por el ambiente. Pero  ya se sabe del viejo dicho: “El hombre es fuego, la mujer estopa, viene el diablo y sopla”. Es sutil que el  sabio dicho involucre al diablo en la explosión. El amor  en tiempos de guerra, como en este caso, tiene todos los ribetes del pecado: la atracción ineludible, la pasión,  “el pecado de la carne”- que creo que es el que tiene más mala prensa- y  la “caída”- como se le llama a la seducción consumada. Aunque la pasión entre los dos es insoslayable, no hay  posibilidad de futuro. En las familias descendientes de emigrantes- como la mía- se conocen historias similares. Incluso con hijos habidos de esas relaciones clandestinas, criados como propios por “padres”, que, por supuesto, ignoraron siempre la verdad.
Como señalé al comienzo, la película es parcial. (También señalé que la mayoría de las películas basadas en novelas, lo son). Pero también es cierto que se ve con interés, el clima de incertidumbre está logrado, la fotografía y la actuación son  excelentes, y la música también. Nada más se le puede pedir. Les aconsejo que lean la novela, y después vayan a ver la película.  Yo la vi  con interés, pero la novela me dejó apesadumbrada,  con muchísimas más interrogantes sobre la condición humana que las que podría suscitar el filme.




domingo, 15 de noviembre de 2015

EL VALLE DEL HILO DE LA VIDA

Cartel que nos recibe al llegar 
Durante mucho tiempo ignorados por la mayoría de los montevideanos, los parajes de las sierras de Lavalleja, además del encanto propio del paisaje, guardan misterios aún no resueltos. Después de ir al templo budista, y de pasar el día allá, nos había quedado por conocer este otro sitio arqueológico. Circundado por un paisaje de ensueño, el Valle del Hilo de la Vida, recibió ese nombre porque lo recorre –precisamente- un “hilo” de agua que corre rumoroso por el entorno. 

"El Hilo de la Vida"- un pedazo del paraíso- 

Para ir, es necesario pactar con alguna agencia que haga el recorrido y que arregle con los dueños, la charla, el almuerzo, y la visita guiada. Nosotras optamos por ir con la misma agencia que nos había llevado al templo budista: Atlanti-tour. El “formato” es el mismo. Los de Montevideo, partimos de la terminal 3 Cruces, y por el camino, se fueron sumando otros viajeros. Esta vez pasamos por Atlántida- donde la agencia tiene su sede-
Al llegar fuimos recibidos por el ginecólogo Gustavo Guerrero, -que, en lugar de traer bebes al mundo se ha dedicado a instruir a los que llegan sobre las bondades del lugar, que es otra modalidad de asistencia natal-.
Juanita tomando energía del lugar- atrás el Dr. de la vida:- Gustavo Guerrero-


 Lo primero que se establece fácilmente es  que es una fuente energética. Todos vamos con distintas expectativas: unos buscando curas psicológicas, otros, curas físicas, y también algunos vamos de pura curiosidad para ver si realmente se puede percibir esa energía de la que tanto se habla. Sí, se percibe. Las varillas de apreciación sirven, pero también sirve  la sensación de paz y de armonía que de inmediato se adueña de los estresados excursionistas. Como en toda travesía el público es diverso porque  como dice el dicho “hay de todo en la viña del Señor”. Desde el ruidoso insoportable que describía el Cuque Sclavo en una de sus crónicas,  ese que desde que sube no deja de hablar a los gritos y que prorrumpe en alaridos de felicidad ante cualquier pelotudez:
-¡Mirá la vaquita con el ternerito! ¡Qué divino! ¡El ternerito está mamando!
Y te lo grita en medio del oído que tenés más sensible. No importa que durante el viaje aparezcan muchas –digo: MUCHAS- vacas paridas con sus terneros porque el susodicho cada vez que vea una te lo dirá – y se lo dirá a todo el pasaje, a grito pelado- por las dudas, por si no nos habíamos dado cuenta. Y por si a alguien se le fuera a escapar algún detalle, se levantará y recorrerá TODO el autobús de punta a punta con guarangadas similares gritadas a viva voz. 
Vaca con ternero mamón: - ¡ Oh un ternerito mamando! ¡Oh, oh, oh! 


Tampoco falta la rompe pelotas que desde que sube va contando todas sus peripecias de salud-todas horrorosas y tremendas- sin interrupción de ningún tipo. Y vos, no sabés qué decirle porque también tenés una rodilla hecha pelota por la artrosis y te cuesta un triunfo subir la cuestita de morondanga para contemplar los túmulos indígenas y tomarte una foto con tu hermana- con mucha suerte quizás lo logres porque la lima-huevos te seguirá a sol y a sombra para seguirte contando A VOS. Pura y exclusivamente A VOS que heredaste ese karma de mierda que es “ligarte” la compañía de cuanto bipolar anda suelto por el mundo-. Y no podrás huir porque con la rodilla hecha pelota es imposible que corras. Juanita puede porque tiene quince años menos, pero vos no. Vos te la tenés que bancar durante todo el viaje. ¡Oh Dioses del Olimpo!
En pleno ascenso para contemplar los túmulos 

De todos modos, la comida se deja comer.  Apenas te da un repelús cuando te cobran 100 pesos uruguayos por una media copita-escasa- de un vino carlón- y 70 por un refresco. Pero, como decía Alberto Castillo: “que le vachaché”- así es la life-. El comercio se ha expandido y no somos tantos los que agarramos para el lado esotérico-.

Mesa brindando: con las copitas de $ 100 cada una. ( Los refrescos a 70 )

 Valió muy bien  la pena el rato pasado al borde del hilo de agua que corre feliz y sin preocupaciones- hasta el gritón se quedó quieto por un ratito-.
El ganso Narciso contemplándose a sí mismo en el ventanal 

Lo más misterioso son los túmulos que se levantan en una línea-para vos incomprensible, pero intuís que por algo será así- que no son “enterramientos indígenas"- como alguna vez se pensó- porque no  se encontraron huesos humanos en ellos. Sí se sabe que de una manera u otra están relacionados con lo  espiritual porque nuestros indígenas no eran tan torpes como nos quisieron hacer creer los viejos libros de historia.

Frente a uno de los túmulos con Juanita-en el centro tomadas de la mano-
(Imposible salir solas)

De todos modos,  igual llegará el  momento en  que podrás abstraerte, quedarte en el medio del misterioso paisaje- meditar no, imposible- pero por lo menos sentirás que estás en un lugar increíble, con un “lagarto Juancho” que te viene a saludar al comedor, y con un ganso Narciso que se contempla embelesado en el vidrio del ventanal.
El "lagarto Juancho"- que vino al comedor y se dejó fotografiar-





miércoles, 11 de noviembre de 2015

LOS SENIORS DE LA VIDA

Robert De  Niro,- como Ben Whitaker- y  Anne Hathaway como- Jules Ostin-
(Imagen tomada de Internet )
La palabra SENIORS la empecé a usar cuando ingresé a trabajar en el Uruguayan American  School porque así se denominan a los estudiantes del último grado de la Secundaria. Sin embargo, en la actualidad, también se aplica a los veteranos que  nos reinsertamos en alguna actividad después que dejamos   los  trabajos habituales y   pasamos  a la categoría de jubilados. En un mundo que ha hecho un culto absolutamente  extraordinario de la juventud, parecería que los jovatos quedaríamos  para siempre en una posición desventajosa,  sin trabajo, sin  amor, sin sexo, condenados a sentarnos en las plazas para dar de comer a las palomas- no tiene nada de malo, pero es una actividad que ya se llevaba a cabo en los siglos pasados-. 
Judi Bench como  Evelyn en Hotel Marigold
(Imagen tomada de Internet) 

Sin embargo, algunos filmes de los últimos tiempos desmienten esa condición. Por ejemplo, la serie de películas 1 y 2 de “Hotel Marigold”; “Directo al corazón”;  “Ricky and The Flash”; y la última que recuerdo: “Pasante de Moda”. En todos los filmes que mencioné se “restituye”- por así decirlo- a los veteranos un papel protagónico. De alguna manera, “vuelven al ruedo”. Sobre todo en la última: “Pasante de Moda”.
Practicando Taichi- en "Pasante de Moda"- (Imagen tomada de Internet) 

Por supuesto que todas las películas que he mencionado son comedias, y en muchos casos con  toques  sarcásticos, sin embargo, pintan una realidad diferente: la de los sexagenarios- o más- que luchan por reinsertarse en una realidad que tiende a excluirlos. En la primera película  de El Exótico Hotel Marigold, una de las protagonistas encarnada por la actriz Judi Dench- Evelyn en el filme- aparece en las primeras escenas luchando para ser atendida por una persona de carne y hueso y no una máquina contestadora. Cuando lo logra, le piden que hable el titular- que lógicamente es el marido que ha muerto- Yo también pasé por esa crueldad y otras similares. El “titular” no está más; y el que queda con vida tiene que luchar con la torpeza humana que no tiene límites, para lograr un propósito tan simple como cancelar un servicio que no va usar más. El hecho no es irrelevante. Cuando se ha dependido de un esposo para todas las circunstancias, es muy difícil, convertirse de golpe y porrazo en un ser independiente. Lleva años de aprendizaje.
¡Hasta para el sexo y el amor puede haber lugar!
( Imagen tomada de Internet) 

“Pasante de Moda” presenta una visión  más risueña y descontracturada: un veterano de setenta años, jubilado y viudo,  no quiere que la vida  le pase por arriba y se presenta a una empresa que solicita los servicios de un “Senior en la vida”. -Ahí se ve la palabra Senior aplicada al veterano-. Podría pensarse que es más suave que la referencia en español: “adulto mayor”. Quizás sí, porque a mí, las expresiones  “adultos mayores”, "tercera y cuarta edad”, tienen la virtud de pasmarme porque no se les llama-de ninguna manera- “adultos jóvenes” a los que tienen menos de cuarenta.  Demás está señalar que la empresa está liderada por una mujer juvenil que llega a la oficina en bicicleta y que no se desmonta de ella hasta que llega a su escritorio- Anne Hathaway en el papel de Jules Ostin- y el veterano en cuestión es Robert De Niro como Ben Whitaker.
¡Llegando en bicicleta a la oficina!- Ambiente joven y descontracturado-
(Imagen tomada de Internet) 

 Y, por supuesto, todos los  integrantes de la empresa de Internet  “About the fit” son jóvenes. (Menos la masajista que también tiene sus correspondientes ñoquis.) Además del fresco liderazgo, toda la empresa flamea con una tecnología muy lejana al veterano que llega trajeado y de corbata,  con un juego de lapiceras y los variados estuches de sus lentes y que ni siquiera es  usuario de Facebook. Llegará a serlo,  con la ayuda de Jules, que le dará pautas para llenar los requisitos. Hay muchas situaciones risueñas, con roces de ironía y sus gotas  de humor negro.  Uno de los jóvenes entrevistadores le pregunta:
- ¿Dónde se ve usted dentro de diez años?
Y él contesta con la lógica de sus setenta años:
- ¿Cuándo tenga ochenta años?-
Lógicamente, esa pregunta para alguien de veinte o treinta, hace que se proyecte hacia un futuro promisorio. El que tiene más años, no lo puede hacer, ya que el futuro-para él-  es ahora. Diez años más, -indefectiblemente- lo llevará a verse vestido con el “sobretodo de madera”.
Es muy interesante lo que los propios actores declaran sobre sus personajes:
-¿Cómo dirían ustedes que esta película les habla a las distintas generaciones de espectadores?
De Niro: -La película dice de algún modo que todos tenemos algo que aprender de todos. Los viejos han estado más tiempo en este planeta y tienen consejos que sólo ellos pueden dar pero los jóvenes se adaptan más rápido a lo nuevo y también tienen cosas que enseñar. Es así de simple.
Hathaway: -Jules, mi personaje, es una persona decente y agradable pero está muy tensionada porque le falta el espacio y un oído compasivo. Eso es lo que Ben le aportará a su vida: una enorme cantidad de compasión. No sé si es una cosa generacional o qué, pero siento que se emiten demasiados juicios de valor en el mundo, sobre todo cuando la gente está en puestos más visibles como el de Jules. Ben no la juzga. Sólo la observa, deja que se abra y le da un espacio seguro, lleno de compasión y comprensión. Ella prospera allí y, de hecho, él hace lo mismo con un montón de gente a su alrededor. Todos ellos prosperan como resultado de eso. Es una cosa simple, pero no es algo que vemos muy a menudo en nuestro mundo. Creo que si pudiéramos ver más de eso y tal vez contribuir con ello, podríamos obtener muchos resultados positivos.
Fuente: http://www.losandes.com.ar/article/amistad-dentro-y-fuera-de-la-pantalla
No sólo en las películas aparecen estos nuevos Seniors.
También los tenemos en el mundo del espectáculo. Próximamente Uruguay recibirá a la legendaria  banda The Rolling Stones. Con sus integrantes más que maduros- algunos con más de setenta años- Sin embargo, en mi barrio, la pre-venta de entradas causó una verdadera conmoción. Hoy de mañana hablé con personas que habían venido a “acampar”- literalmente- y se turnaban con los familiares para mantener el lugar en la fila. Todos ellos jóvenes.
También en el ámbito de los artistas, tenemos a Joan Manuel Serrat, con sus más de setenta años, haciendo giras y cantando tan campante como si tuviera veinte.
The Rolling Stones- legendarios y vigentes-
(Imagen tomada de Internet) 

Como ejemplo de veterano intrépido- aunque  tiene aspecto juvenil, y está entrenadísimo,  este año, ya cumplió sus sesenta pirulos-  también tenemos al psicólogo uruguayo Gustavo Ekroth- amante de los deportes extremos- que salta desde altas torres y practica rafting y se tira por los rápidos con una bizarría brutal- Creo que la  foto lo dice todo:
Gustavo Ekroth en un deporte extremo-
(Imagen tomada de su facebook )

Al fin de cuentas, he comprobado por  mí misma, que la manera de mantenerse en la vida es ir acompasándola con los avatares. La edad es uno más de ellos. Ni  mejor ni peor. La solución es adaptarse/adecuarse. ¿El cuerpo no resiste más  el ejercicio aeróbico? Se puede hacer taichí- que se va perfeccionando con los años-. Los movimientos son pausados, tienen explicación, y el cuerpo los va haciendo cada vez mejor. ¿Es excesivo bailar zumba? Se puede optar por baile folklórico o tango clásico.
Si a usted le gusta quedarse en las plazas dándole de comer a las palomas, hágalo, en mi caso, yo,  prefiero seguir aprendiendo y poniéndome al día en lo que más me guste realizar. Hay multitud de disciplinas disponibles para todas las edades-
Disfrute de la vida, y haga –sobre todo- lo que tenga ganas de hacer-
Y pretenda- siempre- al galán que más le guste- Richard Gere, o Keanu Reeves- el que se deje agarrar primero-. ¡Pero usted no deje nunca de correrlo!


lunes, 2 de noviembre de 2015

PASEO GOURMET

El confortable ómnibus que nos llevó y nos trajo- lo pondero también porque se lo merece-
Cada viaje  o paseo que hago me afirma más en la convicción de que el placer de viajar, de salir, de conocer lugares, depende de la atención que  nos brinden los integrantes de la agencia y los guías que nos asistan  para hacerlo placentero.
No importa qué lugar sea, porque por  más atractivos que tenga, un guía  malhumorado, de pocas pulgas, con poca o nada de paciencia para lidiar con público, puede arruinar el espectáculo más grandioso del mundo. Y conste que no pido que me traten como a una reina, -aunque me encantaría- pero sí que sean amables, que me den lo que pagué  al precio que me ofrecieron, y – sobre todo- que me asesoren debidamente. Esto es: que no me den “gato por liebre”, porque como he hecho algún viaje que otro-incluido cruceros- sé qué es bueno y que no lo es.
El sábado 31 de octubre hicimos con una amiga el paseo “Ruta Gourmet Sierra de los Caracoles” con la agencia de Anita Jardi. Fue espectacular de principio a fin. Realmente.
Aprendiendo de viñedos 

En primer lugar, la atención fue brillante. La misma Anita Jardi en persona fue con nosotros durante todo el viaje, y nos asesoró eficientemente. Por otra parte, los mismos productores de los locales que visitamos, nos recibieron, -hasta alguno de ellos hicieron ruta con nosotros- y nos fueron asesorando sobre las labores que desempeñan en sus establecimientos al mismo tiempo que nos invitaban a degustar sus productos. Realizamos un viaje distendido, en una buena y confortable unidad manejada a la perfección, con suavidad y sin estrés.
Fuimos recogiendo en distintos lugares de la ruta  a las personas que esperaban para completar el cupo. Nuestra primera parada fue en Altos de la Ballena donde pudimos degustar unos exquisitos quesos  artesanales  de “La Cabra Macanuda”- qué nombre para ser tomado por  nuestra  talentosa murga “Cayó la Cabra”- y también los deliciosos productos de “Campo de los Galos”- estupendos emprendimientos de entusiastas productores que apostaron por los productos naturales y bien elaborados- que fueron “regados” con unos vinos deliciosos de “Altos de la Ballena”- yo me incliné por el rosé, porque para pecar hay que pecar en serio-  
Con Dinorah, saboreando el rosé "Altos de la Ballena". Todo un lujo de sabor 

¿Qué más les puedo decir? –que el gusto de uno, supera el gusto del otro, y así sucesivamente. Además, como anoté desde el comienzo, con una dedicada atención y una minuciosidad extrema para explicar qué, cómo, porqué esas delicias llegan como llegan a nuestro paladar.
El grupo de viaje también es digno de mencionarse. Al mediodía nos tocó  almorzar en una mesa con personas encantadoras. Departimos sobre los temas de nuestro interés y- créase o no- coincidimos en más de uno. Y créase o no, -también- dos de las personas, que no se conocían, tenían anillos Atlante.
Recibimos atención esmerada de todos. Pero elegí a una de las productoras  que, con una simpatía a flor de piel, se tomó el trabajo de “desasnarnos” con enormísima eficacia. Por eso,    hoy, antes de terminar esta reseña, le pregunté a Tati Paz- otra eficiente integrante de la agencia de Anita Jardi- su nombre y apellido para nombrarla con todas las letras: Isabel Mazzucchelli.
¿Usted quiere saber lo que es una “almazara” o una “alcuza”? ¿Quiere saber lo que son los “polifenoles”? ¿Quiere saber sobre  las variedades de olivos Frantoio, Coratina, Leccino, y Arbequina?  ¿Quiere apreciar las diferencias que hay entre un aceite de oliva virgen extra, un aceite de oliva virgen extra saborizado, y un aceite de oliva virgen? ¡Pues hagan el paseo Ruta Gourmet Sierra de los Caracoles! Con seguridad que algo van a aprender, porque Isabel, y los otros productores les van a explicar todo al detalle. Y, sin lugar a dudas, después de las degustaciones,  van a volver tan  contentos como nosotros.
Con Dinorah y la simpática y eficiente Isabel Mazzucchelli en  Altos de la Ballena" 

Esperamos que la eficiencia siga siendo uno de los pilares de esta agencia que apuesta a nuevos “productos”- como se dice ahora también en materia turística- y que podamos hacer más paseos,  conocer más lugares en viajes acompañados con la misma calidez que nos brindaron esta primera vez.





domingo, 25 de octubre de 2015

HOMENAJE A JORGE SCLAVO EN LA 1410

En la 1410 con el periodista Leopoldo Martinez Risso y Ernesto Sclavo 

En la 1410 el profesor de Historia José Luis Porto



Este sábado 24 de octubre  de 2015, de 10 a 11 de la mañana, concurrimos a la radio 1410-al  programa La Feria -conducido por el periodista Leopoldo Martínez Risso y el docente de Historia José Luis Porto- para  rendirle un merecido homenaje a Jorge Cuque Sclavo en el mes de su cumpleaños.
Ernesto, el  hijo mayor, enfocó sus palabras hacia el gran humorista que fue Cuque, y también a los hechos cotidianos que le servían de motivo para sus crónicas costumbristas. Nadie mejor que él para esa recreación.
Claudio,  el otro hijo varón,  habló sobre la importancia de su padre en la realización de su vida. Fue muy contundente al decir que todo lo que es se lo debe a él.
En mi caso, quise resaltar la labor del “escritor serio”- que también supo serlo y  muy bueno, es decir a Jorge Sclavo, (es notorio que el apelativo “Cuque” lo empleaba más  para sus intervenciones graciosas que fueron las más reconocidas). 
Leí Prólogo para un Prólogo a Felisberto compañero de trabajo. Uno de los mejores textos inspirado en Felisberto Hernández, como compañero de trabajo en la Imprenta Nacional, pero  a quien Jorge Sclavo supo reconocer como un brillante escritor muchísimo antes que el resto del mundo. En este prólogo hace una recreación de la angustia de Felisberto metido a empleado público, luchando denodadamente para escribir a máquina los informes, mientras lo convidaba con vermouth y le  mostraba un álbum con  fotos de su pasado como pianista:
 - “Parezco una bataclana”.
Ese texto y otros extraños, que sorprenden y conducen a la reflexión,  se encuentran en un libro raro de Jorge Sclavo-  una especie de “libro boutique”: Almanario- con ilustraciones de Fidel Sclavo,  donde,  en algunas páginas, aparece  una frase solitaria o dos  y nada más.
También merecieron un recuerdo los libros  que obtuvieron primeros premios:
Un lugar para Piñeiro y otros relatos- 1966- Primer premio de la sexta edición de la Feria Nacional del Libro y el Grabado.
Primer cielo, primera tierra- 1972- Primer premio Novela Édita del Ministerio de Educación y Cultura.
De los espejos y lo feroces que son- 1986 Primer premio Novela Édita del Concurso de la Intendencia Municipal de Montevideo.
Será muy bienvenido el audio del programa que con toda seguridad Ernesto Sclavo subirá a la página de "Las Blogueras del Cuque" para compartir con todos sus fans. 
Homenaje debido y  merecido. Y algo muy bueno: Todos prometimos insistir.






lunes, 19 de octubre de 2015

ESQUEMAS

Imagen de uno de los locales de Correo Uruguayo- sacada de Internet-

Hoy de mañana, decidí  romper  con la rutina y dedicarla a otros menesteres. Por ejemplo, conseguir un medicamento que –no sé porqué- no está en la farmacia de la sociedad. Como no tengo tiempo de pedir una consulta médica y experimentar con algún otro, me dediqué a buscarlo en las diferentes farmacias de los barrios Punta Carretas y Pocitos. Finalmente, lo conseguí en una de Pocitos, y, por supuesto, tendré que pedir el reembolso de precio porque la receta de tratamiento prolongado la tiene la farmacia habitual y lo pagué el doble. Fiel a la idea de seguir con tareas no comunes, fui al establecimiento del Correo Uruguayo a enviar un libro para una amiga que vive en Buenos Aires. Antes, como no había desayunado, me fui a un Mc Donald, s  con esa intención. Pero no. Me quedé con la intención, por que los locales Mc donald’s despachan desayunos hasta las 11.oo. Después de esa hora, con una grácil voltereta de carteles se dedican a las hamburguesas, si querés desayunar, lo lamentan mucho pero “se pasó la hora”. Y no hay Dios que los haga recapacitar sobre la idea de que desayunar a las 11 es absolutamente normal para las personas que son  nocheras como yo.  No señor. Pensé que no era tan dramático haber tomado un café bebido antes de salir, y que bien podía esperar a terminar el segundo trámite. Craso error. Me atendió una dependienta que me indicó que el sobre no debía estar cerrado con cinta adhesiva, que debía “reensobrarlo” para poderlo enviar. Obviamente yo no llevaba otro sobre. La susodicha me indicó  un kiosco a media cuadra para que lo comprara. Allí fui. Lo compré y volví. Cuando estaba llenando los datos  me dijo que “así no era”- yo lo estaba llenando en una de las  formas clásicas: destinatario en el frente, remitente en el dorso-. Pues no. Quería que el remitente fuera adelante, sobre la mano izquierda,  y más abajo- y a la derecha- el destinatario. Yo ya lo había llenado de la otra forma y se lo dije. Volvió a insistir que “esa no era la forma tradicional”. Pensé unos momentos y me dije a mí misma: - “si sigue insistiendo, me voy y lo envío por correo privado, que al fin y al cabo es por lo que hay que optar”. Pero no. Me dijo que terminara de llenarlo, lo pegó con cola adhesiva- no con cinta- y me cobró los correspondientes doscientos sesenta pesos por el envío certificado.
Me volví pensando:
“Nos manejamos con esquemas; la mujer  no quería cambiar el suyo; yo tampoco  el mío. Lo más importante de todo esto es que yo quiero que el libro llegue a las manos de mi amiga, por eso lo envío certificado. Estas boludas discusiones carecen de sentido”.
 Después pensé que tenía que escribir esto-  quizás alguien más experimentó lo mismo- y además, lo quería hacer  porque  si realmente el país quiere ser un “país de servicios”, va a tener que modificar muchas conductas indeseables, porque el turista no va a dar la vuelta al mundo-como la di yo esta mañana – para:
a) conseguir un medicamento,
b) tomar un  desayuno, y
 c) enviar un libro a Buenos Aires.

Lauri, espero que te llegue. 
Te mando besos por mi blog. Por el momento, nadie me impide mandártelos. 

miércoles, 14 de octubre de 2015

AUTOS MEMORABLES

El primer soñado "cuatro ruedas" fue un Toyota 700 y lo cuidábamos como si fuera un Mercedes Benz

Un domingo soleado y caluroso en pleno agosto en Montevideo, es una absoluta bendición. Con esa perspectiva me fui a las Canteras del Parque Rodó, donde estaba el UP  Full- de Volkswagen - para probarlo dando una corta vueltita. (Lo trajo Werner Bernheim)  Lindo, pero lógicamente con gusto a poco.
Es como cuando tenés un amante nuevo y pocos minutos para disfrutarlo. En cinco o diez minutos apenas podrás saber si besa bien, si te gusta el olor de la piel, si tiene las manos calentitas y poco más. El  resto del protocolo queda librado a tu completa imaginación.
Con el auto UP, es lo mismo. Es de buen ver. El asiento y la dirección se pueden subir y bajar- a tu gusto y altura-  Cuando lo prendés enciende también las luces diurnas- las que exige la IMM para andar en la ciudad- y, en la marcha, te va “pidiendo” que bajes o que subas los cambios. Una preciosura.  También tiene una dirección respondona.  Un primor. La verdad.  Tengo parientes cercanos que se compraron uno  y disfruté de esa adquisición como si la hubiera hecho yo.
Este es el "UP" que fui a probar al Parqué Rodó- Sigue en la lista de "Venga y atrévase a soñar",
Bien podría apodarse: "El Ñato"  ¿No? 

Después como quien no quiere la cosa, se me dio por pensar que, a través de los vehículos  que tuvimos puedo delinear nuestra “historia de vida”, porque la marcaron a medida que fueron llegando. De los primeros años,  me viene el recuerdo de la moto Suzuki y de la motoneta Vespa. No tengo fotos porque no teníamos con qué  sacarlas.  Ambas fueron sufridas y nos acompañaron todo lo que pudieron. Nos llevaron a nuestros trabajos, a nuestros estudios y a nuestros paseos. Pero llegó un momento en que decidimos  “pegar el salto”,  porque ya era hora de que llegara un “cuatro ruedas”. Lo acariciamos como una ilusión durante muchos años, hasta que llegó- lógicamente usado y de afuera-  el primero: mi querido Toyota 700. Fue el autito de nuestro “despegue”- ya recibidos de profesionales, y,  con el préstamo ya pago de la primera casita, supo exteriorizar un  avance en nuestra economía-. También nos llevó y nos trajo todo lo que pudo. Incluso nos condujo  a nuestras modestas vacaciones en la Colonia  de Parque del Plata. Lo cuidábamos como si fuera un Mercedes Benz- en realidad, para nosotros lo era- le buscábamos lugar para dejarlo bien estacionado, lo lavábamos, lo acicalábamos,  y le fuimos poniendo todo lo que se empezó a requerir en esos años, por ejemplo: cinturones de seguridad- que no eran aún  una exigencia  y pocos autos los traían incorporados-.
Después del Toyota, hubo varios autos, pero estoy recordando únicamente   los que jalonaron  nuestra vida. Es decir, los que fueron memorables.
 Por la década del 90, con nuestra economía más saneada,-que nunca llegó a brillar con real esplendor pero que estaba mejor- dimos otro “salto” y  llegamos al primer cero kilómetro. Fue un Daihatsu.
  "El Dahiatsu."El primer "Cero kilómetro"  que manejé en La Paloma  


 Con él ya nos aventuramos más. Primero, Piriápolis, después  La Paloma. Balnearios prodigiosos, mágicos, al menos cuando nosotros los frecuentábamos. Con ese auto me largué a manejar. Nuevo, respondón, alegre, como nuestra propia juventud.
Pero la fortuna no nos sonrió siempre. La crisis del 2002 nos dio un duro golpe. Y mi esposo quedó sin empleo. Cesante. Con 59 años. De golpe y porrazo se convirtió en esa cosa deleznable a los que llamaron   los “pre-jubilables”- que era lo mismo que decir “los descartables”. Le dieron la jubilación a los 60-apenas cumplidos- sin ninguna de las ventajas que habían tenido las generaciones anteriores. Pero  nos  conformamos  apoyándonos-como siempre- el uno en el otro- No teníamos  hijos que dependieran de nosotros, en cambio hubo otros con dos o tres chicos  que no pudieron afrontar la economía familiar. Fue la época de los suicidios. De la que nadie habla. Nadie recuerda tampoco. Para qué. Algunos ahorros  se  salvaron de la catástrofe, y  en una especie de insana locura, nos decidimos-otra vez-  a cambiar el auto por otro “Cero kilómetro”.  Así llegó-en plena debacle-  “El rojillo” a nuestras vidas. Bien colorado. Como para cambiar la pisada.
"El rojillo" estacionado en Punta Gorda


Casi todos nuestros autos sufrieron robos o  intentos de robo  y el pobre rojillo no fue una excepción porque lamentablemente  la situación de inseguridad en el país fue en aumento, y en la entrada de un hotel de Piriápolis,  le despedazaron la puerta de la valija. La reparación fue costosa. Y en esas conversaciones de aquí y de allá, un vendedor nos convenció para cambiarlo. Había poca diferencia entre el rojillo y otro de la misma marca y modelo que  ya había incorporado otras prestaciones con más énfasis en la seguridad.

Y en el año 2010 llegó “El Silver”. Tiene una  alarma que apenas se comanda cierra también los vidrios.

"El Silver" en el Parque Rodó- ¿Vieron que bien que lo estacioné? 

Cada año que pasa, los autos, como los televisores o los electrodomésticos en general, viene más modernos y con más chiches. Ya los más nuevos  encienden al mismo tiempo el motor y  las luces obligatorias de circulación diurna,-por lo cual ya no hay que acordarse de encenderlas y apagarlas-. Otros, más sofisticados, estacionan casi solos- un enormísimo  adelanto para  evitar chambonadas-.  Solo falta que incorporen un conductor con la apariencia de Keanu Reeves. Y yo les aseguro que si así fuera,  me empeñaría absolutamente para  cambiar el mío. Sin lugar a dudas.



sábado, 3 de octubre de 2015

POR SIEMPRE WOODY

Joaquín Phoenix y Emma Stone  en el filme de Woody Allen "Hombre irracional"
(Imagen tomada de Internet)


Ya todo el mundo sabe que soy fan incondicional de Woody Allen. Y eso significa que voy a ver todo lo que presenta sin siquiera mirar una reseña. He visto tantos filmes suyos que no tengo duda de que lo que me proponga lo voy  a aceptar y voy al cine contenta como perro con dos colas. Jamás me decepciona. Desde el primer momento que me siento  y tomo contacto con el filme, escucho la música y me dedico a seguir los jugosos diálogos, me instalo en “otro mundo”- el mundo que me preparó Woody.
Ya sé que me va a sumergir en alguna vorágine filosófica, que me va a sacar de casillas nombrándome a filósofos que  yo leí en mi adolescencia y después no vi  nunca más, que me va a hacer cuestionar principios y que me va a conducir por donde él quiera con una enormísima facilidad. Y sí. Allá voy, sin remedio.
En este “Hombre irracional” se pueden  apreciar  la mayoría de sus preocupaciones- porque eso son, sin lugar a dudas- la lucha entre lo masculino y lo femenino-  Lo femenino lo propone con mujeres que son cargadoras como pulga de tapera; que no dan respiro a un  hombre depresivo que llega a una Facultad a enseñar Filosofía- ni más ni menos- y que no está pasando por el mejor momento de su vida. Ha perdido el interés por los atractivos que le puede ofrecer la vida-entre ellos el sexo- No puede tener relaciones con una mujer que se le tira encima, está impotente y según lo que confiesa, hace más de un año que no tiene relaciones sexuales. Lo masculino aparece, entonces, degradado, en un hombre que vive atado a una petaca de alcohol.

"El irracional" de Woody Allen-imagen tomada de Internet 

 Se plantean también los grandes cuestionamientos de la filosofía y de la  moral, de lo que nos rodea, de la lucha entre el bien y el mal,  entre lo correcto y lo incorrecto. Lógicamente por medio de los filósofos que más se han cuestionado sin resolver a ciencia cierta la problemática. Uno de ellos es Kierkegaard.
El profesor ha perdido – y quién sabe si alguna vez lo tuvo- el sentido de la vida. Y eso es lo que procura desesperadamente y por cualquier medio. Cuando cree encontrarlo, unas cuantas vueltas de tuerca, se lo dan vuelta.
Hay humor pero es amargo. Por cierto, que lo que se nota de inmediato es que ejerce una formidable atracción en las mujeres. Está presentado como un hombre más bien desgarbado, tiene pancita, y excepcionalmente aparece bien vestido. Sin embargo, las mujeres lo admiran, ha escrito libros- parece que los escritores son fascinantes- ellas los han leído, le piden consejos para sus trabajos, y lógicamente, lo que quieren es llevárselo a la cama. Este punto es evidente y sorprendente. En el arranque para seducirlo tienen impulsos masculinos. Son las que llevan la batuta. Y aunque él se niegue- es el caso, al principio,  de la alumna- ella insistirá hasta lograr sus propósitos.
Las vueltas de tuerca, y los entretelones no se los voy a contar. Pero hay, sí, y es también evidente, un  juego con el azar y con las bifurcaciones que éste nos depara en la vida. Es el azar, o el juego del destino o como se le quiera llamar, el que determina que escuche, acompañado por su estudiante enamorada,  la conversación que lo llevará a una especial determinación; es el azar, el que hace que cuando está en el laboratorio, aparezca una colega al mismo tiempo; es el azar, el que dispone,entonces que muchas vicisitudes ocurran de tal o cual manera. Yo puedo soñar con Keanu Reeves, pero de ahí a que mis sueños se conviertan en realidad hay un tremendo abismo. ¿ O no?  Who knows? 

Vayan a verla. Es Woody Allen como Director. No aburre nunca, o mejor expresado: a mí no me aburre nunca.


 
En pleno flirteo 

martes, 22 de septiembre de 2015

ANIMALES

Carátula de uno de los populares discos de Julio Jaramillo- el que dio su apellido al perro de mi hermana-
(Imagen tomada de Internet)



Los hay de toda clase y pelaje-o sin pelo- y se dejan llevar más que nada por sus instintos. Algunos decididamente no me gustan. A muchos les temo por su ferocidad, y no considero que puedan ser domésticos, es decir aptos para vivir conmigo en una misma casa. Tampoco considero a ninguno como mascota; si vive con personas indudablemente los dueños tendrán que inculcarle buenas costumbres. Generalmente, responden a sus dueños, y exhiben lo que son ellos. Sin palabras, hablan de su educación, de sus modales y de sus horarios.
De la misma manera que los seres humanos nos buscamos unos a otros y congeniamos sí o no de acuerdo a nuestras afinidades o divergencias, también ocurre algo similar en el terreno de entendernos con los otros animales. No debemos olvidarnos de que, aunque nos creamos superiores, somos ni más ni menos que animales, supuestamente racionales. Hasta por ahí nomás. ¿No? Basta con echar un vistazo a “cómo está el mundo” para darnos cuenta de que prevalece cualquier cosa menos lo que realmente debería importar: la armonía y la comprensión.
Hace muchos años, una de mis hermanas apareció con un pequeño cachorro en una caja de zapatos. Tuvo que insistir mucho para obtener el permiso para quedarse con él porque mi padre decía que iba a ser muy grande. Al final, triunfó la insistencia de la porfiada niña. Le pusimos de nombre “Jaramillo”- el apellido de un cantante melódico que estaba de moda-. Con el tiempo Jaramillo se convirtió en una bestia descomunal que comía por tres, rompía todas las cadenas y se escapaba. Su mayor diversión consistía en voltear viejas. No las mordía, únicamente las empujaba con su corpachón y las tumbaba. Al poco tiempo, mi padre se lo dio a un quintero amigo que necesitaba un perro guardián- con su acostumbrada sinceridad, le informó a mi hermana que el Jaramillo había crecido mucho y que necesitaba espacio para ser feliz, nuestra casa no era un lugar adecuado para él, sufría y se escapaba porque sufría-. Mi hermana se quedó muy triste pero comprendió.
Yo nunca tuve un perro. No me gustan y yo a ellos, tampoco. Es-y no hay dudas- cuestión de piel. Los huelo, les veo los colmillos, el pelo erizado y no preciso más. Tampoco ellos. Nos repelemos visceralmente. No sé porqué.  Como tampoco sé porqué no me gusta el arroz con leche. Se sabe que en cuestión de gustos, hay variedades infinitas, tanto en cuestión de animales como de personas. Todas hemos experimentado alguna vez en la vida la sensación de que ese mozo era el de nuestros sueños, y bastó un simple rozar de manos o  un beso para saber que no. Que no era el de  nuestros sueños. Y no encontramos explicación posible. Como tampoco la hay cuando nos gusta. En fin. Yo sé que me entienden.
Tuve un gato barcino. Ya estaba en la casa de mi padre cuando yo llegué. Nos gustamos y nos quisimos de inmediato. Siempre andaba huyendo de una de mis hermanas porque le hacía de todo, pero conmigo hizo amistad. Un día traje un cajoncito chico  y le pedí a mi padre  que era colchonero, que le hiciera un almohadón de retazos de cotín. Le dejaba una puerta abierta al patio para que saliera cuando quisiera. Me dieron permiso para tenerlo, pero con la condición de que no se subiera a mi cama. Así fue durante unos días, pero esa disciplina no duró mucho, en invierno, se subía y dormía conmigo, cómodamente apoltronado. Cuando sentía en las primeras horas de la mañana que había trajín en la casa, silenciosamente se retiraba a su cama propia. Era un acuerdo tácito. Y tuvimos muchos así. Yo llegaba del liceo, cumplía la tarea de lavar y secar los platos y me iba a estudiar al altillo donde mi padre tenía el escritorio. Aparecía silenciosamente por la azotea, se colaba por la ventana y se sentaba en uno de los sillones  mientras yo leía. No molestaba, no maullaba. Era un gato entero de la cabeza a los pies; “completo y orgulloso”-como señala Neruda-.

Estudiando a la persona

Un día desapareció y no lo vi nunca más. Mi padre me dijo- no sé si para consolarme- que cuando se enferman se van a morir fuera de la casa.
Me acordé de mi Pancho- así se llamaba- el día que fui a conocer la casa donde está viviendo mi sobrino. La dueña tiene dos gatos: uno no es demasiado sociable, apareció, saludó y se fue. La gata, en cambio, dio unas cuantas vueltas y se quedó. Después se subió a mi falda; le acaricié la cabeza, me estudió un poco, y me brindó su confianza, sentándose cómodamente y quedándose un buen rato conmigo. Por eso, también  me acordé de la “Oda al gato” que escribió magistralmente Pablo Neruda:
Los animales fueron
imperfectos,
largos de cola, tristes
de cabeza.
Poco a poco se fueron
componiendo
haciéndose paisaje,                        
Decidió que la persona es confiable
adquiriendo lunares, gracia, vuelo.
El gato
solo el gato
apareció completo
y orgulloso:
nació completamente terminado,
camina solo y sabe lo que quiere.
(fragmento de “La Oda al gato” Pablo Neruda)

Me gustan los gatos, y también las personas  que tienen algo felino; los colmillos, la piel, el andar, la sinuosidad y la elegante manera de querer, dando cuando quiere,  lo que quiere. 
Neruda lo describe poéticamente con rasgos muy precisos:
(…) “Un pequeño emperador sin orbe/, conquistador sin patria/, mínimo tigre de salón (…), fiera independiente de la casa, vestigio de la noche/perezoso, gimnástico, y ajeno/profundísimo gato/policía secreta de las habitaciones”.
El que tuvo o tiene  uno, sabe muy bien lo que es un gato compinche y  querendón.

Ahora sí. Está absolutamente cómoda, sin lugar a dudas

Y si la compañía es una persona felina, ¡felicidades! Tiene junto a  usted  a  un emperador doméstico, que la mimará con parsimonia, y que así como es de completo, no la decepcionará jamás.



sábado, 12 de septiembre de 2015

RICKI LA ROCKERA Y EL AMOR QUE NO DEJA CAER


Meryl Streep como  la rocquera Ricki en la peluquería (Imagen tomada de Internet)

Meryl Streep en la peli   Ricki and The Flash” asume el  papel de una madre que abandonó a su familia para seguir su sueño rockanrolero. Un tema similar fue planteado en “Directo al Corazón” donde  tuvimos  la oportunidad de ver a Al Pacino haciendo el papel de un viejo rockero que deja de lado toda su vida de aparente éxito para encontrar el sentido de su vida. No es el caso de Ricki. Toca en un boliche con su banda “The Flash” y   en ese ambiente, su música  es aceptada y  aplaudida, pero no le ha dado ni siquiera, un nivel económico medianamente aceptable ya que durante el día trabaja de cajera en un supermercado. Además,  es mujer y el planteo viene –precisamente- porque tampoco ha sido para nada una madre tradicional ya que  sus hijos fueron criados por el padre y su segunda mujer.
Ricki señala irónicamente ese difícil y nunca bien aceptado papel de “mujer emancipada rockanrolera”. Esa discriminación no se produce cuando el rockanrolero es  un  hombre. Más o menos dice así:
“( Mick Jagger) tiene siete hijos con cuatro  mujeres distintas. No los crió él, sino un batallón de niñeras, pero siendo mujer del rock, no te vayas a olvidar de un cumpleaños porque te crucifican.”.
Tuvo dos hijos y una hija. Es esta última la que produce el cortocircuito: es abandonada por su marido; entonces el padre llama  a Ricki para informarle el lamentable estado en el que se encuentra. Y ella acude, con su guitarra, su campera de cuero, sus botas, su pelo largo-como se usaba en los 70: con un costado con trencitas-  y todo su aspecto de rockera vieja. Sin un mango. Es él el que se encarga de pagarle hasta el auto que la conduce a la casa. Allí Ricki se deslumbra con todo lo que ve: la mansión fastuosa, - evidentemente montada para impresionar-.  La  – o las- heladeras- desbordando de alimentos de todo tipo. Además,  por todos lados, se exhibe todo  lo que brinda un buen poder adquisitivo. Sin embargo, pese a todo eso, la hija se ha querido suicidar, y la rockera vieja deja  paso a la madre. Y es la madre la que se ocupa de que la muchacha se bañe, se corte el pelo, coma, y en fin, vuelva de una u otra manera a la vida. Es una película con estereotipos. Eso sí. Tenemos el papel de Meryl Streep- como la rockanrolera que dejó todo para perseguir el sueño de hacer y vivir de su música; el papel tradicional de ama de casa-que asumió la segunda- y que desempeña a la perfección a juzgar por los suculentos desayunos que produce-; el papel tradicional de “padre proveedor”, de excelente nivel económico que ha dado todo el confort posible a  la familia; y los tres hijos con sus diversidades. Incluso uno de ellos, gay declarado. Una situación que su madre ignoraba también, por haber estado ausente de sus vidas. Son estereotipos. Pero la película se deja ver   y oír, porque Meryl canta y lo hace bien. Es estupenda la versión que hace de la canción de Bruce Springsteen: “My love will not let you down” (Mi amor no te dejará caer) Y no. El amor no deja caer nunca.
Cuando la rockera deja paso a la madre, tampoco. Aunque no sea la madre ama de casa, la que cocina, la que lava, la que plancha, la que va a buscar a la escuela, esta madre rocanrolera también tiene su lugar en el mundo. Y lo tiene porque aún así como es, quiere a sus hijos, los comprende, los “apapacha”  y ellos se dejan. Porque una madre siempre se valora, sea como sea.
Pienso que un filme no necesariamente tiene que ser dramático, también puede ser como este, sin grandes pretensiones, pero con un argumento convincente que agrade.
No es una película para ganar un Oscar, pero-como la de Al Pacino- se deja ver con interés, tiene buena música, buena actuación y entretiene.





ALCIRA

  En estos tiempos navideños que corren, —y siempre— su ausencia es muy notoria porque con su amabilidad natural era el alma del taller Tuli...